OAKLAND, California - Después de la renuncia inesperada de Van Jones, durante el fin de semana del Día del Trabajo, como asesor especial sobre empleos verdes, organizaciones de derechos humanos y ambientalistas está expresando su crítica contra los ataques a Jones hecho por la personalidad de Fox News, Glenn Beck, y otros republicanos de extrema derecha.
"En la víspera de unas luchas históricas por la salud y la energía limpia, los oponentes a la reforma han lanzado una sucia campaña en contra de mi. Están usando mentiras y distorsiones para distraer y dividir", dijo Jones en su carta de renuncia el 6 de septiembre. "Yo no puedo, honradamente, pedirles a mis colegas que gasten tiempo y energía defendiendo ni explicando mi pasado. Necesitamos a todos trabajando, luchando por nuestro porvenir".
Estas críticas, parecidas a los esfuerzos este verano de la extrema derecha para interrumpir las reuniones sobre la reforma del sistema de salud, se concentraron en alegaciones sobre acciones de Jones antes de aceptar el puesto en el gobierno el pasado marzo. Entre las acusaciones que se hicieron en contra de Jones están las siguientes: Él se ha referido a los republicanos con palabras impropias (por la cual Jones se ha disculpado), firmar una petición a favor de investigar si la administración Bush permitió el atentado del 11de septiembre (Jones ha repetido que la petición no refleja su punto de vista) y su envolvimiento a principios de los 1990s en un pequeño grupo marxista.
Pero la oposición tiene una agenda que va más allá.
"Van estaba en un puesto fuerte para realizar cambios en la manera que nuestra economía trabaja para que trabaje para todos y en pos del medio ambiente, para que podamos darle a nuestros nietos y biznietos un planeta en el cual puedan vivir", dijo Taj James, director ejecutivo del Centro de Estrategia del Movimiento, en la estación de radio KPFA el 8 de septiembre.
Subrayando que la elección del presidente Obama era solo una "entrada al partido" y no el final, James dijo que demasiado de progresistas están "sentados viendo en juego en vez de jugar" y de esa manera permitiendo que "un pequeño número de gente odiosa pueda inmovilizar a la administración" y demorar el movimiento que eligió a Obama. Él agregó, "La derecha entiende que si pueden usar la política de atemorizar gente y distraerlos para paralizar a esta administración, ellos pueden, a tiempo, llevar al país en una dirección terrible".
Otra perspectiva fue ofrecida por James Rucker, dirigente de Color del Cambio, una organización cibernética dedicada a asegurarse que los afroestadounidenses y otros pueblos no bien representados tengan una voz política sin mirar a cuestión de raza o clase social. Jones ayudó fundar este grupo pero no está actualmente asociado con él.
Rucker dijo, hablando en el programa Democracy Now! que Color del Cambio empezó una campaña en contra de Beck cuando este derechista tildó a Obama de racista y dijo que el presidente tenía un odio profundo por los blancos. Color del Cambio lanzó la campaña que resultó en que muchos de los anunciantes nacionales en el programa de Beck cancelaran sus anuncios.
Aunque Beck no mencionó a Color del Cambio por nombre, dijo Rucker, él "fue de mencionar a Van Jones a convertir a Van en 'Enemigo Público Número 1' en su mente y hacer una campaña sucia" escogiendo declaraciones específicas de Jones y sus afiliaciones de años anteriores.
Otras organizaciones que Jones ayudó fundar o estaba afiliado con ellos también expresaron ira.
"Campañas difamatorias diseñadas sabotear a nuestro movimiento por una economía equitativa y verde son solo intentos de desviar al pueblo de lo que realmente es importante - construir un futuro verde y justo para todos", dijo Jakada Imani, director ejecutivo del Centro Ella Baker para los Derechos Humanos. "Nos sentimos ultrajados por los ataques que Van y su familia han tenido que sufrir a manos de esos cuya misión es desviar un porvenir limpio y verde para nuestro país". Jones fue uno de los fundadores del centro en 1996.
Phaedra Ellis-Lamkins, que dirige otra organización que Jones ayudó empezar - Verde para Todos - apeló a los que la apoyan que no se distraigan por los "gritos de los que temen nuestra visión", sino que se dediquen de nuevo a "las cuestiones que nuestros oponentes se niegan a debatir: Poner fin al calentamiento global, sacar gente de la pobreza, restaurar a nuestra economía, y traer salud a nuestras comunidades".
La Alianza Apolo, grupo laboral-ambientalista-comercial en cuya directiva Jones sirvió, tildó los ataques de Beck como "solo los primeros tiros en una campaña de difamación que aumentará mientras la derecha continúa a atacar al presidente Obama y nuestra labor en pos de la seguridad económica, estabilidad del clima y prosperidad económica a largo plazo".