Un estudio encuentra que el sistema de servicios médicos de Estados Unidos tiene grave fallos. El informe fue publicado en la revista Health Affairs de septiembre por el Fondo Commonwealth.
El informe le asigna un número a 37 indicadores agrupados en las categorías de acceso, equidad, eficiencia, calidad de servicio y resultados.
El reporte es extraordinario por ser profundo y conciso, haciéndolo una herramienta que transforma a agravios anecdóticos en valoraciones objetivas.
Este mensaje no fue sorpresa para los activistas políticos, trabajadores de salud, los enfermos y sus familias. Este escritor, identificado con todos los cuatro grupos, sacó un nuevo conocimiento de la naturaleza deformada de los servicios de salud estadounidenses.
Estados Unidos está a 15 peor país en que mueren gente menos de 75 años que pueden ser salvadas por cuido médico de prevención; es el último en mortalidad infantil de 23 países industrializados; también es último en la “expectativa de vida saludable” a la edad de 60. Si la persona típica estadounidense viviera en los tres mejores países, él o ella viviría tres años más.
Las comparaciones entre las cifras nacionales y la de los países mejores extranjeros, mejores estados de EEUU o la población con seguro médico son muy reveladoras. Por ejemplo, solo 49 por ciento de adultos reciben cuido preventivo en EEUU y solo 46 por ciento de los niños tienen cuido médico regular.
El informe del Fondo Commonwealth identifica las brechas entre los blancos y las minorías raciales, entre los ricos y los pobres. La tasa de mortalidad infantil para los bebés afronorteamericanos y los de familias pobres bajan a 42 por ciento y 63 por ciento respectivamente, comparados con los bebés blancos y de familias adineradas. La tasa de mortalidad para los afronorteamericanos con enfermedades cardiacos y diabetes y para gente pobre con enfermedades similares baja a 64 por ciento y 29 por ciento peor que las de los blancos y los adinerados.
El reporte recomienda remedios, pero le falta sugerencias como implementarlas. El informe exige cobertura universal de seguro médico, coordinación de servicios médicos, “investigaciones e inversiones en sistemas de datos”, y establecer metas nacionales para el mejoramiento como una manera de “motivar el cambio”.
La motivación es crucial. El reporte nota que los costos de administración son altos, unos 20 a 30 por cientos más altos que otros. Aunque el intento de poner los costos administrativos a 7,3 por ciento de los gastos total nacional de salud esconde la situación. De cada dólar que se paga por el cuido médico, 31 por ciento es para costos administrativos, de acuerdo a Médicos por un Programa Nacional de Salud. Estos dicen que las ganancias privadas es gran parte de esa cantidad.
Hay mucho dinero en el sistema de salud estadounidense. Los gastos médicos en EEUU son de $7.129 por persona, doble lo del promedio de los países industrializados. Los gastos de salud representan un 15 por ciento del Producto Interno Bruto para EEUU, mientras que para los otros países adinerados está a 8 por ciento.
El doctor Vicente Navarro, hace tiempo, señaló que el cuido de salud universal se introduce solo donde hay partidos políticos construidos sobre una base de un movimiento sindical viril. La motivación para hacerlo viene del poder político. Solo en EEUU, de los países industrializados, con sindicatos débiles, y sin un partido de masa del pueblo trabajador, languidecemos en la pobreza que el informe describe.
Navarro y otros han demostrado que donde reina la democracia social, la gente está más saludable. La receta, claro está, es el socialismo (Social Science and Medicine, 2001).
Tenemos que decir que el cuidado de salud es un derecho humano y empezar a hacerlo.
Critican servicios de salud estadounidense