¡Alto a la guerra agresiva contra Irak!
Nos encontramos en un periodo crítico, cuando EEUU y Bretaña están aumentando las preparaciones para provocar una nueva guerra imperial, que la OTAN también se ha decido respaldar en su cumbre de Praga. La gran capacidad militar de las bases estadounidense en Europa se están activando para conducir esta guerra. Las preparaciones que se están tomando para esta guerra han dirigido a violaciones de las constituciones, leyes y tratados internacionales de países específicos.
En días recientes, la administración estadounidense le ha pedido a sus aliados, a través de la OTAN, por más instalaciones en sus territorios y su participación militar en la “ocupación de Irak.”
No puede haber duda de que las preparaciones para la guerra fueron decidida por adelantado, sin importar la resolución 1441 de la ONU y el trabajo de los inspectores de la ONU y sin importar las medidas tomada por Irak en luz de las reclamaciones de la ONU. Está más y más obvio que la guerra planeada seguirá el fin militar de ganarse el control de un área estratégico, el petróleo y mercados. A la misma vez es un intento por el gobierno estadounidense para superar su crisis económica y resolver sus problemas a costo de otros.
La guerra resultaría en grandes pérdidas entre el pueblo iraquí, que ya ha sufrido tantas grave privaciones como resultado de los años de embargo, ataques aéreos y la política del régimen de Saddam Hussein.
La guerra contra Irak, que ha cooperado con los inspectores la ONU, adelantará los fines militares de EEUU en el Medio Oriente y en contraste a su respaldo al gobierno de Israel y su tolerar la ocupación represiva de las tierras palestinas.
La agresión contra Irak, que está basada en la nueva doctrina de ataques “preventivos,” amenaza desestabilizar toda la región y trae graves consecuencias para toda la civilización humana. Plantea una gran amenaza a la paz internacional y al sistema de ley internacional y crea un precedente para otros actos arbitrarios de agresión. Ningún argumento ni prestidigitación puede legitimizar cualquier apoyo impuesto a la ONU en favor de esta guerra.
Condenamos la actitud de los gobiernos y el liderazgo político de esos país de la UE [Unión Europea] que han fallado en tomar los paso necesarios o no que han hecho ningún esfuerzo para parar esta guerra no justificada de agresión y, por lo tanto, en la práctica están apoyando la política pro guerra estadounidense.
Las tensiones internacionales están aumentando, las relaciones internacionales se están militarizando, los presupuestos militares están creciendo, y nuevas “cuerpos de despliegue rápido” nacionales, de la UE y la OTAN se están creado.
Por otra parte, la amenaza de guerra ha motivado protestas justificadas por todo el mundo. Ha habido una amplia movilización sin precedencia de la opinión mundial contra la guerra, contra las bases estadounidenses y de la OTAN y contra la política militarista de los gobiernos.
Muchos estados, incluyendo los movimientos de los no comprometidos políticamente, intelectuales, artistas, políticos y diplomáticos, están reclamando una solución diplomática, pacífica de los problemas.
Nuestros partidos, que ya han tomado varias iniciativas, están jugando un papel activo en el movimiento amplio antiguerra y están llamando por una movilización aun más masiva del pueblo. Tenemos que intensificar la campaña antiguerra entre la población, en los sitios de trabajo, en los sindicatos y los medios de comunicación, en los parlamentos y dondequiera que se encuentre una oportunidad de hacerlo.
Tenemos que parar la guerra agresiva contra Irak. Tenemos que hacer advertencias contra los intentos de los grandes poderes de chantajear a la ONU. Exigimos que nuestros países no proveen a EEUU con instalaciones militares u otros medios para cumplir con sus fines agresivos.
Esta declaración fue firmada por 65 partidos y cuenta con el respaldo de varios otros partidos y movimientos comunistas y de izquierda.
Declaración Conjunta de los Partidos Comunistas, Obreros y de Izquierda