James E. Jackson — ¡Presente!

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James E. Jackson, hijo, un gigante en la lucha por la igualdad afronorteamericana, paz mundial y socialismo, falleció el primer día de septiembre, poco antes de su 93er cumpleaños. Era una de las figuras verdaderamente heroicas del movimiento pro liberación afro norteamericana, del movimiento progresista en general y del Partido Comunista de los Estados Unidos. Era activista, dirigente de masas, teórico, táctico, educador, escritor y humanista desde los 16 años de edad. Expresaba una devoción constante a Esther Cooper Jackson, su esposa de 66 años y una líder también, y a sus hijas Harriet y Kathryn y sus familias.

Jim Jackson se crió en Richmond, Virginia, hijo de un farmacéutico y líder comunitario. En 1937, Jackson salió de la Universidad de Howard para unirse con otros militantes de la Liga de Juventud Comunista para formar el Congreso de Juventud Negra del Sur (SNYC por sus siglas en inglés). Unidos con él en este empeño se estaban Esther Cooper (con quien pronto se casó), Ed y Augusta Strong, Louis y Dorothy Burnham y Grace Bassett.

En 1941, Mildred McAdory, una trabajadora doméstica y activista del SNYC, fue arrestada por negarle su asiento en un ómnibus a una persona de raza blanca. SNYC condujo una lucha de gran escala en su defensa. Años después, ella integró al Comité Nacional del Partido Comunista de Estados Unidos. Rosa Parks, la heroína del boicot en Montgomery, Alabama, y del movimiento pro derechos civiles, después reconoció el papel del SNYC al igual que el NAACP.

Jackson dedicaba la mayor parte de su atención en aquellos tiempos a la organización sindical y a la inscripción de votantes en el Sur. Su vida estaba constantemente en peligro. Trabajando constantemente con estibadores afronorteamericanos para organizar al puerto de Nuevo Orleáns, Jackson y un dirigente de los estibadores fueron arrestados. Se organizaron manifestaciones que al fin obligó a la policía que los pusieran en libertad. Pero los policías elaboraron un complot para entregarlos a las manos de unos asesinos. Afortunadamente, los dos lograron evadir a los asesinos.

Jackson colaboraba con Chris Alston, otro integrante de la Juventud Comunista, para organizar a 5.000 trabajadores de tabaco, mayormente mujeres de raza negra, en Richmond. Para lograr esto, hubo que atravesar una huelga amarga.

La actividad de Jackson con SNYC fue interrumpido por servicio en el Ejército durante la Segunda Guerra Mundial, la guerra para derrotar al fascismo. Después de la guerra, retomó su proyecto de trabajar con SNYC en el Sur. Cuando se decidió que SNYC no pudo seguir adelante por la represión de la Guerra Fría, Jackson se convirtió en el secretario del PC por Luisiana en 1947. Unos años después él y su esposa se transladan a Nueva York donde seguían trabajando con el partido.

En el periodo más duro del macartismo, cuando la Junta Nacional del Partido Comunista fue declarada culpable bajo la ley Smith, Jackson y algunos otros dirigentes del partido pasaron a la clandestinidad por como cinco años, separados de sus familias. En 1956, Jackson estuvo entre un segundo grupo de dirigentes del PC declarados culpables bajo la ley Smith por “conspiración de enseñar” de que en algún momento en el futuro el gobierno norteamericano fuera derrocado “por la fuerza y violencia”. Entre los testigos que testificaban a favor del carácter personal de Jackson estaban Ralph Bunche, en aquel entonces embajador norteamericano ante la ONU, quien había asistido a la universidad Howard con Jim, y quien ofreció una declaración jurada por escrito. Otro testigo a favor del carácter de Jim fue W.E.B. DuBois. Jackson fue declarado culpable, pero una decisión del Tribunal Supremo en otro caso previno que fuera encarcelado.

En los 1950, Jackson era el secretario del partido para el Sur.

Al comienzo de los 1960, después de tomar el puesto de editor del periódico del Partido, “The Worker” (El Obrero), seguía haciendo muchos viajes al Sur durante lo más ardiente del movimiento pro derechos civiles.

A fines de los 1940, se mudaron para Detroit, donde Jim encabezaba el trabajo educativo del PC entre los cientos de obreros de la Ford que también eran militantes del partido (años después, Jackson utilizó sus habilidades para educar a toda una nueva generación de líderes del partido).

En Detroit, el matrimonio compartió una casa con Coleman Young, quien después fue alcalde de Detroit, y siempre mantenía su amistad con ellos. Esther desempeñó un papel importante en el Congreso de Derechos Civiles en Michigan. Entre sus muchas contribuciones fue la de ser la fuerza dirigente de la revista “Freedomways” por 25 años. Freedomways era la voz extraoficial de la revolución pro derechos civiles.

En aquellos tiempos casi todos los líderes importantes afronortamericanos y en el sur y el norte conocían y respetaban a Jackson. Muchos habían colaborado con él en las luchas. Entre ellos eran líderes de movimiento quienes lo conocieron desde los tiempos de SNYC, líderes laborales y académicos. Jackson colaboró por un tiempo con Ralph Bunche haciendo investigaciones sociales para el proyecto de Gunnar Myrdal “An American Dilemma”.

Jackson tuvo una relación especialmente estrecha con Paul Robeson y W.E.B. DuBois. Cuando DuBois se preparaba para abandonar a Estados Unidos a invitación de Kwame Nkrumah para trabajar en el proyecto de la Enciclopedia Africana en Ghana, pidió que Jackson se reuniera con el para platicar sobre cuestiones de teoría y política marxistas. DuBois ingresó en el Partido Comunista en 1962.

A mitad de los 1950, el PC percibió una necesidad de poner a la fecha sus posiciones teóricas sobre una serie de temas. Pidió a Jackson a que dirigiera estos esfuerzos. En el tema de la liberación afro norteamericana, Jackson argumentó de que el concepto de autodeterminación de una “nación negra” en el sur del país debe ser sustituido por un concepto de lucha por medidas especiales compensatorias para lograr igualdad en todo el país. Argumentó que la lucha pro igualdad afro norteamericana se encuentra en el mero centro de lucha pro democracia y progreso en la nación entera. Su posición prevaleció.

Mientras que Jackson ocupaba el puesto de secretario de Asuntos Internacionales del PC, en plena época del bombardeo de Hanoi, él fue a Vietnam del Norte y entrevistó a Ho Chi Minh. Una de sus posesiones que más valoraba era un retrato junto con el gran dirigente vietnamita. Jackson y luego después el presidente del Partido Comunista Henry Winston también desempeñaban un papel importante en ayudar al Partido Comunista Sudafricano y el Congreso Nacional Africano en la lucha en contra del “apartheid”, ayudando a organizar actividades de solidaridad en los Estados Unidos.

Al comienzo de los 1990, durante el derrumbe de la Unión Soviética y los disturbios en el movimiento comunista que eso produjo, Jackson salió del partido. Pero él y Esther seguían dando presentaciones, entrevistas y otras actividades para ayudar a educar a las nuevas generaciones sobre la historia de la lucha pro libertad y otras luchas a favor del progreso y del socialismo. Muchos estudiantes e historiadores buscaban su ayuda. Muchos libros contemporáneos con el tema de las luchas en el sur expresan respeto para la labor que desempeñaron Jim y Esther Jackson, especialmente el libro de dos tomos sobre la biografía de DuBois escrito por David Levering Lewis, que ganó el premio Pulitzer.

En sus últimos años Jackson asistió a varias reuniones del Comité Nacional del Partido Comunista. En una de estas reuniones, se reconoció sus contribuciones a la lucha por la igualdad, paz, democracia y socialismo con una placa honoraria. Como respuesta, Jackson expresó su respaldo para las metas del Partido además de su trabajo, y hablaba de su confianza en el futuro del partido y de la causa del socialismo a la cual había dedicado su vida.

Por 30 años hemos experimentado de cerca las grandes contribuciones del compañero Jim Jackson. De verdad, era un maestro y pensador brillante. Para cientos de nosotros, los miembros más jóvenes del partido, iluminaba a los asuntos más complejos de nuestros tiempos por medio del socialismo científico. A la vez nosotros pudimos traer estas ideas a miles de miembros de nuestra generación que luchaban para acabar con el racismo, con la guerra y con la explotación. Nos conmovía con su estilo carismático y excelente sentido de humor. Somos todos más fuertes y eficaces como resultado. Podemos seguir luchando hoy en parte por razón de sus dotes de liderazgo. Jamás lo olvidaremos.

Jarvis Tyner es el vicepresidente ejecutivo del Partido Comunista de los Estados Unidos, y Sam Webb es el presidente nacional del partido.