Campaña republicana para reprimir el voto negro

El pueblo afronorteamericano desde la esclavitud hasta este día han tenido que llevar a cabo una lucha fuerte, amarga y sangrienta para tener derecho al voto. El derecho al voto, por lo tanto, es sagrado; es parte básica para lograr la plena democracia.

Un 83 por ciento de los votantes negros le dijeron a CBS/NET que votarían este año. Es más que el récord de 71 que votaron en el 2000. Sería un factor decisivo para la derrota de George W Bush y los republicanos ultraderechistas.

El Partido Republicano y la derecha llevan a cabo una campaña bien financiada para debilitar y destruir el impacto del voto afronorteamericano. Esta campaña viola la Ley del Derecho al Voto y el principio de una persona, un voto. Esto es un ejemplo claro de la naturaleza racista de la administración Bush.

A pesar de su discurso demagógico de una sociedad ciega al color, la administración Bush ha sido racista y consciente del color. Están atacando la idea del sufragio universal y la democracia multirracial.

Una conspiración racista para reprimir el voto negro, realizada en nombre de la lucha contra el fraude, fue clave para que la campaña Bush-Cheney se pudiera robar las elecciones del 2000. Pasó no solo en Florida sino en otras partes del país.

El gobernador de Florida Jeb Bush y la secretaria de Estado Katherine Harris contrataron Database Technologies (DBT) para purgar a menos de 90.000 personas de la lista de votantes, incorrectamente los identificados “delincuentes.” DBT fue pagado más que $1 millón de fondos públicos para realizar esta operación, en violación flagrante a la Ley del Derecho al Voto. De estos que quitaron, 80 por ciento no fueron delincuentes.

Barricadas de la policía estatal evitaron que votantes, principalmente negros, fueran a votar. En las urnas, se les pidió identificación adicional con foto a los negros. Folletos fueron repartidos con la incorrecta fecha para el día de la elección, y con la advertencia de que la gente con multas de estacionamiento o problemas con sus impuestos tal vez tendrían problemas si votaban. Máquinas de votar con problemas mecánicos fueron concentrados en los distritos negros y demócratas.

La campaña de Bush evidentemente ha concluido que no puede ganar en 2004 sin usar las mismas tácticas. La NAACP y People for the American Way (PFAW) han publicado un excelente informe, “La Larga Sombra de Jim Crow: La intimidación de votantes y la supresión en América hoy”. Documenta la conspiración racista para robar votos en las próximas elecciones.

El informe concluye, “Con muchas predicciones de una elección nacional estrecha y una ola sin precedencia de nuevos votantes inscritos, agentes políticos sin escrúpulos buscarán cualquier ventaja, incluyendo la represión y los esfuerzos de intimidación. Como en el pasado, los votantes minoritarios y poblaciones pobres serán los blancos de trucos sucios en las urnas”.

El informe cita que la nueva lista para la purga que la secretaria de Estado de Florida Glenda Hood envió en donde intenta quitar a miles de “delincuentes potenciales” de la lista de votantes. Esto nos recuerda de la purga de votantes negros en 2000. Una clamor furioso forzó al gobernador Jeb Bush retirar la lista, pero la lista está todavía en manos de 67 supervisores encargados de las elecciones. Policía armada sin uniformes visitaron a votantes negros ancianos en Orlando esta primavera en un esfuerzo similar para reprimir e intimidar a votantes negros.

La campaña Bush ha calculado que si pueden aumentar el voto negro para los republicanos en 1 o 2 por ciento, o disminuir el voto negro para los demócratas por un margen similar, ellos ganarán las elecciones por una segunda vez.

Quieren intimidar y hasta están preparados para usar violencia. En las elecciones para el alcalde en Filadelfia en 2003, el informe del NAACP–PFAW dice, que más de 300 carros con letreros magnéticos diseñados para verse como la insignia de la policía llenos de hombres misteriosos uniformados cargando tablillas con sujetapapeles, invadieron a la comunidad negra – abordando a los votantes y desafiando sus derecho a votar.

Al mismo tiempo, el FBI, bajo el secretario de Justicia John Ashcroft, puso un micrófono oculto en la oficina del alcalde John Street. Cuando el personal de Street descubrió el micrófono, la gente de la ciudad le dio coraje. Entendieron que fue un truco sucio de los republicanos con el fin de poner uno de los suyo como alcalde en la ciudad más grande de Pensilvania.

Hay reportes que el vicepresidente Dick Cheney tiene $750.000 para contratar matones profesionales de Vance International para entrar a lugares de votación en los vecindarios de clase trabajadora y de minorías este noviembre. Afortunadamente, muchos votantes se dieron cuenta de lo que pasó en el 2000 y están determinados a que esto no pasé otra vez.

Todas las áreas mayores de la vida – empleo, pobreza, niveles de encarcelación, educación, vivienda y el hambre – han empeorado para los afronorteamericanos desde que Bush tomó poder. El perfilamiento racial es extenso especialmente después del 11 de septiembre . Los altos niveles de pobreza y menos oportunidades para educación y empleo están forzando a muchos jóvenes afronorteamericanos ingresar en los servicios militares. Por estas razones Bush casi no tiene apoyo entre los afronorteamericanos.

El 16 de julio, la congresista Corrine Brown (Demócrata por Florida) fue una de varios representantes de negros y blancos que hablaron en la Cámara de Representantes en favor de a ONU monitorear nuestras elecciones el 2 de noviembre. Dijo que en su distrito durante las elecciones del 2000, botaron 27.000 papeletas de sus constituyentes afronorteamericanos. Ella audazmente acusó a la administración Bush-Cheney de robarse las elecciones y al liderazgo republicano de la Cámara como cómplices en un criminal golpe de estado. Los republicanos quitaron sus palabras del registro oficial, la censuraron y pasaron una resolución que no permite que la ONU monitoreé la elecciónes.

En el país, miles de voluntarios del movimiento sindical, jovenes y grupos estudiantiles, de mujeres y ancianos han estado inscribiendo y educando votantes sobre lo que hay en estas elecciones. Las organizaciones principales de derechos civiles están inscribiendo a millones en las comunidades negras y latinas. Como dijo Julian Bond, presidente del NAACP, en su reciente convención, “Cualquier sección que no esté involucrado en inscribir votantes debe renunciar a la organización”.

Grupos como Rock the Vote, Move On, la Black Radical Congress, la comunidad de raperos, el AFL CIO, la Coalición de Mujeres Sindicalistas y la Coalición de Sindicalistas Negros están inscribiendo y educando a votantes a través del país, especialmente en estados claves.

El Partido Comunista de EEUU y la Liga de Jóvenes Comunistas también están enviando equipos a los estados claves. De sus acciones es claro que hay comprensión amplia que la democracia está en riesgo en éstas elecciones.

Hace dos años, la representante Demócrata por Georgia, Cynthia McKinney, afronorteamericana y una de la más consistente luchadoras contra la agenda de Bush, fue una víctima de un esfuerzo de la administración para silenciar a los oficiales elegidos afronorteamericanos. Miles de votantes republicanos la derrotaron en la primaria demócrata de Georgia.

McKinney fue persistente. En julio regresó para ganar la primaria demócrata, igual a la reelección en su distrito demócrata. Esta victoria muestra que con la lucha, la conspiración racista puede ser vencida.

La Election Day Protection Coalition, formada por el NAACP y PFAW, está pidiendo 25.000 voluntarios y 5.000 abogados para monitorear todos los lugares de votación con poblaciones minoritarias el 2 de noviembre.

Se creó un número de teléfono: 1-866-OUR-VOTE (1-866-687-8683). Los votantes negros, latinos e indios que enfrentan esfuerzos para negarles su derecho a votar pueden llamar a este número de teléfono para pedir ayuda.

Para garantizar la derrota de la conspiración racista republicana, se necesitan voluntarios en los lugares de votación, especialmente en las comunidades afronorteamericanas y latinas, para contestar preguntas, tratar con quejas y desafiar provocaciones y acciones ilegales de oficiales estatales. La clave es ser vigilante con espíritu de lucha.

Bush se robó las elecciones del 2000 debido a la supresión del voto negro y llevó la nación a la guerra y retrasó los derechos democráticos de la mayoría del pueblo norteamericana. Todos los que creen en la democracia y justicia tienen un interésen esta lucha.

Los votantes progresistas no deben ir a trabajar el día de la elección, si es posible, y unirse al creciente movimiento popular para asegurar de cuenten todos los votos.

Jarvis Tyner es Vice-Presidente del Partido Comunista de EEUU. Puede ser comunicarse con él al jtyner@cpusa.org. Tim Wheeler contribuyó a este artículo.