Comenzando el 16 de enero, una cartelera electrónica puesto muy alto en el lado del edificio de la Sección de Intereses Norteamericanos en La Habana ha estado exhibiendo las palabras de Abraham Lincoln, la Declaración Universal de Derechos Humanos, Martín Luther King, y disidentes europeos antisoviéticos como Vaclav Havel, en letras rojas de un metro y medio de altura. Su propósito es eel de calumniar la democracia cubana y desbaratar a su revolución.
Los cubanos respondieron con una marcha multitudinaria de 1,4 millones en La Habana el 24 de enero. Aprovecharon de la ocasión para exigir de la administración de George Bush en otros temas también.
Hablando por televisión dos días antes de la marcha, el presidente cubano Fidel Castro denunció la cartelera como una provocación con la meta de forzar una brecha final en las relaciones entre los dos países. Hizo un llamado al pueblo cubano a que marcharon en oposición tanto contra la cartelera electrónica como a los planes estadounidenses de poner en libertad al terrorista Luis Posada Carriles.
En el mismo día, un tribunal de inmigración en Estados Unidos escuchaba los argumentos a favor de la libertad de Posada. Washington había negado la extradición de Posada a Venezuela para ser juzgado por los cargos de haber ayudado a derribar un avión cubano en 1976, que causo’ la muerte de 73 personas.
Castro dio otros motivos para la marcha. Denunció a la guerra norteamericana en contra de la economía cubana, sus planes para una transición al capitalismo en Cuba, y el poder enorme de los exiliados cubanos derechistas en Estados Unidos. Notó el desdén de Estados Unidos en cuanto los acuerdos sobre refugiados, la interferencia por parte de Bush con la venta de productos de la agricultura norteamericana a Cuba, y la manera en que el gobierno estadounidense restringe a las visitas y remesas de cubanos en el norte a sus parientes en la isla.
Haciendo hincapié a la determinación cubana de resistir a cualquier ataque norteamericano, Castro dijo “Vamos a pegar con toda nuestra fuerza moral, y estamos dispuestos a perder hasta la última gota de sangre para resistir cualquier agresión bélica del imperio ... que nos amenaza”. Los observadores compararon el tono combativo
del mensaje del presidente a él de la marcha a favor de la repatriación de Elián-n González en 2000.
A las ocho de la mañana el 24 de enero, Castro saludó a la primera fila de cubanos que marchaban hacía El Malecón, la vía que pasa por la costa del mar en La Habana. Señalando la cartelón, dijo “Ya encendieron el cartelito, qué valientes son las cucarachas”. Durante as próximas siete horas, el pueblo manifestaba por la Sección de Intereses Norteamericana.
Castro marchó con el último contingente de varios miles de jóvenes. Les dijo “Jamás he sido testigo a algo parecido. Nuestro pueblo ha convertido las mentiras de los criminales y torturadores de los Estados Unidos en pólvora. … Se encuentran derrotados, la injusticia se encuentra a rodillas. Ya nadie cree en el imperio, se ha expuesto con toda su insolencia y sus mentiras”.
El próximo día, Castro visitó a más de 100 trabajadores que laboran en un proyecto de construcción al frente de la Sección de Intereses. Se especula que va ser una cosa para responder a la cartelón, a pesar de que Castro no quiso declarar sobre los pormenores. Contestando preguntas de la prensa, acusó a Washington de utilizar la Sección de Intereses como una operación de contrabando, infiltrando toneladas de equipo electrónico en su “bolso diplomático” para actividades subversivas.
Cuba resistirá por medios pacíficos, dijo. “Sembramos ideas y consciencia. Disponemos de cosas necesarias para ayudar al mundo, nuestro capital humano crece y no se agota, pues no es de oro, petróleo o níquel”.
Anterior en el mismo día, portavoces de la inmigración norteamericana se esforzaron para explicar que los oficiales están “moviendo para adelante para lograr que se remueva el Sr. Posada de Estados Unidos”, sugiriendo que tal vez él no va a radicar en Miami como se había pensado.
Personas que criticaron la cartelón mencionan que muchos de los mensajes que contiene han sido sacado de su contexto original. El doctor King, por ejemplo, es una persona muy admirada en Cuba como luchador a favor de la igualdad y la justicia, pero su “sueño jamás incluía una contrarrevolución en Cuba. Los cubanos mencionan como el FBI perseguía a King, la continuación de la opresión racial en EEUU, y la tortura llevada a cabo en Guantánamo e Irak como evidencia de la hipocresía de los oficiales norteamericanos de la administración de Bush que invocan a su nombre.
Cuba responder: ¡No a las provocaciones!