A continuación publicamos parte del discurso de apertura del presidente del Partido Comunista de Estados Unidos al pleno del Comité Nacional de dicha organización política celebrado el 9 y 10 de febrero en la ciudad de Nueva York.
En el tiempo antes de nuestro congreso, hace un año, nosotros tuvimos una energética discusión en el Partido y nuestras publicaciones sobre el socialismo, y hubo un panel sobre el socialismo en el congreso. Pero esa discusión no llegó más allá de nuestros círculos, en parte por su naturaleza.
La cuestión bregaba sobre si el término socialismo de Carta de Derechos era un concepto apropiado. Muchos de nosotros tenemos una opinión sobre esto, pero no era una discusión que le interesaría a gran número de gente, por lo cierto no es uno que lo atraería. La mayoría pensará que no estábamos parando en pelillos.
Desde entonces no hemos tocado el tema en ninguna manera significativa. Cuando aparece en nuestras discusiones y literatura, usualmente es algo adicional, puesto a final en una manera que no convencerá a nadie de si es bueno nuestro objetivo socialista. Estamos haciendo muy poco para hacer del socialismo que mueva o intrigue a los no socialistas. Y nosotros sabemos que hay mucha gente que caben en esa categoría.
No se exactamente como podemos cambiar eso, pero en este momento peligroso a través del que está pasando nuestro país y mundo me ha forzado pensar que tenemos que darle un nuevo vistazo a esta cuestión. Lo que ha ocurrido en las secuelas del 11 de septiembre me ha hecho notar que el capitalismo en se etapa actual de desarrollo es capaz de causar daños irreparables a la vida en todas sus formas y a nuestro planeta. La aniquilación nuclear es una posibilidad que nosotros erróneamente pensamos que ya no estaba en el radar con el fin de la Guerra Fría. Una crisis ecológica de dimensiones planetaria nos espera algún tiempo en este siglo si algo no cambia. El hambre, el desempleo y enfermedades pandémicas están azotando gente a través del globo. Un siglo atrás, hasta 50 años atrás, la clase trabajadora y sus aliados enfrentaban a grandes retos.
El capitalismo en ese tiempo era brutal, crudo y violento y como consecuencia dio motivó un poderoso movimiento contra sus injust cias. Y a pesar de su brutalidad, crudeza y violencia, no amenazaba el mismo futuro de la humanidad y el planeta. Rosa Luxembourg dijo que las alternativas con la cual se enfrentaba la humanidad en esos tiempos era o el socialismo o la barbarie, pero hasta la brillante Rosa no anticipó que los peligros nuevos destinado para la humanidad al empezar del siglo 21. alguna gente cree que los avances tecnológicos y la capacidad del capitalismo poder adaptarse a situaciones no permitirá que vayamos más allá del borde de una calamidad social.
Que los capitanes industriales y financieros y sus tenientes en los centros del poder político verán que actúan de manera destructiva y harán un cambio radical. No cuenten con eso. Hay suficiente evidencia para sugerir que el sistema del capitalismo está lleno de poderosas tendencias destructivas que las que entendemos, efectivamente tan poderosas y tan arraigadas en la estructura del sistema que ponen en peligro la reproducción de gente y la naturaleza. Si así es, tenemos que exponer los argumentos de que no tanto que el socialismo es inevitable sino que es necesario, que es históricamente imprescindible teniendo en cuenta las tendencias destructivas del sistema actual. Tenemos que decir, no solo que ofrece un futuro mejor para la humanidad sino, que es una condición necesaria para que la humanidad y la naturaleza tenga un futuro.
Esta no es la única manera en que debemos popularizar la idea del socialismo. Tenemos también que hacer el argumento convincente que el socialismo crea las condiciones objetivas y subjetivas para una economía equitativa, sostenible, y no explotador, la plena igualdad racial y de género, y una democracia robusta de clase trabajadora y popular. Sin embargo, es un argumento poderoso y necesario en esta coyuntura histórica. Toda especie tiene un instinto de sobrevivir y la humanidad no es una excepción. Tenemos que encontrar maneras, empezando con nuestras propias publicaciones y foros, para hacer el socialismo una palabra cotidiana en nuestro país e invertirla con una nueva urgencia, una nueva necesidad.
Esté claro que el socialismo no está en la agenda de acción laboral y popular ahora, ni pronto. Nadie debe pensar que en su próxima reunión sindical que debe ofrecer una resolución para establecer el socialismo para el fin de esta década para asegurarnos de la supervivencia de la humanidad y la naturaleza. Nuestro énfasis principal ahora y por el futuro inmediato es sobre las luchas de la clase trabajadora y el pueblo contra el peligro de la derecha. Esa fue la dirección que escogimos en nuestro congreso el verano pasado y es aun más importante ahora.
El Socialismo: Una necesidad histórica