Cuidando por nuestros infantes en Mississippi y Cuba

En un artículo de primera plana el 22 de abril, el diario The New York Times reportó que la tasa de mortalidad infantil (TMI) en Mississippi y otros estados del sur está creciendo. La TMI mide el número de muertes de cada mil nacimientos en el primer año de vida. Es una reflexión de indicadores sociales, tal como acceso a servicios de salud, alimentación, ingreso y niveles educativos.

El artículo atribuye el crecimiento del TMI a las bajas en asistencia Medicaid, seguro de salud, proveedores de servicios médicos asequibles, y clínicas públicas. El gobernador republicano de Mississippi ha alabado los recortes como recortes en los pagos de contribuciones.

Los programas de “Guerra contra la Pobreza” instituidos bajo el gobierno del presidente Lyndon Johnson fueron vitales a la reducción de la tasa de mortalidad para los bebés negros de Mississippi cuando este bajó de 57,8 en el 1963 a 29,8 en el 1975.

Aludiendo al tema de obesidad entre las mujeres afronorteamericanas, problemas de motivación, y dificultades en cumplir con las citas, el diario neoyorquino indebidamente culpa a las víctimas.

Infantes cubanos sobreviven a pesar de un bloqueo económico estadounidense que impacta cruelmente e ilegalmente a materiales médicos y hasta el 2000 prohibía la exportación de alimentos. A pesar del bloqueo, la TMI cubana continuaba bajando, aun hasta después de la caída del bloque soviético que proveía a Cuba con 85 por ciento de su comercio exterior y la mitad de sus importaciones de petróleo.

El artículo notó una excepción en Mississippi. Esa fue en el condado Sharkey, donde la tasa de mortalidad infantil estaba baja. El artículo le dio crédito por esto al Centro Cristiano de Cary, Mississippi.

El médico Peter Boolens estudió medicina para convertirse en un misionario médico. En el 1972 él fundó un centro de salud en Cary, uno de los condados más pobre del estado. Boolens proveía servicios médicos a todos que venían y ayudó a formar cooperativas. Por 25 años Boolens trabajó por el Centro Cristiano de Cary.

En el 2004, la TMI de Mississippi estaba a 9,7 – 14,7 entre bebés negros y 6,1 entre los blancos. En el 2005, el TMI del estado subió a 11,4 – 17 para los infantes negros y 6,6 para los blancos. En el condado Sharkey la TMI ha estado a cinco, y la mayoría de las madres asistieron la clínica del doctor Boolens.

En Cuba, la TMI cayó de 41,7 en el 1963, a 13,6 en 1986, a 5,3 en 2006. Varios estimados ponen la TMI estadounidense a más o menos 6,8 para el 2004, último año por el cual existen cifras. La tasa de mortalidad para infantes negros estaba a 14.

¿Pueden Cary, Mississippi y Cuba tener algo en común que sea responsable por una TMI baja? Los cubanos atribuyen sus avances en educación, salud, solidaridad internacional y energía a su “la batallas de ideas”.

¿Qué fueron las ideas que trajo Peter Boolens a Cary?

Para Boolens, todos son importantes. Sus ideas eran como poner la ética y los valores en práctica. Él quería que las familias del condado Sharkey tengan servicios de salud y empleo. El Centro Cristiano de Cary animó la participación de uno en su propia salud. La gente crecía en dignidad y conocimiento. Los compañeros de trabajo del doctor entrenaban a madres a visitar otras madres, especialmente durante los embarazos. Ellos educaron, proveyeron suporte emocional, ayudaban con las citas y hablaban de la alimentación. Las mujeres encinta recibían servicios médico prenatal, conocía las señales tempranas de problemas y que hacer, y aprendieron muchas cosas sobre los infantes.

De manera paralela, la batalla por las ideas de Cuba pone al frente las éticas de la Revolución Cubana en práctica, algunas articuladas por el prócer José Martí. “Patria es humanidad”, escribió él. Él también escribió que necesitamos de todos para el bien de todos. Aspiraciones como estas han abren la puerta a la creatividad y la innovación.

Recientemente Cuba introdujo cambios radicales en la educación. Ideas están floreciendo sobre cuestiones de energía. En el área de la salud, la educación de médicos de todas partes del mundo y enviar médicos a 68 países, inclusive en situaciones de desastres, se basan sobre servicios sofisticados especialistas, un sistema de servicios médicos básicos de primera, e investigaciones biomédicas y capacidad manufacturera.

Estas historias desde Mississippi y Cuba indican que trabajar por el bien de todos, después de todo, puede que no sea tan complicado. La creatividad y el pensamiento se están usando al servicio de unos valores más altos. La alternativa a esto, cuando se usan para ganancias privadas, sistemas armamentistas y el inculcar temor en el pueblo, más probable sea que la gente se vean como algo desechable.

El autor es un pediatra y activista contra el bloqueo de Cuba en el estado de Nuevo Hampshire. Él fue profesor de medicina en Mississippi y conoció a Peter Boolens.