Todos deben protestar contra la campaña de odio antiinmigrante

El gobernador de Nueva York Eliot Spitzer retiró un plan para hacer que los indocumentados puedan conseguir licencias de conducir, después de ser el blanco de una campaña nacional de odio en los medios derechistas.

Esta no es más que otra manifestación de una campaña racista antiinmigrante que está creciendo y la falta de algunos líderes liberales y del centro oponerse en contra de tal.

La campaña de odio es coordinada por un pequeño grupo de organizaciones que comparten miembros de la directiva, desinformación y la misma gente que los financian. Estos mensaje de intolerancia son amplificados por los vocingleros derechistas de la televisión por cable, radio, periódicos y bitácoras cibernéticas.

Aunque hay investigaciones que muestran que los inmigrantes, incluso los que no tienen papeles, tienen una tasa menor de delincuencia y enfermedades que los nativos, los agitadores reaccionarios tratan de meterle miedo al público con cuentos de olas y crímenes y enfermedades exóticos, ambos no existente.

A pesar de que la mayoría de los inmigrantes vienen solo a trabajar o estar con sus familias, se inventan cuentos de una reconquista mexicana.

En varias comunidades, la maquinaria política derechista de los republicanos siente que los cambios demográficos están amenazando con dejarlos fuera del poder. Entonces recurren a la táctica de pasar medidas antiinmigrantes para ahuyentar a los latinoamericanos y otras minorías.

El Partido Republicano, enfrentando una catástrofe en las elecciones del 2008, parece que ha decidido que atacar a los inmigrantes será una táctica clave. Casi todos los precandidatos republicanos a la presidencia se han unido a los ataques contra inmigrantes.

El gobierno de Bush está contribuyendo mucho al alboroto antiinmigrante al aumentar las acciones represivas policiacas y después tratando de justificarlas repitiendo las mentiras sobre una “amenaza” de crímenes y terrorismo por inmigrantes. Detenciones rutinarias de trabajadores indocumentados pacíficos se venden como una gran cruzada en contra de la amenaza terrorista.

A Bush y sus patrocinadores corporativos no les importa que esta propaganda sea causa de violencia contra los inmigrantes. Su meta es la de mantener una reserva de trabajadores mal pagado sin derechos. Estos pueden ser trabajadores huéspedes o indocumentados aterrorizados. Las tácticas represivas no van a deshacer al país de los estimados 12 millones de inmigrantes indocumentados, sino que solo los ponen en una posición de ser aun más vulnerable a la explotación. Por esto es que el movimiento pro derechos de los inmigrantes y el movimiento sindical aboga por la legalización de los indocumentados.

Recientemente, este escritor recibió dos sondeos del Partido Demócrata pidiendo que responda con la opinión sobre diferente temas. En ninguna de las dos hubo ni mención de la reforma migratoria. Hay una tendencia entre algunos demócratas de alejarse de la cuestión de la reforma migratoria porque supuestamente favorece a los republicanos.

Estamos de acuerdo de que los ataques contra inmigrantes por los republicanos es una pista falsa para distraer a los votantes para que no se concentren en los crímenes del gobierno de Bush, la guerra en Irak, la crisis hipotecaria y Katrina. Sin duda alguna, por eso es que muchos demócratas quieren dejar la cuestión de la reforma migratoria para el 2009 o hasta el 2013. Algunos están respaldando medidas legislativa antiinmigrante como el proyecto de ley represivo SAVE, HR 4088. El actor principal detrás del proyecto es el demócrata por Carolina del Norte, Heath Shuler. Igual, 43 de los 95 partidarios del proyecto son demócratas. Ellos hacen el trabajo de los republicanos.

En Alemania, los nazi usaron el antisemitismo para la misma cosa. Echándole la culpa a los judíos de todo lo malo, buscaron cubrir los crímenes del capitalismo y bloquear una transición al socialismo. Fue el deber claro de toda persona progresista denunciar al antisemitismo de Hitler lo más fuerte que pudieron y hacer todo lo que podían para pararlo, y no decir, “Esperemos hasta las elecciones”, o, “Los judíos son un tema para los nazi, vamos a ignorarlo”. Algunos hablaron y otros se mantuvieron callados y nosotros sabemos cuales fueron los resultados.

Maniobras tácticas tienen que tomar lugar en el contexto luchas basadas en principios. Sobre los derechos de los inmigrantes, muy muchos están haciendo maniobras sin lucha. Esto abandona el campo de lucha a los racistas antiinmigrantes, dejando a los trabajadores antiinmigrantes y sus familias plantadas y debilita al movimiento progresista desenlazando la energía de las marchas masivas pro inmigrantes del 2006 y 2007 — una energía que ayudó a los demócratas ganar en el 2006.

Los inmigrantes y sus aliados están luchando a través de manifestaciones, boicots y casos en los tribunales. Pero también se necesita legislación y sobre todo, líderes políticos responsables para denunciar esta campaña de mentiras y odio.

El miedo de perder unos pocos votos no puede ser el pretexto de alejarse de esta importante lucha, ni de echar a un lado los derechos de los inmigrantes de la agenda legislativa.

Emile Schepers es un activista por los derechos de los inmigrantes.