Todos los trabajadores tenemos mucho invertido en la lucha por los derechos de los inmigrantes, y debemos rechazar a aquellas personas que pretenden utilizar la cuestión de inmigración para dividir al pueblo afronorteamericano, latino y anglo.
Somos una nación de inmigrantes. Con la excepción de los indígenas norteamericanos, prácticamente todas las familias en los Estados Unidos tienen sus raíces en otros países. En los Estados Unidos tenemos una clase trabajadora más multirracial y multinacional de todo el mundo.
La tendencia a largo plazo es que la inmigración va continuar. Hay quienes, sobretodo a la derecha política, que piensan que esta es alguna clase de "amenaza" para nuestra nación, pero muy lejos de esto, nuestro carácter multirracial debe verse como un punto muy fuerte para nuestro país.
¿Por qué viene tanta gente a este país?
Últimamente la migración desde México ha estado bajando debido a la crisis económica en este país. Muestra este hecho que la migración mexicana tiene que ver con empleos y supervivencia. El imperialismo norteamericano siempre ha sofocado la economía mexicana, pero el Tratado de Libre Comercio ha empeorado la situación.
He viajado a la frontera entre Arizona y México y he visto las caras de las personas, mayormente jóvenes, que a diario arriesgan sus vidas para pasar por el desierto con su calor y sus víboras. Cargan consigo las esperanzas de sus familias de que logren cruzar y que encuentren empleos para enviar dinero a sus familias. Muchos nunca llegan.
Me hace pensar en la situación peligrosa de los miles de esclavos en los tiempos de la esclavitud que tuvieron que caminar y hasta correr por cientos de millas para evadir captura por parte de los cazarecompensas de esclavos que los perseguían, y sin saber lo que les iba pasar al llegar a algún estado "libre" de esclavitud.
Los afronorteamericanos también tenemos nuestro pasado inmigrante. Pues nosotros éramos "inmigrantes ilegales" por 300 años luego de ser arrastrados de nuestros hogares.
Miles escaparon siguiendo la estrella polar, por medio del "ferrocarril subterráneo", un sistema que les ayudaba a esclavos escapados, conducido por activistas antiesclavistas, blancos y morenos. Muchos esclavos africanos escaparon y se unieron con las tribus indígenas. Cuando México abolió la esclavitud en 1829 muchos esclavos norteamericanos cruzaron la frontera rumbo al sur para ganar su libertad. Estos son algunos de los lazos históricos que mostraban solidaridad entre personas afronorteamericanas, blancas, latinas e indígenas en la lucha contra el horror que era la esclavitud norteamericana.
Actualmente esa misma clase de racismo que se ha dirigido en contra del pueblo afro americano se está lanzando en contra de los inmigrantes. Hace falta la unidad para resistir.
La nueva demográfica de los que llegan a los Estados Unidos como inmigrantes ha convertido la cuestión de inmigración en un asunto importante para la comunidad afronorteamericana. Según el censo parcial de 2008, 1 de cada 4 afronorteamericanos nació en el exterior. De los que nacieron en el extranjero, más de la mitad vinieron de las Antillas y otros 34% nacieron en África. En 1960 la cifra equivalente era de que un solo por ciento vinieron de África. De las personas de raza morena que nacieron fuera de los EU, uno de cada tres nació en África. Según las cifras de 2008, un 8 por ciento de los afronorteamericanos nacieron fuera de este país.
Desde luego, el padre del presidente Obama era inmigrante.
Hoy en día 25 por ciento de niños de menos de 6 años de edad son criados por un padre o una madre nacido/a fuera de este país. Los hijos de inmigrantes tienen inmensa posibilidad de superarse si se les ofrece la oportunidad.
Un trato justo y humano a los inmigrantes excluye deportaciones masivas y la criminalización, e incluiría la amnistía. Estas son demandas que deben contar con el apoyo de toda la gente decente dondequiera que esté.
Me ha molestado especialmente los intentos por reaccionarios como Lou Dobbs (ya por fin sacado de su posición en CNN) por convencernos a los afronorteamericanos de que sus altas tazas de desempleo se deben a los inmigrantes.
Los que pretenden difundir los conceptos antiinmigrantes en nuestra comunidad afronorteamericana no están haciendo otra cosa más que promover el racismo y la violencia, y los debemos rechazar de plano.
Quedarnos desunidos en medio de la crisis nacional actual es el camino a más dificultades y más derrotas para toda la clase trabajadora.
Calificarles a los inmigrantes como "delincuentes" como hacen muchos comentaristas derechistas esconda la verdadera historia.
La mera verdad es que nuestras leyes migratorias son opresivas e injustas. Se aplican selectivamente dependiendo de la nacionalidad, raza y clase social del trabajador inmigrante. Entre la experiencia de un inmigrante que trata de entrar en los Estados Unidos desde Canadá y uno que intenta entrar desde México hay una diferencia entre noche y día.
Y a propósito, la esclavitud era "legal" durante 300 años y eso no significa que era justa.
La clave para cualquier resolución humana al problema es alguna clase de amnistía que una a las familias, ponga fin a la criminalización de millones de trabajadores y que les proporcione a los indocumentados un camino hacia la ciudadanía y el empleo legal.
El otro componente de la solución es él de los empleos. Necesitamos urgentemente una revolución verde que pueda crear millones de trabajos bien pagados. Se tiene que aprobar un proyecto de ley de empleos a nivel nacional, utilizando dinero federal para crear millones de puestos de trabajo de alta calidad.
Además, ya llegó el momento de sacar a nuestras tropas de Irak y Afganistán y a utilizar estos miles de millones de dólares que se derrochan en las guerras a la tarea de reconstruir nuestra economía.
La economía norteamericana sacará mucho mas provecho de un aumento en el poder adquisitivo de la clase trabajadora, efectuada por una creación masiva de trabajos subvencionado con impuestos a los ricos, sin mencionar el ánimo que daría esto a nuestro espíritu nacional.