Ecuador marcha hacia la construcción de una patria para todos

QUITO, Ecuador — Los ecuatorianos cristalizaron su sueño de transitar hacia un futuro mejor en los comicios del 30 de septiembre por la Asamblea Constituyente que escribirá una nueva Constitución.

La apuesta, según los entendidos, será el cambio, reforma y transformación del país, que los millones de ecuatorianos dejaron estampado en cada voto de los comicios por la Asamblea Constituyente.

El movimiento oficialista Alianza País — según datos extraoficiales — ganó las elecciones del con un amplio margen, lo cual le permitirá contar una abrumadora mayoría en la Constituyente para redactar la vigésima Carta Magna de la historia republicana. Alianza País contaría con entre 65 y 79 escaños en la Constituye del total de 130 puestos.

Este triunfo, considerado por el presidente del país, Rafael Correa, como la victoria de “la madre de todas las batallas” constituyó además un rechazó al viejo modelo neoliberal impuesto en la última década por anteriores gobiernos.

Añejos partidos políticos, como la Unión Demócrata Cristiana, Socialcristiano y otros más jóvenes como Renovador Institucional y Sociedad Patriótica no superaron el 10 por ciento de respaldo, de acuerdo con los resultados difundidos.

Según el gobernante, este triunfo en las urnas se incluye en un proceso de lucha por la dignidad, la soberanía y autodeterminación de los pueblos latinoamericano, que está comandado por gobiernos nacionalistas y dignos de la región.

Correa mencionó a los mandatarios de Argentina, Brasil, Venezuela, Bolivia y Uruguay que acompañados de héroes como Simón Bolívar, Antonio José de Sucre y los nacionales Manuelita Sáenz y Eloy Alfaro están haciendo historia.

Auguró con la instalación el 31 de octubre próximo de la Constituyente “cambios profundos en la Patria para el bien de todas y todos”.

La Asamblea deberá consagrar las conquistas sociales para los grupos más vulnerables y que sean instrumento del acuerdo y del consenso entre los actores políticos y sociales del país, enfatizó.

Abogó asimismo por avanzar hacia un nuevo modelo de estado que garantice el derecho de todos los territorios a acceder en igualdad de condiciones a los beneficios del progreso.

Al referirse al Congreso nacional, ratificó la necesidad que la Asamblea Constituyente lo disuelva y se forme una comisión legislativa para fiscalizar y legislar.

Descartó asimismo la promoción de proyectos totalitarios o extranjeros, la existencia de “agendas ocultas”, así como acciones en contra de la voluntad del pueblo.

Correa señaló que este domingo será recordado como el día en que se concretaron, de manera formal, las esperanzas del cambio urgente que la patria necesita.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirmó que la Asamblea Nacional Constituyente deberá desmontar el modelo neoliberal imperante y ahuyentar la barbaridades existente en la economía.

Una de las prioridades de la Asamblea será acabar con “las barbaridades que existen en la economía y desmontar el modelo económico en beneficio de los sectores más desposeídos de la patria”, resaltó Correa en rueda de prensa de hoy con corresponsales extranjeros.

Puntualizó la necesidad de establecer una política monetaria clara y contar con una verdadera y única cuenta del tesoro nacional, con miras facilitar el gasto en los sectores más requeridos.

El mandatario criticó asimismo la actual ley de transparencia fiscal, la cual le impide destinar fondos para el gasto público.

Por ello, enfatizó que ha acudido a los decretos de emergencia en los nueve meses de gobierno para poder asignar recursos.

Correa ratificó que la salida de la “dolarización no es una urgencia”, pero reconoció que es un objetivo a realizar a largo plazo.

Una de los principios de soberanía es precisamente contar con una moneda propia y Ecuador dejó de tenerla desde el 2000, aseveró al abogar por la creación de una divisa regional que integre a Sudamérica en un bloque monetario más grande.

Esta fusión no debe ser sólo comercial, sino también política, cultural, en beneficio de los pueblos.

Correa defendió la inversión extranjera en los sectores que lo requieran, pero reiteró su oposición a Tratados de Libre Comercio.