WASHINGTON — Se oyeron muchas protestas al conocerse el presupuesto de $2,570 mil millones que el presidente George W. Bush está proponiendo. Muchos lo llaman un plan fraudulento, radical para recortar el uso de fondos para necesidades humanas mientras colma miles de millones para los “avariciosos”.
El presupuesto que el presidente envió al Congreso para el 2006, el 7 de febrero, alza los gastos militares por 5 por ciento para a $419 mil millones de $400 mil millones en el presupuesto actual. Este nuevo número no incluye los fondos para las guerras en Irak y Afganistán. Bush pide $81 millones fuera del presupuesto para pagar por esas aventuras que ya han costado $151 mil millones. Tampoco incluye el costo del esquema para privatizar el Seguro Social, que se estima añade unos $2.000 mil millones al déficit en los próximos 10 años y $6.000 mil millones en los próximos 20 años.
Mientras tanto, gastos para la salud, escuelas, cupones de alimento, veteranos y otros programas domésticos, que ahora están a $392 mil millones, serán recortados por $3 mil millones y congelados por cuatro años.
Robert Greenstein, director del Centro sobre Prioridades Presupuestaria y Políticas, acusó a Bush de tener una agenda de largo plazo que busca terminar con programas domésticos a pesar de que el número de pobre y desempleados que dependen de esos programas subió a más de 50 millones.
Thomas H. Corey, presidente de los Veteranos de Vietnam, acusó a Bush de hacer “guerra presupuestaria contra los veteranos”.
“Con soldados estadounidense desplegados a través del globo, la administración ofrece perogrulladas sobre la valentía de nuestros jóvenes en la linea de fuego”, dijo el líder de veteranos. “Sin embargo, este presupuesto extremadamente insuficiente muestra que no entienden la obligación de nuestra nación cuidar a sus veteranos”.
Medicaid es otro programa federal de salud que quieren recortar por $45 mil millones en la próxima década, no obstante el número de gente sin seguro médico está llegando a 50 millón. El recorte en los cupones de alimentos pondrán fin a la ayuda para entre 200.000 y 300.000 personas de bajo ingresos, la mayoría familias con niños, dijo Greenstein. Él agregó, “El presupuesto propone nuevos recortes de impuestos ... que reduce el ingreso [del gobierno] por casi $130 mil millones en cinco años, y $1.400 mil millones en 10 años”. Estos recortes benefician solo el un por ciento de los más ricos.
El congresista demócrata por Illinois, Jesse Jackson, dijo que Bush busca perpetuar “un engaño ... Es un presupuesto que premia a los avariciosos y recorta lo de los necesitados. Busca hacer los recortes de impuestos para los ricos en cosa permanente y aumentar el presupuesto militar, mientras recortando los programas de salud para los pobre y veteranos y recortando gastos para el medio ambiente y la educación”.
Las organizaciones pacifistas Acción por la Paz y Unidos por la Paz y Justicia organizaron llamadas al Congreso el 9 de febrero, pidiendo a los legisladores que rechazen la petición de Bush por $81 mil millones para la guerra con el mensaje, “Ni un diez centavos deben ir a la guerra en Irak”.
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Bush propone presupuesto anti-popular