“Injusta, fascista, asquerosa, esclavizante y racista,” fueron las palabras usada por la legisladora Graciela Mascia hablando antes que la cámara baja del parlamento italiano pasara un proyecto de ley que pone obstáculos a inmigrantes que quieran ir a este país europeo. Mascia, del Partido Refundación Comunista, era una de 203 que votaron en contra de la ley. Los partidarios del gobierno derechista de Silvio Berlusconi dieron 279 votos en favor del proyecto.
El proyecto de ley obliga a todo inmigrante que no sea de uno de los países de la Unión Europea a dar copias de sus huellas digitales y tener un empleo fijo antes de poder recibir un permiso de residencia. El permiso de residencia dura solo mientras dure el trabajo que la persona inmigrante tenga y no puede ser de más de dos años.
Una de las campañas de la derecha italiano es de culpar a los inmigrantes por la delincuencia. El ex presidente de la Cámara de Diputados y jefe del partido más grande de la oposición – Partido Democrático de la Izquierda – Luciano Violante dijo que este proyecto si entra en vigencia como ley creará “un clima de miedo y odio.”
Oliviero Diliberto, secretario nacional del Partido de los Comunistas Italianos, criticó el proyecto de ley anti inmigrante diciendo que no era digno que un país civilizado “iguale a los delincuentes con los inmigrantes.”
Discriminación contra inmigrantes en Italia