Quizás inevitablemente gracias al descontento global republicano con sus precandidatos presidenciales, el Gobernador de Texas Rick Perry ha lanzado su sombrero tejano a la contienda. Perry disfruta de la popularidad entre la derecha norteamericana, quiénes a menudo citan a su record como gobernador de Texas como el camino hacia adelante. Sin embargo, un examen más preciso del estado de Texas bajo Rick Perry debería estremecer a cualquier norteamericano.
A Perry y a sus partidarios les gusta ofrecer su record de creación de trabajos en Texas. Concedido, un 38 por ciento de los empleos norteamericanos creados desde 2009 ha estado en Texas, pero esto apenas conta la historia entera. De hecho, el verdadero desempleo bajo Rick Perry ha aumentado del 4.3 por ciento en el 2007 al 8.3 por ciento en el 2011. Esto es debido a que, mientras Texas haya creado algunos empleos, no se ha mantenido al corriente con su propio crecimiento demográfico. Anda detrás de 25 otros estados en términos de desempleo.
Además, buena parte de los empleos que ofrece Perry pagan muy poco. De hecho, al 10 por ciento de los trabajadores en el estado se les paga el salario mínimo o nemos. Esta estadística ata Texas con Mississippi como los estados con el porcentaje más alto de trabajadores al nivel de salario mínimo. El número de empleos de salario mínimo en Texas se ha aumentado en un 150 por ciento desde el 2007.
Texas también se queda atrás en incrementos salariales. Entre 2007 y 2011, el salario medio por trabajador ha crecido en un 5 por ciento en los Estados Unidos, un 9,3 por ciento en California, y un 2,5 por ciento en Nueva York. En Texas, el salario medio por trabajador aumentó apenas el 0,6 por ciento.
A Perry le encanta utilizar sus denuncias a la deuda y los gastos del gobierno federal como líneas de aplauso. Sin embargo su historial en la deuda de Texas revela una historia distinta. Aumentó la deuda pública de Texas de $98 mil millones en 2001 a $216 mil millones en 2011, y la deuda de este estado firmemente republicano realmente ha aumentado más rápido que la deuda pública estadounidense en el mismo período. Actualmente, Texas enfrenta un déficit de $25 mil millones en su presupuesto bianual de $95 mil millones.
A pesar de sus reclamaciones de que "Texas tiene la mejor asistencia médica en el país," un cuarto de los tejanos carecen del seguro médico; bien arriba la media nacional del 15,4 por ciento. De hecho, 13 de los distritos congresionales de Texas están entre los peores 30 distritos en cuanto al porcentaje de ciudadanos asegurados. Además, Texas tiene algunos de los reglamentos de Medicaid más restrictivos de la nación, incluso negando el acceso a gente de bajos recursos sin hijos.
La educación es otra área de la cual Rick Perry no tiene nada para jactarse. Contradiciendo sus reclamaciones de que Texas tiene el mayor porcentaje de estudiantes de preparatoria que tomen los exámenes de entrada universitaria en toda la nación, la realidad es que es solamente el número 22 en esa estadística entre los 50 estados. Aun menos impresionante: en estos exámenes sacan los estudiantes tejanos el quinto resultado más bajo de todos los 50 estados, y el estado posee la tercera tasa de analfabetismo entre todos los estados de la unión norteamericana. Anda también en 43er y 50mo lugar respectivamente, en el porcentaje de estudiantes que se gradúen de high school, y en su porcentaje de personas de 25 años de edad o más con diploma o GED.
Quizás esto puede ser debido a que Texas anda en el lugar 47 de gastos expendidos para la educación entre los 50 estados de la nación. Pasa lo que pase, estos infortunios probablemente no mejorarán con la reducción de $10 mil millones de Perry a la educación en su presupuesto más reciente. Perry también rechazó a $830 millones en ayuda federal a las escuelas de Texas. ¿Por qué? Porque después de que él usó $3.2 mil millones en fondos de estímulo destinados a las escuelas para tapar el déficit en su presupuesto (y su reputación), los demócratas de Texas insertaron lenguaje especial para impedir a Perry hacerlo otra vez.
No resulta sorprendentemente que Perry se agarra a la educación sexual únicamente de abstinencia para estudiantes de Texas. A pesar de pruebas al contrario, Perry afirma que "la abstinencia sí trabaja," citando como prueba a su "vida personal". Ya para 2009 más del 94 por ciento de los distritos escolares de Texas había adoptado a la educación sexual únicamente de abstinencia. Esta educación incluyó el plan de estudios enfatizando que el control de la natalidad es ineficaz, al contrario de los hechos. Combinan estos programas combinan un énfasis excesivo en las enfermedades de transmisión sexual y la muerte con visiones cristianas de la moralidad. Usan muchos distritos escolares públicos folletos que contienen versos bíblicos como parte de su educación sexual.
¿Cuáles son los resultados? Texas anda en el tercer lugar más alto en toda la nación en su tasa de embarazo de jovencitas menores de edad. De hecho, las tasas de embarazo bajo Perry han subido a las nubes, y son más del 50 por ciento más altas ahora que el promedio nacional. Aun más alarmante: Texas tiene la tasa más alta de repetidos embarazos entre las adolescentes así como la tercera tasa más alta de jóvenes con VIH.
Perry, al igual que muchos de sus colegas republicanos, se niega vigorosamente la realidad del cambio climático y hasta invoca la idea de una conspiración científica, afirmando que es producto de una pequeña "secta del carbono". Quizás se debe a los $11 millones que Perry ha recibido en contribuciones de campaña de la industria petrolera desde 1998. Tampoco es sorprendentemente que el estado de Texas también es el mayor estado contaminador a nivel nacional y que lucha contra las tentativas de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) por contener su cultura excesiva de contaminación ambiental. A Perry más le disgusta el rechazo por parte de la EPA a su política estatal de "permiso flexible" que les reduciría gastos a las industrias contaminadoras a cargo del ambiente.
Rick Perry y su record son ofrecidos a menudo por conservadores, que a lo mejor están llenos de regocijo ahora que él se ha incorporado a la contienda presidencial. Sin embargo, basado en su record como gobernador de Texas, ¿Qué es lo que podríamos esperar de una presidencia de Perry al no sea empleos mal pagados, tasas más elevadas de embarazo entre jóvenes y de enfermedades sexualmente transmitas , estándares reducidos de educación, creacionismo en el plan de estudios, oraciones religiosas patrocinadas por el estado, y más contaminación?
Photo: Gage Skidmore CC 2.0