Abrumadora oposición a la guerra entre líderes hispanos

Una encuesta del National Institute for Latino Policy (NILP) mostró que la mayoría de líderes latinos en Estados Unidos, Puerto Rico y las Islas Vírgenes se oponen a la guerra en Irak y están de acuerdo que el presidente George W. Bush mintió sobre las armas de destrucción masiva que fue la razón dada por Bush y su gobierno para justificar la guerra.

Según la Ángelo Falcón, director ejecutivo del NILP que antes era el Puerto Rican Policy Institute, en el 2007 el Centro Hispano Pew auspició un sondeo que enseñaba que solo 27 por ciento de los latinos apoyaban la guerra. En años anteriores el número de latinos que apoyaban las acciones bélicas del gobierno eran más alta – 39 por ciento en 2004 y 31 por ciento en el 2006.

De los 648 líderes latinos que participaron en el sondeo del NILP 91,6 por ciento se oponían y solo cinco por ciento estaban de acuerdo. Unos 88,2 por ciento dijeron que Bush habló mentiras cuando dijo que habían armas de destrucción masiva en los arsenales de líder iraquí Saddam Hussein.

Según el NILP los 648 “representa a líderes latinos comunitarios, activistas, y otros de todos los sectores incluso que trabajan en gobierno, organizaciones sin fines de lucro, negocios, la religión, académicos, y los medios de comunicación, se pueden describir como líderes de opinión en la comunidad latina [y] que son parte de la red cibernética” del NILP.

Las mujeres tenían un porcentaje más alto en contra de la guerra (94,5 por ciento) que los hombres (88,8 por ciento).

El grupo de edad que más apoyaba la guerra (11,4 por ciento) tenían menos de 30 años. Los de 30 a 39 fueron quienes menos apoyaban la guerra con solo un 2,4 por ciento. Para la edad de 50 en adelante el apoyo pro guerra subió a 5,3 por ciento.

Curiosamente los que menos le importaba la religión estaban más en contra de la guerra (96,5), aunque a los que más consideraban importante la religión tuvieron 86,2 contra las acciones bélicas.

Toda la gente que se identificaron como “progresistas” políticamente estaban en contra de la guerra. Los “liberales” tenían un nivel de 98,7 en contra y los “moderados” un 85,1 de oposición. Hasta los que se llamaron “conservadores” tenían una mayoría (51,0) antiguerra.

La región de Estados Unidos donde uno vive aparentemente influye a los sentimientos en favor en contra de la guerra. Los del Sur la apoyaban con un 11,7. El apoyo en otras regiones era mucho menos – el Noreste con 3,6, el Centro con 4,0 y el Oeste con 5,3 por ciento. De los que viven en Puerto Rico ninguno apoyaba la guerra.

El reporte del NILP dice, “Muchas de estas diferencias regionales están basadas en el origen nacional. La guerra tuvo más respaldo entre los cubanos en este sondeo (12,5 por ciento) y menos entre los dominicanos (ninguno en favor), los puertorriqueños (4,7 por ciento) y los mexicanos (4,9 por ciento), y los que indicaron origen étnicos mixtos aprobaban de la guerra en un 5,3 por ciento.