Chicago - Marco Elizondo, de 20 años, creció y aun vive en el barrio de mayoría mexiconorteamericana de Little Village (La Villita) aquí en el lado sureste de Chicago. Estudia en un colegio comunitario y le encanta jugar a básquet y pasar el rato con sus amigos. Algún día de estos espera ser periodista deportivo.

Con los fines del año escolar y la próxima llegada del verano, quisiera tener un trabajo ya arreglado, pero dice que simplemente no hay.

"He metido solicitudes por doquier: en los supermercados, en las farmacias Walgreens y CVS, en Subway, Panda Express, hasta en las tienditas familiares en el centro comercial de mi barrio," dijo Elizondo.

"Tener un trabajo, eso le ayuda al joven a madurarse y le enseña la responsabilidad," dice. "También les ayuda a los chavos alejarse de las malas costumbres, como ir con las pandillas o usar drogas. Mantiene a los jóvenes fuera de los problemas y les crea un sentido de haber logrado algo en esta vida."

Vive Elizondo con su abuelita. Ella lucha para pagar los gastos y él quisiera trabajar para ayudarla a cumplir. "Además, no va estar conmigo para siempre," dice. "Me encanta jugar básquet y pasar el rato con mis amigos, pero en realidad más me gustaría estar trabajando." Pero, lamenta que "Es tan difícil encontrar un trabajo,"

Según las últimas figuras gubernamentales, la taza nacional actual de desempleo es de 9,1 por ciento. Pero dice el Departamento Federal de Trabajo que la taza oficial de desempleo para los jóvenes de 16 a 19 años de edad anda arriba del 24 por ciento.

Un reporte reciente del Centro por Estudios del Mercado Laboral de la Universidad Northwestern en Boston, Massachusetts, nota que se proyecta que va caer la taza nacional de ocupación juvenil en 2011 a una baja histórica. El reporte, "El declive abrupto en los empleos de verano para jóvenes en EEUU 2000-2010 y la perspectiva negra para el mercado laboral juvenil durante el verano de 2011," muestra una caída en el curso de la década pasada de de casi 19 puntos de porcentaje, es decir, del 46 por ciento en 2000 a poco menos del 27 por ciento en 2010, un declive de un 40 por ciento.

En 2009 la taza global de desempleo juvenil para los de 16 a 19 años de edad fue del 70 por ciento, y para los jóvenes afronorteamericanos, un 79,4 por ciento. Los jóvenes hispanos sufrieron una taza de desempleo de 73,5 por ciento. Para los jóvenes anglosajones, la taza fue del 65,7 por ciento.

En el estado de Illinois, los jóvenes afronorteamericanos tuvieron la peor taza de desempleo con un 86,7 por ciento, los hispanos estaban al 73,3 por ciento, y los anglosajones al 64,5 por ciento.

Para la gran zona metropolitana de Chicago y la ciudad de Chicago se marcaban resultados similares con tazas de desempleo de 83,6 y 89,1 por ciento respectivamente para los jóvenes afronorteamericanos. Los Hispanos estaban al 72,1 y 83,8 por ciento respectivamente, y los anglosajones al 64,3 y 71,5 por ciento respectivamente.

Con la pérdida de dólares de estímulo federales se proyecta que otros 18.000 jóvenes de Illinois van estar en la calle este verano.

"En verdad, es una crisis tremenda," dice Stephanie Brown, directora nacional de la división juvenil y universitaria de la Asociación Nacional por el Avance de la Gente de Color [NAACP por sus siglas en inglés]. "Es una cuestión nacional que está azotando a cada comunidad y que está afectando a gente de todas las razas," dice.

"Lo que hace falta es un empuje a gran escala por un programa global de creación de empleos," dijo Brown, notando que necesitan los jóvenes preparación para presentarse cuando solicitan trabajos, para así estar preparados a unirse a la fuerza de trabajo. "No podemos dejar de subrayar las muchas cuestiones que afectan a nuestras comunidades, entre ellas la taza de abandono escolar y la cuestión de tener fondos suficientes para nuestras escuelas públicas".

"Es un problema cíclico. En la televisión y en los medios se les caracterizan negativamente a demasiados jóvenes afronorteamericanos. Construirse una percepción positiva es clave, y es un gran desafío para los jóvenes de color".

Dice Brown que "Lo más importante es mantenerles a los jóvenes activos y comprometidos, porque no hay nadie que pueda abogar mejor a su favor que ellos mismos. Juntos debemos presionarles a los oficiales elegidos para que apoyen las necesidades de la juventud, incluyendo con presión por más trabajos".

Añadió Brown, "Si los jóvenes no se sienten importantes, ¿cómo podemos esperar que vayan a sentir confianza en el lugar de trabajo? Tenemos que hacerles saber a nuestros jóvenes que sí valen como personas; no queremos crear una generación desesperada".

Jack Wuest es director ejecutivo de la Red de Escuelas Alternativas en Chicago. Observa que solamente en Chicago casi 700 niños menores de edad sufrieron impactos de balas durante el año pasado, con 66 muertos. "No podemos seguir desconociendo la correlación entre la violencia juvenil y el desempleo juvenil," dijo Wuest en una declaración a la prensa. "Tenemos no sola una obligación moral a servir como guardianes a nuestra juventud, pero también un deber nacional de invertir en la seguridad de nuestros recursos más preciosos: en nuestros hijos y nuestras hijas. Sabemos que cuando nuestros jóvenes están en la escuela o en un trabajo no andan en las calles, y están menos vulnerables, construyendo no solamente su propio futuro pero también el futuro de nuestra patria".

Foto: Se manifiestan activistas comunitarios en el centro de Chicago, exigiendo trabajos para jóvenes. Pepe Lozano/PW

Peoples World, Youth employment at historic low, June 7, 2011