SAN ANTONIO, Tejas – El 7 de abril se convino una rueda de prensa en el Centro Esperanza de Paz y Justicia tocante una serie de incendios de negocios dentro de menos de dos semanas. En cada caso los respectivos propietarios habían sido musulmanes, y los incendios habían sido a propósito, lo cual provoca bastante especulación sobre la posibilidad de que se trataba de crímenes de odio. Los líderes religiosos y municipales presentes en la conferencia expresaron una preocupación común sobre la posibilidad de que los hechos fueron perpetrados como revancha a raíz de las recientes reacciones contra la presencia invasora en Irak.
Dentro el mismo periodo, por lo menos dos personas siguieron a la editora del periódico musulmán, Al-Ithaad, y dispararon contra ella con armas del tipo “paint gun” cuando llegó a su casa.
La directora de la oficina local del Council on American-Islamic Relations (Concilio de Relaciones Norteamericanas-Islámicas), aceptó la posibilidad de que los incendios, aun bajo investigación, no tengan motivos de odio. Sin embargo, observó que a partir del 11 de noviembre de 2002, una ola de ataques contra musulmanes ha surgido, inclusive en esta ciudad, y que por lo tanto los sanantonianos deben vigilar contra futuros actos aquí además de estar conscientes de la posibilidad de que los incendios fueron crímenes de odio. Con respecto a los crímenes de odio, Sarwat Hussain agregó que “No basta que buena gente diga que estas cosas no debieron de haber ocurrido, sino que, tenemos que estar atentos a cualquier señal sospechoso para prevenir hechos de esta clase”.
El jefe de policía, Albert Ortiz, contestó varias preguntas, inclusive que, a pesar de que el departamento de policía todavía no debe revelar mucho detalles sobre los casos, habría resultados del laboratorio de crímenes en unos ocho días. Pidió la colaboración de todas las comunidades en la resolución de los casos y la prevención de crímenes de odio.
También estuvieron presentes los concejales Patti Radle del distrito 4, Richard Pérez del distrito 5, y Art Hall del Distrito 8. Como dos de los incendios tomaron lugar en el distrito del Hall, un afronorteamericano, les recordó a los congregados que él mismo pasó por semejantes hechos racistas durante su campaña.
Pérez aceptó que no estuvo consciente de las muchas instancias de crímenes de odio contra musulmanes en San Antonio hasta cuando uno le los incendios ocurrió en su distrito. No obstante, se declaró resuelto en enfrentar el problema al lado de sus colegas y sus constituyentes.
La concejal Radle reiteró la necesidad de la colaboración entre los habitantes de la ciudad aunque de una manera más clara. “Alguien se esta empeñando mucho para hacer esto”, dijo. “Asimismo, nosotros tenemos que empeñarnos en vigilar contra esta clase de crimen”.
Patti Radle les recordó a todos que la reunión semanal tocante la Ley Patriota iba a tomar lugar al siguiente día y animó a la gente a que viniera a aprender, “como esta ley afecta nuestras libertades”.
Graciela Sánchez, directora ejecutiva del Centro Esperanza, indico que hasta la misma rueda de prensa que se estaba tomando lugar en ese momento se consideraba como hecho terrorista según la Ley Patriota.
Dos días después de la rueda de prensa, la policía arrestó a Thomas C. Carroll, un sospechoso que lo estaban vigilando debido a un historial de causar incendios. Fue aprehendido poco después de afuera de una tienda musulmana encendida. Este fue el cuarto negocio musulmán encendido dentro de cuatro semanas. Según el capitán de los bomberos, Art Villareal, e investigadores de su departamento, el sospechoso probablemente se hallaró vinculado con los otros fuegos. Si lo encuentran culpable, puede terminar con una sentencia de hasta 99 años en prisión.
Encienden Negocios Musulmanes