Después del rechazo la semana pasado por los votantes francés y holandés de la Constitución para la Unión Europea, el bloque de 25 países está en un estado de confusión. Estados miembros han expresado su preocupación sobre la crisis que motivó donde el valor del Euro bajó y se cuestiona que va a pasar ahora.
Mientras el presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso le pidió a los Estados miembros que usen este tiempo como un tiempo de reflexión, el gobierno británico anunció el 6 de junio que no va tener un voto sobre la Constitución. El anunció británico fue un golpe visto que Bretaña tomara la presidencia de la UE el mes que viene.
Después de los dos votos negativos, grupos opuestos a la Constitución felicitaron a los pueblos de Francia y Holanda. “Esto es una gran golpe contra el gliterrati y la elite bebedora de chanpaña. La gente trabajadora se han movilizado y han dado su veredicto sobre esta constitución”, dijo el Partido Comunista de Irlanda en una declaración del 1 de junio. “Lo más que los elites insisten en seguir con este proceso, lo más que desenmascara su naturaleza antidemocrática y su verdadera agenda y la plena naturaleza de la integración UE”.
Aunque todavía está programado que Irlanda votará sobre la Constitución, el ministro de Asuntos Exteriores, Dermot Ahern, ha hecho declaraciones que ponen en duda si o no el voto tomará lugar.
Muchos son rápido en hacer claro que el voto no fue contra Europa, sino un voto contra Bruselas, la capital de la UE. Muchos votantes de clase trabajadora expresaron sus preocupaciones de que la Constitución forzaría a los Estados miembros tener una economía capitalista de libre mercados.
Sin embargo, la pregunta todavía es ¿qué va a pasar ahora? La Constitución tiene que ser aprobada por todos los 25 Estados miembros. Algunos, incluyendo el presidente francés Jacques Chirac y el canciller alemán Gerhard Schroeder, están llamando en favor de que el proceso de ratificación siga en los países que quedan. Otros, incluyendo la mayoría de los grupos opositores están apuntando a la locura de votar sobre un documento que está muerto. La mayoría esperan que se tome una decisión concreta en la cumbre del Concilio Europeo el 16 y 17 de junio.
También se está especulando como los políticos de la UE usarán la crisis en sus propios países. Inmediatamente después del voto en Francia, Chirac nombró a Dominique de Villepin, un oponente a la guerra en Irak, para reemplazar a Jean-Pierre Raffarin como primer ministro de ese país. En Italia, hay un debate sobre si ese país debe salirse del bloque Euro y volver al uso del lira como moneda nacional.
En Bretaña, es espucula que Tony Blair usará la crisis como un motor para mantenerse en el poder por tres años más. Aunque se ha esperado que él deje el puesto de primer ministro después del voto británico sobre la Constitución, el año entrante, puede ser al no tener el voto, él se quedará en el puesto. Blair asume la presidencia de la UE por seis meses empezando el 1 de julio.
Crisis en Unión Europea continua