Crítica
Imagínese despertar una mañana y encontrar que su mundo completo ha cambiado. Usted descubre que su esposo ha desaparecido y su hijo no se encuentra.
Para hacer las cosas peor, su criada, la latina, con la cual cuenta para limpiar su casa, preparar su comida, ayudar criar a los niños y hacer quehaceres, no llegó a trabajar. Una llamada a la policía le trae la noticia que esto está pasando a través de toda California. Todos los mejicanos han desaparecido.
Este es el tema de una comedia con un mensaje – Un día sin mejicanos.
Una calamidad ha caido sobre California. No solo las criadas, sino los que cosechan nuestros alimentos, lavan nuestros carros, limpian nuestros cuartos de hoteles, hacen nuestra ropa, trabajan en restaurantes como cocineros, limpiadores, camareros y camareras – en total, todos esos mejicanos que trabajan en empleos que son considerado bajos y de poca importancias por muchos “anglos” han desaparecido.
Es una película cómica y entretenida. El mensaje es que debemos apreciar a estos trabajadores mejicanos porque no podemos sin ellos. La película hace este argumento bien.
Lo que falta es que no hay ninguna mención del porqué estos trabajadores dejan a sus países (toda la gente de los diferente países de Centro y Sur América son llamado mejicanos por muchos californianos no latinos) para venir a Estados Unidos. No hay ninguna mención de la pobreza y el alto desempleo bajo el cual viven nuestros vecinos centroamericanos. Tampoco enseñan las privaciones, sacrificio y peligros que enfrentan estos inmigrantes al tratar de llegar a nuestro país.
Ausente también está ninguna mención de los ingresos bajos y las terribles condiciones de explotación bajo cuales estos inmigrantes están forzados a trabajar. Los que son indocumentados no tienen ninguna manera de protestar porque están bajo la constante amenaza de ser deportados.
Pero, después de todo, es una comedia y la parte dramática está a un mínimo. Además, cualquier película que revela los problemas a los que se enfrentan los inmigrantes latinos vale la pena. Pues, recoja a los hijos y vayan a verla. Ellos – y usted – pueden aprender algo.
Armando Ramírez es miembro de la Comisión por la Igualdad Mejicoamericana del Partido Comunista de Estados Unidos. Se puede comunicar con él al mandosthing@aol.com.
Un día sin mejicanos – una película