“¿Qué tipo de sociedad somos que cualquier cosa es aceptable hoy?” – C. Vivian Stringer, entrenadora del equipo femenino de baloncesto Scarlet Knights de la Universidad de Rutgers.
Los comentarios crudos racistas/machistas del locutor de radio Don Imus han encendido una tormenta de protesta antiracista de gente de todas las razas y nacionalidades a través de todo el país. Esta protesta rápido tuvo el resultado de que el programa perdiera varios anunciantes y la cadena MSNBC dejar de transmitir el programa de Imus. Después de demorarse por un tiempo, la cadena de radio CBS por fin decidió de despedir a Imus y su programa — un programa que generaba ingresos de $50 millones anuales por anuncios.
Esta tormenta de protesta está relacionada a un nuevo sentimiento en el país que rechazó la mayoría republicana de extrema derecha en el Congreso el pasado noviembre. Este sentimiento es más que uno antiguerra — es uno antiderecha. Con la excepción del voto en Michigan que revocó a la Acción Afirmativa (y en la que miles pensaban en error que estaban votando a favor de los derechos civiles), los resultados mostraron la unión de una coalición multirracial con las organizaciones laborales y populares al centro.
La derrota republicana no pudo llevarse a cabo sin un rechazo de masas contra el llamado racista usado por los republicanos en pos de su agenda doméstica y exterior pro guerra y pro corporaciones.
El rechazo masivo contra Imus es parte de este nuevo sentimiento democrático. Es vergonzoso que CBS tomó tanto tiempo para despedir a Imus. Él continuamente ha usado el racismo, el machismo, y humor antihomosexual, antiinmigrante y antisemita. Efectivamente, él ha estado alimentando a la maquinaria ideológica republicana derechista, una maquinaria que excusa su política extremista antitrabajadora. Aun más gente hoy se dan cuenta que estos insultos racistas y machistas causan daño a nuestro país y tienen que parar.
Solo unas semanas atrás, en la cena de Cuerpo de Prensa de Washington, el asesor principal del presidente, Kart Rove, interpretó una versión racista supuestamente de un rapero.
Esto es lo que viene de un gobierno que está desmantelando los derechos civiles y se niega proveer para las víctimas del huracán Katrina. Este es el ambiente en el que personajes de la farándula como Imus y Michael Richards sienten que pueden hacer cualquier cosa. El racismo está vivo y saludable en la Casa Blanca.
Y no solo en la Casa Blanca. El Partido Republicano continúa su llamado a sus constituyentes racistas. El desgraciado senador Trent Lott fue reelecto como el segundo líder de su partido en el Senado. Está claro que los republicanos no tienen ningún problema escogiendo a un segregacionista no arrepentido como su líder.
Porque la presencia de Imus es tan grande en los medios de comunicación, su despido enviará un fuerte mensaje a otros personajes públicos que están haciendo lo mismo. El despido dirá ¡Basta ya!
La defensa de Imus fue él es “una persona buena que hizo algo malo”. Pero gente buena no riegan el racismo ni el machismo.
Él dijo que existen normas diferente porque raperos negros usan esos términos todo el tiempo. La entrenadora Stringer, en una rueda de prensa, rechazó esta línea, diciendo que no hay excusa. “Imus”, dijo ella, “tiene tres veces la edad de estos y debe saber mejor que eso”.
Ella tiene razón. Sin embargo se debe agregar aquí que por muchos años ha habido gran oposición dentro de la comunidad negra contra el uso de lenguaje racista y machista precisamente porque le da licencia a los racistas usar el mismo lenguaje. Y para estar claro, la mayoría de la música rap de hoy es pagada y aprobada por ejecutivos de corporaciones que son hombres blancos.
Todo el país debe sentirse orgulloso de las deportistas de Rutgers que han demostrado enorme dignidad y claridad. Essence Carson, capitana del equipo de Rutgers, apuntó que, “Esto nada tiene que ver con atacar una figura grande de la radiodifusión. Estamos atacando un tema que no es justa”. Carson claramente ve más allá.
Para que tenga efecto, la lucha contra el racismo debe ser extendida en todas áreas: empleo, vivienda, derechos democráticos y servicios de salud. Como en todas las cosas, este acontecimiento negativo tiene un pedazo positivo. Este incidente está creando una nueva y creciente ofensiva contra el racismo y machismo.
Hoy celebramos el despido de Imus, pero con demandas adicionales por la paz, empleo y la democracia. Para llegar a estas metas tenemos que eliminar al racismo.
Jarvis Tyner (jtyner @ cpusa.org) es vicepresidente ejecutivo del Partido Comunista de EEUU. Este artículo fue escrito para la Junta Nacional del PC.
¡Digamos NO al racismo y al machismo!