BERKELEY, California – Llegaron de todas las regiones del país y de cada arena de lucha en pro de la justicia racial – y con una voz declararon que por consecuencia del voto el 2 de noviembre, estaban resueltos luchar por la democracia, igualdad, justicia social y económic aun más.
Más de 500 líderes y activistas participaron en la conferencia que se celebró de 11 a 13 de noviembre en la Universidad de California en Berkeley auspiciada por el Centro de Investigaciones Aplicadas con el nombre de Raza y Política Pública: Una agenda proactiva para el 2005 y el más allá. Los participantes, jóvenes y gente de color en su mayoría, representaban a cientos de movimientos que une a gente a través de organizar la base.
“Especialmente después de las elecciones, gente quieren estar con gente que piensan igual y ir adelante”, dijo Tammy Johnson, directora de programa de la conferencia, explicando que la asistencia fue mucho más allá de lo que se esperaba. “Muestra que la gente no se está rindiendo – estamos dispuestos a luchar y seguir la pelea”.
Los plenarios y los talleres pasaron toda la gama de luchas para poner fin a la opresión racial y nacional, de el derecho al voto y la reforma electoral hasta la educación, calidad y acceso al empleo, perfilamiento racial, salud, vivienda, idioma, derechos de inmigrantes, medios de comunicación, derechos de soberanía de los indios y crear coaliciones comunitarias-laborales. Se presentaron más de una docena de modelos que salieron de recientes victorias legislativas y legales.
En la apertura de un plenario sobre los pasos próximos a tomar después de las elecciones, Johnson hizo énfasis sobre los movimientos creados durante la campaña electoral como base para avances futuros. Ella citó las victorias que incluyeron los referendos sobre sueldo mínimo en Florida y Nevada, la elección de nueve indios a la legislatura estatal en Idaho, y los nuevos senadores demócratas Barack Obama por Illinois y Ken Salazar por Colorado.
Jacqueline Berrien de Fondo de Defensa Legal de la NAACP hizo un llamado en favor de un enfoque amplio que vea el apoderamiento de votantes como un proceso continuo. “Nosotros nos quitamos poder cuando solo ponemos atención en las elecciones presidenciales cada cuatro años”. Berrien animó que luchen por medidas para hacer el sufragio más fácil, y llamó las acciones del Servicio de Rentas Internas contra la NAACP y su status como organización sin fines de lucro después de la crítica del presidente Julian Bond, “no simple enfriador, sino congelador”.
En unas elecciones para presidente en tiempo de guerra, el movimiento popular llegó bien cerca, dijo María Blanco del Comité de Abogados del Area de la Bahía para los Derechos Civiles. Blanco exigió que se haga una “defensa ofensa” contra la nominación de Alberto Gonzáles para fiscal general, una nueva ley de derecho al voto que prohibe la supresión del voto, y una lucha ampliada para la legalización y amnistía para inmigrantes en vista de la Proposición 200 en Arizona.
Muchos se dirigieron a la guerra en Irak. Norman Solomon del Instituto para la Precisión Pública llamó al movimiento contra la guerra “la intersección entre guerra, militarismo, raza y pobreza”. Gary Delgado, uno de los fundadores y director ejecutivo del Centro de Investigaciones Aplicadas, apuntó que la guerra y la “guerra contra el terror” ahora absorbe 40 centavos de cada dólar que pagamos en impuestos.
Uno de los cuentos más sobresalientes era el de la campaña de la nueva representante estatal de Rhode Island, Grace Díaz. Su candidatura salió del movimiento de las proveedoras de cuido de niños en el hogar de Rhode Island para ganar dignidad y respeto – una lucha que empezó con organizar en la comunidad para acción directa a principios de los 1990s y evolucionó en una campaña para la sindicalización hoy. Ella fue dirigente del sindicato de las proveedoras – Distrito 1199 del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios.
Díaz es la primera dominicana electa a un puesto estatal en Estados Unidos. Su campaña multirracial en un distrito de mayoría latino, apoyada por los sindicatos y organizaciones de la comunidad derrotó al incumbente de cuatro años. Una madre soltera que emigró a EEUU en el 1990, Díaz dijo, “empecé con nada” como muchos en su distrito. Ahora, dijo Díaz, “Tengo que quedarme en contacto con mi comunidad porque el movimiento de justicia racial no termina cuando eligen a uno. Tenemos que construir la unidad de la comunidad, construir desde la raíz, la familia”.
Otro taller presentó luchas en Brooklyn, Nueva York, Washington, DC, Oakland, California y comunidades en Idaho done una coalición mulirracial, multilingue, han ganado derechos de acceso a los hospitales y escuelas en otros idiomas, con la participación de sindicatos y legisladores locales.
La conferencia empezó con una presentación por Tavis Smiley, cuyo programa de televisión está la redes PBS y NPR. Smiley exigió que se desarrolle un “Convenio con Gente Negra”, unos principios para exigirles a los candidatos. “Tenemos que estar claro sobre la diferencia sobre poder ser electo y contabilidad”, él dijo. “Tenemos que hacer que los oficiales elegidos acepten responsabilidad sobre temas de justicia racial”.
Al cierre, Delgado declaró a una audiencia aplaudiendo de pie, “Tenemos que estar dispuestos a no simplemente decir NO, sino ser activo, proponer, darle a nuestro pueblo algo claro que escoger ... Equidad y justicia son nuestros valores, nuestra fuerza – no podemos concederlas”.
Activistas se comprometen a la acción