Encuentran cadáver de sindicalista asesinado

BOGOTA — Como un crimen de lesa humanidad que además muestra a las claras la negligencia de las autoridades y de los entes de investigación criminal, calificó el concejal Jaime Caycedo (a su vez secretario general del Partido Comunista Colombiano) la desaparición, tortura y posterior asesinato del líder sindical perteneciente a su partido, Guillermo Rivera Fúquene.

Denunció también la reaparición con fuerza inusitada de grupos clandestinos equiparables a los temibles escuadrones de la muerte, que se han dado a la sistemática tarea de amenazar y perseguir de forma abierta a líderes sindicales y populares, defensores de derechos humanos y dirigentes y activistas de la oposición, disfrazando su accionar como miembros de las fuerzas de seguridad del estado. “Lo condenable de todo esto es que a pesar de los indicios que hemos puesto en conocimiento de las autoridades, no hay hasta el momento declaración alguna ni indagaciones de esos mismos cuerpos de seguridad o de otros entes de investigación que busquen aclarar las denuncias o negar siquiera con pruebas que miembros de esos cuerpos estén cohonestando estas criminales acciones”, dijo Caycedo.

La familia de Rivera llevará su caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Según la familia, hay indicios de que personas vestidas como policías y carros, aparentemente de la institución, se llevaron a Rivera el día de su desaparición.

Así el periódico “Nuestro Diario” de Ibagué registró el pasado 25 de abril la muerte de un hombre, que fue arrojado en el paraje el Totumo.

Tres meses después, fue identificado como Guillermo Rivera el sindicalista que desapareció el 22 de abril en el barrio El Tunal, sur de Bogotá. Ése día dos cámaras de seguridad de un conjunto residencial, registraron a Guillermo Rivera y a dos patrullas de policía.

Una de las cámaras muestra una patrulla de la policía, a los 27 segundos pasa Rivera, cuatro segundos después aparece otro carro de la institución. Pero cuando las patrullas dan la vuelta otra cámara del conjunto las registra, pero el sindicalista, no aparece mas. Los familiares dicen que en esos dos minutos de diferencia Rivera desapareció.

Los familiares aseguran que “la alerta temprana” jamás funcionó, máxime cuando el 22 de abril, denunciaron ante las autoridades y medios de comunicación su desaparición. 48 horas después, en Ibagué apareció el cadáver de un hombre, sin identificar.

Aseguran que 24 horas de la desaparición de Rivera, recibieron una llamada desde su celular, donde una persona les advertía que no hicieran escándalo. La llamada según el reporte de comcel se originó en San Martín, Meta. Creen que la llamada fue para impedir la búsqueda del sindicalista.