El Departamento de Trabajo estadunidense informó que se perdieron 263,000 puestos de trabajo en septiembre, más de lo previsto (los economistas de Wall Street esperaban una pérdida de 180,000); lo que ha elevado la tasa de paro una décima hasta el 9,8% y ha puesto en evidencia que la salida de la crisis no será tan fácil como se suponía. La mayor pérdida de empleo se produjo en la construcción (con 64.000 puestos menos), la manufactura (con 51.000); las ventas minoristas (39.000) y el sector público (53.000). Desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007, el número de desempleados ha aumentado en 7,6 millones, hasta los 15,1 millones de parados en el presente. También se ensombrece la recuperación del consumo a través del crédito. Los préstamos industriales y comerciales de los principales bancos del país descendieron. El impacto de la contracción del crédito en el consumo indica una economía en desmejora; y los consumidores no van a contribuir mucho a la economía durante el resto de este año y probablemente durante una buena parte del próximo año, afirma Bernard Baumohl, de The Economic Outlook Group.
Además que la tasa de ahorro de las familias estadunidenses ha aumentado sensiblemente, lo que quiere decir que el sobreconsumo basado en el sobreendeudamiento no podrá ya volver a encontrar su papel de motor del crecimiento.
En cuanto la pobreza, un informe publicado por la Oficina del Censo a principios de septiembre, indica que a fines de 2008 39,8 millones de personas estuvieron empobrecidas, el mayor nivel desde 1960, y 17,1 millones vivieron en extrema pobreza a menos de la mitad del límite oficial.
(La Oficina de Censo considera que una persona está bajo el umbral de la pobreza si su ingreso anual es inferior a $11 mil, y si es una familia, el nivel se ubica en $22.025).
No fue solo que los pobres experimentaron el daño de una economía en descenso. El ingreso familiar medio (la cantidad ganada por una familia que se encuentra en el centro exacto de la escala de ingresos) declinó en 3,6 por ciento en 2008: de $52,163 a $50,303.
El colapso recesivo y el estallido del déficit fiscal obliga al gobierno a aplicar recortes en el gasto social de su propia población, que ya padece en carne propia el costo social del derrumbe de la economía.
"Lo que parecía impensable hasta ahora, ya está sucediendo, dice Manuel Freytas de IAR Noticias: Los "ajustes salvajes", que históricamente fueron exportados por el FMI (el gendarme financiero global) a los países subdesarrollados de Asia, África y América Latina; llegaron, como una extraña paradoja de la historia, a la primera potencia imperial".
De acuerdo con The Wall Street Journal, la proyección anticipada del drástico recorte del gasto social (que ya rige en California) , prevé despidos y recortes de salarios a los empleados públicos, suspensiones laborales, vacaciones sin paga, planes de retiro anticipado, reducción de fondos para los jubilados, la educación y la salud pública, y recortes en los programas para paliar el hambre.
La crisis, según lo expresa el propio Freytas, no se ensaña con las clases más pudientes sino con los sectores más débiles de la población impactando principalmente en las ocupaciones y empleos de más baja calificación.
Los negros, los hispanos y los jóvenes son los más castigados.
El desempleo en los hispanos se ubicó en 12.4% por ciento, afroamericanos 15.4% por ciento, jóvenes 25,5 por ciento.
Las señales son claras: La crisis financiera que devino en recesión primero, amenaza con convertirse (por el efecto combinado de la desocupación y del recorte del gasto público) en un colapso social de difícil pronóstico.
El Presidente Barack Obama consideró el índice de desocupación en septiembre como una señal de que la recuperación económica será "larga y difícil".
"Lo admito, recuperarnos completamente nos llevará tiempo. Aún queda mucho por hacer y los momentos duros no han pasado del todo. Pero les aseguro que nadie en mi administración descansará hasta que todo aquel que busque un empleo pueda encontrarlo", remarcó con énfasis.
El presidente aseguró además, que trabajaba con sus asesores para explorar "todas las opciones" para expandir el empleo.
Todo indica que, a menos que el Gobierno haga mucho más de lo que actualmente está previsto para ayudar a la economía a recuperarse, el mercado laboral (un mercado en el que actualmente hay seis veces más personas buscando trabajo que puestos vacantes), seguirá en una situación terrible durante años.
En una entrevista a la cadena NBC, el Nobel de Economía, Paul Krugman, consideró "fundamental" contar con un nuevo paquete de estímulo para lograr una recuperación sostenible.
"Gastar dinero ahora equivale a una economía más fuerte tanto a corto como a largo plazo", señaló.