Trabajadores reclaman derechos en marcha

LOS ANGELES – El Sindicato de Trabajadores Agrícolas (UFW por sus siglas en inglés) está marchando 150 millas desde el valle del San Joaquín hasta la capital estatal, Sacramento, para presionar al gobernador Gray Davis que apruebe un histórico proyecto de ley que forzaría a los rancheros firmar los acuerdos laborales.

“La justicia demorada es justicia denegada,” dijo Arturo Rodríguez, presidente del UFW, y Dolores Huerta, fundadora con César E. Chávez de la unión laboral, que están encabezando la marcha. La caminata empezó el 16 de agosto y terminará el 25 del mismo mes con una manifestación masiva en el Capitolio.

El proyecto de ley SB-1736 pasó ambas cámaras de la legislatura de California con básicamente los demócratas votando en favor y los republicanos en contra. El gobernador no ha tomado una posición pública sobre el proyecto que debe llegar a su escritorio poco antes de la manifestación.

Si él firma el proyecto sería la más importante legislación para trabajadores agrícolas desde la histórico Ley de Relaciones Laborales Agrícola del 1975, que fue la primera ley en el país en darle el derecho a trabajadores del campo a organizar sindicatos y negociar acuerdos con los rancheros. Este proyecto le otorgaría a los campesinos un proceso de mediación y arbitraje para ganar acuerdos colectivos con los rancheros que rechazan negociar de buena fe.

Introducido por el senador estatal John Burton, demócrata por San Francisco, la ley aseguraría que los trabajadores del campo tengan los mismos beneficios y derechos sindicales por la cual ellos votaron para otros trabajadores en elecciones de representación sindical supervisadas por el estado. Ese mismo derecho se le otorgó a los trabajadores de las carreras de caballo el año pasado.

La ley actual no le pone suficiente presión a los rancheros para que participen de buena fe en las negociaciones. El resultado es que pasan los años a gran costo para que el sindicato pueda llegar a un acuerdo.

De las 428 compañías donde los empleados votaron en favor del UFW desde el 1975, solo 185 han firmado acuerdos con la unión. Muchos rancheros toman represalias contra los trabajadores y contratan a abogados para demorar el proceso. El arbitraje obligatorio acabaría con esto y aseguraría un acuerdo.

En Salinas, en el rancho de vegetales de D’Arrigo Brothers, los trabajadores votaron por unirse al sindicato en el 1975, y a pesar de décadas de negociaciones, los 1.400 trabajadores todavía no tienen un acuerdo.

El sector agrario de $27 mil millones de California se opone al proyecto Burton. Sin embargo, la unión está firme en sus esfuerzos para pasar el proyecto en un sector donde 75 por ciento gana menos de $10 mil anual y 90 por ciento no tiene seguro médico.

Rodríguez le dijo a la prensa, “Ellos son los trabajadores más explotados que existen en California. No toma un genio para ver quien necesita ser tratado con justicia.”

“El derecho a negociar no está supuesto ser solo un ejercicio académico. ¿De qué sirve el derecho a organizar si los trabajadores agrícolas nunca consiguen un acuerdo?,” dijo Marc Grossman, portavoz del UFW.

Cruz Bustamante, teniente gobernador del estado, está apoyando el proyecto de ley y se unió la marcha el domingo pasado al llegar un autobús con trabajadores del valle de Salinas. Muchos de estos eran de las fincas de D’Arrigo Brothers.

Veintinueve legisladores – encabezado por la senadora Martha Escutia, demócrata por Norwalk, se unieron a los trabajadores ayunando en las escaleras del Capitolio.





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