Congresistas introducen proyecto de reforma Migratoria

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El martes 15 noviembre, los congresistas Luis Gutiérrez y Solomón Ortiz (ambos demócratas, el primero por Illinois y el segundo por Tejas) presentaron un nuevo proyecto de ley por una reforma migratoria integral.

El nuevo proyecto, titulado en inglés "Comprehensive Immigration Reform for America's Security and Prosperity Act of 2009" o CIR-ASAP, proyecto numero H4321 en la Cámara de Representantes, viene patrocinado formalmente por el congresista Ortiz y para empezar cuenta con 91 otros patrocinadores de casi la mitad de los 50 estados de la Unión Norteamericana. Los patrocinadores incluyen muchos integrantes de las agrupaciones de congresistas afroamericanos, latinos, asiáticos y de tendencias progresistas.

CIR ASAP difiere de otros proyectos de ley para una reforma migratoria que se han presentado en los últimos seis años en no incluir ninguna propuesta para más trabajadores huéspedes o temporales, un elemento que fue incluido en los proyectos de ley de los años 2003-2004, 2005-2006 y 2007-2008 para conseguir el apoyo del sector patronal, los republicanos "moderados" en el Senado y la Cámara, y la Casa Blanca de Bush.

La inclusión de un programa de trabajadores huéspedes hizo que la mayoría de las organizaciones laborales no apoyaran a esos proyectos de ley, con la excepción de unos cuantos sindicatos de la federación "Change to Win" como SEIU, UNITE-HERE y los sindicatos de trabajadores agrícolas UFW y FLOC, este último no afiliado con la AFL-CIO. La federación central AFL-CIO no apoyó a esas iniciativas.

Al comienzo de 2009, los sindicatos se pusieron de acuerdo para apoyar un nuevo plan de reforma migratoria, que no incluya un programa de trabajadores huéspedes. En lugar de eso, se propuso formar una Comisión Gubernamental, con participación de sindicatos y negocios, para monitorear en forma continua a la economía y las necesidades laborales, y hacer recomendaciones al Congreso para el número de visas que deben autorizarse a base de este monitoreo. Este pacto entre los sindicatos AFL-CIO y Change to Win produjo una nueva coalición, "Reform Immigration for America", que en la primavera anunció una serie de principios para una reforma migratoria que pueden leerse en www.reform-immigrationforamerica.org. El congresista Gutiérrez tomó estos principios y los fue incorporando en el proyecto de ley que fue presentado el 15 de diciembre.

El proyecto de ley propone la legalización de la inmensa mayoría de los 12 millones de indocumentados que actualmente viven y trabajan en este país, con la única excepción de los que han cometido delitos serios. El haber utilizado un número falso de Seguro Social no será obstáculo a la legalización.

El proyecto también reautoriza a los jueces de inmigración a poder parar la deportación de padres y madres de niños que son ciudadanos si tal deportación aparenta ser dañino el niño, cosa que tal vez hubiera resuelto la situación de Elvira Arellano en Chicago y otras familias. También acabaría con el programa 287 g, que actualmente da permiso a servicios de policías locales y estatales para hacer cumplir con las leyes de inmigración. El alguacil del Condado de Maricopa en Arizona, el infame Joe Arpaio, se ha aprovechado de este programa para desatar una ola de persecución en contra de los habitantes latinos de la ciudad de Phoenix y alrededores; si este proyecto se convierte en ley, ya no podría arrematar contra estos inmigrantes. El proyecto de ley también aumenta el número de visas para trabajo y para la unidad familiar.

El proyecto también contiene medidas de "seguridad en la frontera" y regulación de trabajo, pero estas medidas no van mucho más allá de lo que actualmente se está practicando, y en general suavizan a la aplicación de las medidas restrictivas.

La reacción de las derechas políticas no tardó en manifestarse. Organizaciones antiinmigrantes denunciaron el proyecto Ortiz-Gutiérrez como una manera de premiar a los "delincuentes". A la vez, el sector patronal, como la Cámara de Comercio de Estados Unidos y el congresista republicano Jeff Flake de Arizona se expresaron decepcionados porque el proyecto no incluye nada sobre los trabajadores huéspedes. Algunos elementos de la izquierda también expresaron dudas, pero la inmensa mayoría de los sindicatos, organizaciones latinas y asiáticas, y coaliciones de derechos de inmigrantes y de derechos civiles reaccionaron en una forma positiva.

Pronto el senador Charles Schumer (demócrata por Nueva York) presentará un proyecto de ley de reforma migratoria en el Senado, y el presidente Obama ya dice que piensa que su aprobación se puede lograr en la primera mitad del 2010. Pero todo tiene que hacerse antes de marzo, porque si se demora más, el intento de lograr la reforma migratoria se va a enredar con la politiquería de las elecciones legislativas de noviembre de 2010.

Foto por Pepe Lozano/PW-Mundo Popular, 1 de mayo, 2009, Chicago.