Una solucion real a la crisis de medio oriente

 

Saludamos efusivamente la feliz iniciativa del Presidente Obama de convocar a la mesa de negociaciones al Primer Ministro de Israel y al Presidente de la Autoridad Palestina a buscar una solución permanente a su viejo conflicto territorial, aprovechando el auspicio del actual gobierno de los Estados Unidos que se ha erigido en un paladín en defensa de los derechos de los pueblos, especialmente de los pueblos oprimidos, con lo cual le ha dado un viraje a la política exterior norteamericana de unos 180 grados, en comparación con la del gobierno pasado, que revivió la política del gran garrote, del chantaje, de la intervención armada, haciendo caso omiso de la ley internacional y de la soberanía de las naciones.

En efecto, el pasado 2 de Septiembre se reunieron en Washington el Sr. Netanyahu, Primer Ministro de Israel, y el Sr. Abbas. Presidente de la Autoridad Palestina, en la compañía del Presidente Barack Obama, para iniciar conversaciones tendientes a encontrar una solución a su conflicto de tierras, linderos, refugiados y la constitución de un estado soberano para Palestina. La invitación del Presidente Obama a los representantes de los dos gobiernos a iniciar estos diálogos responde al sentimiento de importantes sectores de la intelectualidad bipartidista de los Estados Unidos, como el Grupo de Estudio sobre Irak, que meses atrás concluyó que una solución al problema Israelí-Palestino era de alta prioridad para los fines de seguridad nacional.

El conflicto Israel-Palestino surge a raíz de la Resolución de las Naciones Unidas de otorgar un territorio para el pueblo judío en 1948. El Organismo Internacional escogió el territorio de Palestina para este efecto, con la consiguiente protesta del pueblo palestino por el desgarre de su territorio, que llevó a la guerra de 1967, con la ocupación militar de Israel sobre todos los territorios palestinos, y los efectos nefastos de la ocupación militar: mientras los judíos empezaron a gozar de los beneficios de una nación real, los palestinos se convirtieron en parias en su propia tierra, sin derechos de ninguna clase y los que protestaban, iban a la cárcel o salían fuera del país como refugiados, perdiendo sus propiedades que eran aniquiladas por las aplanadoras israelíes.

En estas condiciones infrahumanas de apartheid y esclavitud, a los palestinos no les quedo sino luchar una guerra de guerrillas contra Israel, de más de 60 anos, que va desde las matanzas de palestinos en Zabra y Shatilla a manos de Ariel Sharon, hasta la invasión de la Gaza Palestina de Diciembre del 2008 ordenada por Olmert.

Desafortunadamente Israel controla las condiciones de vida de los palestinos en West Bank y Gaza, limita la capacidad de gobernar de las autoridades palestinas legítimamente elegidas, trata de imponer sus condiciones unilateralmente y de evitar las negociaciones para arreglar este conflicto. En estas circunstancias no se puede elaborar una solución duradera de paz y seguridad. La única solución real a este círculo de violencia y crisis humanitaria es el inmediato e incondicional retiro de las fuerzas israelíes hasta la frontera de 1967, la completa independencia y soberanía de Palestina, con su capital en el Este de Jerusalén y la solución del problema de los refugiados, de acuerdo con las pertinentes resoluciones de las Naciones Unidas. Solamente el reconocimiento mutuo de Israel y Palestina como dos estados iguales e independientes le pondrá fin a esta catástrofe.