Unidad y huelga de hambre gana victoria para trabajadores

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WASHINGTON — Después de meses organizando y una huelga de hambre de nueve días en la cual dos estudiantes tuvieron que ir al hospital, una alianza laboral-estudiantil en la Universidad Georgetown ganó una tremenda victoria con implicaciones nacionales dicen los organizadores.

Los trabajadores de Georgetown ganaron un salario de $14 la hora para el 2007 y otros beneficios que incluyen paridad en salario entre los trabajadores de la universidad y los subcontratados, seguridad de empleo y el derecho de organizarse en sindicatos. Algunos trabajadores universitarios ganaban solo $8,50 la hora, la mayoría ganando entre $9 y $10 la hora. Más de 450 trabajadores serán afectados.

“Es una gran victoria para los trabajadores de Georgetown”, dijo Chris Garlok, coordinador de “calor callejera” para el Concilio del Trabajo de la zona metropolitana del Distrito de Columbia. “Aun más importante, sube las normas y el perfil nacional porque Georgetown es una escuela de alto perfil y en realidad es considerada una líder moral”.

El Comité de Solidaridad de Georgetown (CSG) inició la lucha por los salarios. En 1998 el CSG ocupó oficinas de la Universidad que la forzó a no usar mercancía producida en talleres de explotación para productos con el nombre de Georgetown.

“Después de que el CSG ganó eso, empezaron a trabajar en cuestiones más locales”, dijo Rachel Murray, portavoz de la Coalición para un Salario Anti-Pobreza (Living Wage Coalition) de Georgetown (LWC por sus siglas en inglés). “Nosotros hemos estado hablando de un salario anti-pobreza por lo menos desde marzo del año pasado y explicándole la cuestión a otros estudiantes”.

Este año el grupo decidió formar una coalición “más específica”, la LWC, para envolver a más grupos y empezar inmediatamente para que envuelva toda la universidad.

La lista de grupos que la LWC cuenta como afiliados incluye la Asociación de Estudiantes Judíos, la Asociación de Estudiantes Musulmanes, el grupo de estudiantes chicanos, MEChA, y PRIDE, el grupo de homosexuales y lesbianas del campus, entre otros.

“Los estudiantes hicieron una campaña brillante”, dijo Garlok. Él dijo que los estudiantes calcularon el momento oportuno impecable – con la máxima publicidad para la Semana Santa en un instituto de enseñanza jesuita. Él agregó que la cuestión moral estaba de su parte y estaban dispuesto sufrir físicamente por esta cuestión.

Las cosas se pusieron más caliente cuando los estudiantes declararon una huelga de hambre el 15 de marzo. Unos 26 estudiantes participaron con cientos otros apoyándolos.

Aun la Universidad resistió. Jim Welch, jefe del centro de servicios de salud para los estudiantes, dijo que le daría a muchos de los huelguistas de hambre licencia de ausencia forzada por razón médica. Para prevenir esto, los estudiantes decidieron ingerir jugo solo en vez de solo agua.

La huelga consiguió el reconocimiento de dirigentes sindicales a nivel local y nacional que culminó con una manifestación el 22 de marzo de cientos de gente. Richard Trumka, secretario tesorero de la AFL-CIO, Josh Williams, presidente de Concilio del Trabajo, y Eleanor Holmes Norton, la delegada al Congreso por el Distrito de Columbia, se encontraban entre los oradores.

Los manifestantes marcharon hasta las oficinas de la Universidad donde Trumka y Williams iban a reunirse con el presidente y vicepresidente de la Universidad. “Ocupamos la oficina del presidente”, dijo Garlok, “y esperamos que salgan, pero no salieron”.

Williams anunció que él y otros líderes laborales se unirían a la huelga de hambre si la Universidad no se ponía de acuerdo con las reclamaciones el próximo día. El 23 de marzo a las 11:30 de la noche – solo 30 minutos antes de la hora límite – la Universidad aceptó un acuerdo.

dmargolis @ pww.org