Ecuador: A la cabeza, el candidato de la soberania nacional

ANÁLISIS DE NOTICIA

La encuesta de Cedatos/Gallup del 7 de octubre da a Rafael Correa el 37 por ciento de la preferencia electoral, frente al 21 por ciento de Leon Roldos y a 19 por ciento de Cynthia Viteri, que son los candidatos más opcionados.

Como nunca, el pueblo ecuatoriano se acerca a las urnas para elegir su presidente el 15 de octubre, confiado en que esta vez el candidato a presidente no le va a fallar, sino que va a cumplir sus promesas de campaña: cerrar la base militar Americana de Manta, reestructurar la deuda externa, no negociar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, renegociar los contratos de explotación del petróleo y convocar la Asamblea Constituyente.

El candidato a presidente que ha prometido al pueblo del Ecuador esos cambios fundamentales para asegurar la soberanía nacional, es el economista Rafael Correa, cuya actuación como Ministro de Economía del régimen que termina su mandato, le ha granjeado la simpatía del pueblo por haber preferido renunciar al cargo antes que prestarse al manejo antinacional de la deuda externa y de los contratos petroleros.

La inversión extranjera es bienvenida dentro de los cauces del decoro y si va a contribuir al desarrollo nacional, pero si eso se convierte en objeto de despojo, saqueo o pillaje de los recursos sagrados de un país, la defensa de los intereses nacionales están por encima de los compromisos que ha adquirido la oligarquía a lo largo de nuestra vida republicana.

Latinoamérica ha visto como la soberanía de las naciones se mancilla con un tratado mal negociado como el llamado del Libre Comercio, en el cual no solo surge el perjuicio económico, al ver la invasión de productos agrícolas básicos por debajo de los precios de producción nacionales debido a los subsidios, sino en la parte jurídica del tratado, cuando una controversia que surge en el manejo de las transacciones se tiene que ventilar en un Tribunal Jurídico Internacional, auspiciado por las corporaciones que están envueltas en la controversia, por encima del sistema jurídico de la nación que ha firmado el Tratado de Libre Comercio.

Este invento de Entes Jurídicos por fuera de los Órganos Jurídicos Competentes, evoca la tendencia de una de las partes contratantes, los Estados Unidos, de proceder por encima de los cauces regulares, como cuando desconoce la autoridad de la ONU para zanjar conflictos internacionales, hace todo lo posible por denigrar su legitimidad, la ataca como si fuera un enemigo publico, o como cuando pide a otros gobiernos, con quien negocia tratados bilaterales, que se incluya una cláusula que exprese que sus soldados no serán procesados en el Tribunal Internacional de Justicia, que es un Organismo Jurídico parte de la ONU.

En el Ecuador la Partidocracia se ha desvanecido, a excepción de algunos grupos políticos de izquierda que conservan su disciplina. Por lo demás, los Partidos tradicionales, Liberal y Conservador, o los reemplazantes con nombres modernos, se han desprestigiado sin retorno. El pueblo ya no cree en ellos. A través de los anos, se ha convertido en agencias de colocación desde los puestos más modestos hasta los de ministro de Gabinete en el sistema civil del gobierno. El espejo contemporáneo de este fenómeno es Venezuela: los partidos tradicionales ya no tienen ningún efecto.

Después de tantos años de manejo de la principal riqueza que tiene ese país, el petróleo, vemos una masa de población empobrecida, viviendo en las colinas. Donde esta la riqueza que produjo el petróleo por generaciones? En alguna parte debe estar. Si no están en las cuentas bancarias de la oligarquía, deben estar en las cuentas bancarias de las corporaciones que extrajeron tanto petróleo, pero no en las manos de los verdaderos dueños de la nación como es el, pueblo, en forma de vivienda, servicios de salud, educación, etc.

El pueblo del Ecuador ha perdido la fe en los partidos politicos tradicionales hace años. En su búsqueda del candidato idóneo confió en Mahuad, en preferencia obligada contra el conservador Nebot, para recibir de aquel mas gobierno dirigido a las Corporaciones, el establecimiento de la Base Americana de Manta y la dolarización de la economía, luego confio en Bucaram, en preferencia al elenco de politicos tradicionales a quienes derroto contundentemente en las elecciones presidenciales y estos le derribaron del poder a los seis meses, luego confio en Gutierrez, el que por encima de su discurso a lo Chavez, en vez de implementar medidas favorables al pueblo, implanto medidas a gusto de los Estados Unidos, completamente contrarias a los intereses del pueblo, como cumplimiento extricto con la deuda externa, la puesta en marcha de la negociación del tratado de Libre Comercio y lo que habia prometido al pueblo: rebaja del numero de Diputados del Congreso, aliviar las condiciones de pauperismo de las grandes mayorías, probablemente fue boicoteado por la oposición socialcristiana en el Congreso, hasta que aquel Congreso lo saco de funciones.

Resultado de este lastimoso proceso, continua el 70 por ciento de la población bajo la línea de la pobreza. Las generaciones jóvenes de la población de la clase obrera se ven obligadas a emigrar en busca de empleo con que mantener su familia. La serie de gobiernos oligarcas que se sucedieron en el poder, no fueron capaces de satisfacer las necesidades del pueblo, el mismo que se hacina en cinturones de pobreza alrededor de Quito y Guayaquil, donde el nivel de delincuencia es alto, por las circunstancias de pobreza y abandono del poder central y de la camarilla de señoritos bien que se juntan alrededor de los partidos tradicionales.

Este triste destino que ha venido sufriendo la clase pobre de la población talvez llega a su fin con la eleccion de Rafael Correa. Esta vez el pueblo va a acertar. Lo esperamos.