CHICAGO (Prensa Asociada) – Una importante activista en favor de los inmigrantes indocumentados buscó refugio en un templo el 16 de agosto en vez de entregarse voluntariamente para ser deportada, al señalar que temía ser separada de su hijo pequeño.
“Soy madre soltera. Mi hijo es ciudadano”, señalá Elvira Arellano, en el Templo Adalberto de la Iglesia Metodista Unida en Chicago. “No soy terrorista ni criminal, soy madre de familia y él es mi hijo”, agregó.
“Quiero quedarme aquí por mi hijo. Quiero darle un futuro mejor, una vida vida”, agregó.
Arellano, quien fue deportada poco después de cruzar sin papeles a la frontera hacia Estados Unidos en 1997, es la presidenta de la organización United Latino Family, que pugna para evitar separaciones de familias por deportación.
La mujer comentó que regres a Estados Unidos unos días más tarde, vivió en Oregón durante tres años y se mudó a Chicago en el 2000. Fue arrestada en el 2002 en el Aeropuerto Internacional O’Hare de Chicago, donde trabajaba como personal de limpieza y posteriormente fue hallada culpable de suministrar un número de Seguro Social falso al solicitar empleo.
Arellano recibió la orden de presentarse en la oficina de inmigración en Chicago, pero en vez de ello se marchó al templo. El pastor Walter Coleman dijo que su congregación le ofreció refugio a Arellano. Coleman dijo que no creía que Arellano tenga que elegir entre dejar atrás a su hijo o sacarlo de su casa.
“Ella representa la voz de los indocumentados, y creemos que es nuestra obligación, nuestra responsabilidad, que esa voz tenga un estrado para que pueda ser escuchada”, agregó Coleman.
Las autoridades federales declararon fugitiva a Arellano y señalaron que el hecho de que se encuentre dentro de una iglesia no le garantiza protección de arresto y deportación.
Buscan deportar activista pro inmigrantes