Vigilia en Hospital Harlem: ‘Paren los recortes de Medicaid’

NUEVA YORK – Estaba extremadamente frío afuera del Hospital Harlem en esta ciudad, pero los manifestantes estaban que echaban chispas. La bocina, funcionando mal, intermitentemente sonando como el Sistema de Radiodifusión de Emergencia proveió un signo apropiado. El Hospital Harlem, Medicaid y la gente pobre se enfrentan a una emergencia.

Bajo el llamado “Cuidado Médico para Todos: una Receta Moral” la Coalición Laboral-Religiosa de Nueva York Metropolitana.(GNYLRC en inglés) conjuntamente al Distrito 37 del sindicato Federación Americana de Empleados de Estado, Condado y Municipios, se reunieron en una vigilia ecuménica al frente del Hospital Harlem para demandar un fin a los recortes de Medicaid.

La vigilia fue parte de una serie de iniciativas de la GNYLRC y 12 sindicatos locales para cesar con el ataque al cuidado médico en las comunidades pobres. El acto comenzó con el décimo ayuno anual de 40 horas, que animó a los nuevayorquinos no tomar alimentos sólido por 40 horas para llamar atención a este tema vital. La coalición también peticionará a los funcionarios elegidos a que expandan el acceso público al cuidado médico de calidad y cesen con los recortes presupuestarios en los servicios públicos de salud.

En un sistema que cada vez más pone las ganancias antes que el pueblo, los fármacos en EEUU cuestan de 30 a 60 por ciento más que los mismo medicamentos en otros países industrializados. Casi un tercio de cada dolar para la salud va para los ejecutivos de corporaciones e inversionistas. Los trabajadores son adicionalmente engañados porque las compañías de seguros luchan contra las demandas de los pacientes.

Un reflejo gráfico de esta desigualdad en el cuidado médico es el hecho de que mientras EEUU gasta el porcentaje más alto de su Producto Nacional Bruto de todos los países industrializados en cuidado médico, la estadísticas totales de la salud, son asombrosas particularmente en comunidades afronorteamericanas y de minorías. Los afronorteamericanos adelantan a los blancos virtualmente en toda categoría de enfermedad y malestar. Las muertes y complicaciones de enfermedades son mas altas en los afronorteamericanos y el progreso de recuperación tiende a ser mas lento.

“Tenemos la habilidad de curar al pueblo a trevés de las ciencias de salud, nuestro conocimiento de la salud y nuestros trabajadores de la salud”, comentó en la vigilia Michael Relyea de la Iglesia Bowery de San Marcos y un miembro del Local 1113 DC 37. “Estos regalos de Dios no son dados para enriquecer a las compañías de seguros o aumentar el poderío de las corporaciones. Nos los son dados para que el pueblo pueda curarse de las enfermedades y disfrutar de un buena vida”.

Un informe en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra reveló hace más de una década que el estado de salud (particularmente el de superviviencia) de los hombres afronorteamericanos en Harlem es peor que el de Bangladesh, uno de los países más pobres del mundo. Con todo el Hospital Harlem está por perder hasta $300 millones, que severamente reducirían los servicios y el cuidado de paciente – esto en un centro que sirve una de las comunidades más empobrecidas de la nación. Estos recortes eliminarían programas vitales que sirven a los niños, a las familias de ingreso bajo, gente lisiada y ancianos.

“Venimos a enviar un mensaje claro, a la Casa Blanca, a la legislatura estatal, a la alcaldía … no descansaremos”, dijo el concejal municipal Stanley Michael. “El cuidado médico es un derecho. Aunque sea una persona de la clase trabajadora o no tengas seguro, cada ciudadano de este país y de esta ciudad merece tener cuidado médico decente y bueno”.

mfrazier @ pww.org