En un esfuerzo por fortalecer las alianzas y buscar apoyo para aumentar las operaciones militares en Irak y Afganistán, el gobierno de Bush envió al vicepresidente Dick Cheney a reunirse con los jefes de estado de Japón, Australia, Pakistán y Afganistán.
La visita de Cheney a Australia, febrero 22 a 25, fue motivo de protestas contra el gobierno del derechista primer ministro John Howard y su apoyo por la guerra de Bush en Irak. De acuerdo a los sondeos, dos tercios de los votantes o quieren que Howard programe una fecha para retirar las 1.450 tropas en Irak o retirarlas inmediatamente. Las encuestas indican que Kevin Rudd del Partido Laborista, le lleva la delantera a Howard, que ha estado en el poder por 11 años, por ocho por ciento. Las elecciones serán este año.
Rudd, que también se reunió con Cheney, está comprometido con retirar a 500 soldados inmediatamente si gana. Él le dijo a la prensa, “Esta guerra en Irak representa el fracaso más grande de la política de seguridad nacional australiana desde la guerra en Vietnam”.
El diario Sydney Morning Herald dijo que Howard estaba en disonancia con el pueblo por su alianza y apoyo a la guerra. En un editorial el periódico denunció el apoyo del gobierno por la guerra en Irak.
Más de 500 manifestantes salieron el 22 de febrero antes de la llegada de Cheney y después el próximo día para exigir el retiro de las tropas australianas. También exigieron que o juzguen o dejen en libertad a David Hicks, un ciudadano australiano encarcelado en Guantánamo.
Durante la protesta más de 1.200 agentes de la policía les cayeron encima a los manifestantes en Sydney cuando estos trataron de marchar pacíficamente, de acuerdo a observadores legales de la Coalición Paren la Guerra de Sydney.
La llegada de Cheney a Japón el 19 de febrero siguió la declaración del ministro de Defensa japonés Fumio Kyuma de que la guerra en Irak fue un error. Esa posición la comparten 57 por ciento de la población adulta de ese país. Cheney ignoró a Kyuma y en vez se reunió con altos oficiales militares. Pero sí se reunió con el canciller Taro Aso que, hablando con periodistas, dijo llamó las estrategias de ocupación estadounidense en Irak como “inmadura”.
Entre el público japonés hay gran oposición a los cambios en la Constitución planeados para promover una alianza militar entre EEUU y Japón.
Dirigiéndose a los líderes japoneses, inclusive el primer ministro Shinzo Abe, en el portavión estadounidense Kitty Hawk, Cheney alabó a Japón por enviar 500 soldados a Irak.
La visita no muy publicitada de Cheney a Pakistán el 26 de febrero coincidió con una reunión sobre asuntos del Medio Oriente en Islamabad con los cancilleres de siete países islámi cos. Aparentemente Cheney no participó en el encuentro. Se reportó que sus discusiones con el presidente Pervez Musharraf cubrió el aumento de actividades de los talibanes en áreas de Pakistán cerca de la frontera con Afganistán, además de un ataque ofensivo de los talibanes que se espera para la primavera.
Esos temas siguieron el próximo día con el presidente de Afganistán Hamid Karzai. Mientras Cheney se encontraba en ese país un ataque suicidio a bomba en la Base Aérea Bagram de EEUU mató a 23 e hirió a 20.
Estados Unidos recientemente envió a 3.200 soldados adicionales a Afganistán y está haciendo campaña a favor de un aumento de tropas de los países de la OTAN. El primer ministro Howard se comprometió a doblar el número de tropas en Afganistán. Australia tiene 500 allá.
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Cheney busca apoyo en Australia y Asia