La amenaza de guerra con Irak motivó protestas en ambos lados del Atlántico hace dos semanas mientras un contingente de mujeres anunciaron su intención de hacer una vigilia de 24 horas al día por cuatro meses cerca de la Casa Blanca, organizaciones principales reclaman por una resolución pacífica a la crisis de Irak, y la Campaña por el Desarme Nuclear Británico amenazó acción legal para prevenir que su gobierno ataque a Irak sin autorización explícita de la ONU.
Una vigilia en la Casa Blanca, organizada por una coalición de mujeres que pertenecen a organizaciones como la Organización Nacional para la Mujer y la Liga Internacional Femenina para la Paz y la Libertad que va durar hasta el Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo. Por los menos seis mujeres se quedarán en el sitio en turnos de cuatro días y descansarán en sacos de dormir o en bancos.
Anise Jenkins, una activista de 53 años de Washington, DC, que trabaja como secretaria, le dijo a los periodistas que los manifestantes eran “las madres y esposas y hermanas de esos que serán matado por el petróleo.”
Diane Wilson, una pescadora comercial de Tejas que nunca ha podido pagar para obtener seguro médico, dijo que ella quiere que la administración Bush gaste más dinero en servicios médicos en vez de guerra. “Yo quiero decirle a Bush y al Congreso exactamente como nos sentimos en los pueblos pequeños de Norteamérica,” ella dijo.
En una declaración fuerte emitida el 16 de noviembre por la Asamblea General del Concilio Nacional de Iglesias (CNI) exigió que el presidente Bush y el Congreso haga “todo lo posible sin ir a la guerra” para resolver la crisis. El 13 de noviembre, la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos expresó sus “preocupaciones y cuestiones serias” sobre el afán de la administración Bush por la guerra. Unos días anteriores, Bartolomeo el Primer, patriarca ecuménico que encabeza a 360 millones de cristianos ortodoxos al rededor del mundo, advirtió que habrá “consecuencias catastróficas” si EEUU y Bretaña atacan a Irak.
El CNI, un grupo ecuménico de 36 denominaciones protestantes, anglicanas, y ortodoxas que incluyen a más de 50 millones en 140.000 congregaciones a través de EEUU, le pidió al presidente y al Congreso que se comprometan de nuevo a EEUU a trabajar con las instituciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas y para el desarrollo de la seguridad común para el mundo. El Concilio expresó sus intenciones de “trabajar juntos con toda la gente amante de la paz ... incluyendo dialogar con nuestras congregaciones, con nuestros oficiales públicos, visitas al pueblo de Irak, y consultas con las iglesias cristianas a través del mundo, y a orarle al Señor para que le dé el conocimiento a nuestros líderes mientras se enfrentan a las grandes responsabilidades de vida y muerte.”
El CNI dijo que se oponía a la guerra con Irak por dos razones básicas: “Al plazo corto seré un acto de muerte y destrucción ... En el largo plazo, haría más difícil la construcción y la cura de la comunidad planetaria, que toda nuestras tradiciones religiosas exigen. Nuestra oposición a la guerra preventiva, unilateral contra Irak está basado en una visión más amplia de la seguridad nacional – una que reconoce que las verdaderas amenazas son más económicas, ambientales y sociales que militar..”
Los obispos católicos dijeron en su declaración, emitida durante su reunión de noviembre en Washington, DC, “Basado en lo que sabemos, continuamos encontrarlo difícil justificar el recurrir a la guerra contra Irak, faltando una evidencia clara y adecuada de un ataque inminente de naturaleza grave ... nosotros tememos que recurrir a la guerra, bajo las circunstancias actuales y en vista de la información pública actual, no satisface las condiciones estrictas en la enseñanza católica para invalidar las fuertes suposiciones contra el uso de fuerza militar.”
Ambas organizaciones dijeron que reconocen que la decisión de no tomar acción militar “puede tener sus propias consecuencias negativas” pero que estaban preocupados que guerra contra Irak “pueda provocar el mismo tipo de ataque que intenta prevenir, puede imponernos nuevas cargas terribles sobre una población civil que tanto han sufrido y pueda dirigirnos a conflictos e inestabilidad más extenso en la región.”
Bartolomeo el Primer, el “papa” ortodoxo, dijo el 10 de noviembre, “Hay una reacción general [contra la guerra] en Europa y en el mismo EEUU, y yo creo que, al fin, vamos a poder evitar una nueva guerra con consecuencias que no podemos prever, no solo para la región pero para todo el mundo.”
La intervención del patriarca tienen significado especial porque su sede está en Istanbul, Turquía, donde él ha hecho el diálogo con el islam una de sus priodidades principales.
El grupo británico de desarme dijo que le había enviado una carta al primer ministro británico, y a los secretarios de defensa y asuntos extranjeros pidiendo por una garantía que Bretaña no usará la fuerza contra Irak sin una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. En la carta amenazan hacer una demanda legal si no se recibe una respuesta dentro de una semana.
Creciente protestas contra la guerra