Para Mariela Castro Espín, “Cuba es un país en revolución, en cambio constante”. La hija del presidente cubano y directora del Centro de Educación Sexual agregando que existe espacio para discutir y hacer propuestas dentro del marco del socialismo.
Los cambios que están pasando, como notó un observador de la realidad cubana, vienen con velocidad de relámpago según las normas cubanas.
En dos discursos recientemente, uno durante las celebraciones del ataque de Moncada que pronunció el 26 de julio 2007, y otra para fines de febrero, el presidente Raúl Castro llamó por reformar la producción de alimentos, aumentar los salarios, y revocar las “prohibiciones excesivas” e introducir cambios económicos estructurales. Los cubanos han respondido masivamente a su invitación a debatir y proponer.
Con las bajas en la producción de alimentos, 80 por ciento de la comida básica que consumen los cubanos es importada a un costo anual de más de $1,6 mil millones. La mitad de los terrenos cultivables están o mal o no utilizados, mientras que la mitad de la producción de alimentos cubanos viene de 20 por ciento de los terrenos cultivables.
Nuevas reglas han transferido las decisiones agrarias de los ministerios a las agencias locales. Los precios que se le pagan a los agricultores aumentaron, con los de lecherías y la producción de carne doblados. Dueños privados de terrenos, que ya contribuyen la mitad de la producción alimenticia doméstica de Cuba, ahora se benefician, junto con las cooperativas, de aumento de crédito, saldación de cuentas, abono y pienso gratuito, y el libre escoger de que quieren cultivar.
Están ahora permitidos vender directamente a los consumidores locales, hospitales y escuelas y también poder comprar equipaje y provisiones directamente de las tiendas estatales. Y aun más importante, los agricultores privados y las cooperativas pueden expandir su producción en terrenos no utilizados del Estado en lo que un oficial llamó una “distribución masiva” de terrenos.
Un economista dijo que esto solo era un empezar, agregando que la descentralización va aumentar de la agricultura a toda la economía y que esto fortalecerá al Estado y al Partido Comunista y no debilitarlos.
Otras innovaciones están dirigidas a aumentar los salarios. Los antecedentes a esto es que el peso convertible cubano tiene un valor de 24 pesos cubanos. El primero, que se puede cambiar por divisas, es apreciado como medio de comprar artículos de consumidor que son relativamente caros. Pero la mayoría de las transacciones domésticas se hacen con pesos. Al momento hay $1,1 mil millones en pesos cubanos acumulados en cuentas de ahorros que no se están usando. La intención es de animar a los cubanos a que conviertan los pesos en pesos convertibles para que los usen comprando mercancía y servicios disponibles para ese propósito.
En las manos del Estado, ambos los pesos y los pesos convertibles se utilizarán para financiar proyectos que proveerán empleo y producción. Además, al son que el dinero vaya de manos privadas al Estado, el peso cubano aumentará en valor y de esta manera constituirá aumento de salarios.
Como 60 por ciento de los cubanos tienen acceso a los pesos convertibles, con 10 por ciento teniendo 90 por ciento, los agricultores tienen una buena porción de estos.
Con los pesos convertibles la gente podrá comprar DVD, televisores planos, microondas, aparatos electrónicos, bicicletas eléctricas, teléfonos celulares, y computadoras. Restricciones anteriores sobre rentar autos y usar hoteles y restaurantes turísticos han terminado.
También hay cambios no económicos. La televisión cubana va introducir nuevos canales presentando programación extrangera, incluyendo películas y análisis de noticias. Bajo el liderazgo de Mariela Castro Espín, siguiendo los pasos de su madre, Vilma Espín sobre reconocimiento de la diversidad sexual, la legislatura nacional pondrá en vigencia nuevas leyes reconociendo uniones del mismo sexo, derechos de herencia de los homosexuales, y el derecho a gente transsexuales a poder obtener cirugía gratuita para cambiar de sexo.
Con cientos de nuevos autobuses que llegaron de China, Cuba ha podido mejorar los problemas de tránsito público. Las autoridades también anunciaron sus planes para nuevo servicios de telecomunicaciones en áreas que carecen de estos servicios. El gobierno también está construyendo mejoras al sistema de acueductos y alcantarillados que afecta a nueve provincias.
Quejas y sugerencias que vinieron del recién celebrado congreso de escritores y artistas cubanos es testigo de la discusión y los debates tomando lugar en la isla. La escritora Graziella Pogolotti, presidenta de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, por ejemplo, subrayó la necesidad de recuperar el papel dirigente del maestro en el sistema educativo cubano. La autora Marilyn Bobes notó que en la televisión todavía hay un “exceso de frivolidad y mucho aburrimiento” que “confunde esparcimiento con banalidad, y aprendizaje con didactismo y superficialidad”.
Cuba, siempre cambiando para mejorar