Juramento a la Bandera – Su historial socialista

Una reciente decisión legal declarando el uso de la frase “bajo Dios” como una violación constitucional de la separación de Iglesia y Estado motivó gritos de protestas de los derechistas y algunos de sus amigos poderosos en la Corte Suprema de Estados Unidos. Yo pienso si la derecha, incluyendo el juez de la Corte Suprema Antonin Scalia, correrían a defender el Juramento de Lealtad a la Bandera si supieran que fue escrito por un conocido socialista cristiano, el reverendo Francis Bellamy, que la escribió para llamar por la unidad nacional basado en la igualdad y la justicia social.

Si ellos supieran esto, quizás tratarían de botar el juramento mismo, quedándose solo con la frase “Una nación bajo Dios,” que fue añadida por el 82do Congreso, dominado por los republicanos, en 1954 en el colmo del macartismo, cuando denuncias del “comunismo ateo” y piedades tal como “la familia que ora unida, se mantiene unida” llenaban los medios de comunicación, junto con las exhortaciones de salir de compra en el día de Navidad y otros días de fiesta religiosos.

Bellamy, un socialista cristiano activo y educador, se oponía al racismo y era (como su hermano Edward, autor de una de las novelas socialista utópica de mayor venta, Looking Backwards) partidario de los derechos femeninos, incluyendo el derecho al voto para la mujer. Edward Bellamy también era dirigente de los del movimiento de clase media, “clubs nacionalistas” en los 1890s, que popularizaron los ideales socialistas como lo hizo la Fabian Society, dirigida por la clase media de Inglaterra en la misma era.

Expulsado de su púlpito de la denominación bautista en Boston por sus sermones socialistas en 1891, Francis Bellamy, que tenía amigos y aliados en los círculos profesionales, continuó su trabajo como escritor y educador. Mientras trabajaba como editor asistente de Youth Companion, una revista popular para jóvenes, Bellamy publicó, por primera vez, su juramento en agosto del 1892.

Bellamy, que también era presidente del comité de superintendentes estatales de escuelas para la Asociación Nacional de Educación, preparando la celebración del 400 aniversario de los viajes de Colón, convirtió al juramento en una ceremonia y saludo a la bandera para las celebraciones en las escuelas.

Investigaciones académicas demuestran que Bellamy había planeado usar la palabra “igualdad,” con “libertad y justicia para todos” en su juramento, pero dejó la idea pensando, correctamente, que el comité, compuesto de superintendentes escolares de los estados, no usarían el juramento si la palabra igualdad apareciera en ella. Ellos asociaban esa palabra con el radicalismo, igualdad para los afronorteamericanos y la mujer.

Bellamy, electo como vicepresidente de educación para la Sociedad de Socialistas Cristianos en 1889, siempre fue como un socialista cristiano activo. Esto significa que él veía al socialismo, comprometido con la cooperación e igualdad, como verdadera expresión del Evangelio cristiano, en vez del capitalismo con el cual él asociaba el egoismo y la avaricia de los prestamistas que Jesús hecho del templo. Para Bellamy y otros socialistas no marxistas, el socialismo triunfaría a través de la educación y la reforma en vez de revolución por la clase trabajadora.

Por más de tres décadas, el juramento de Bellamy decía, “Juro lealtad a mi bandera y a la República que representa, una nación, indivisible, con libertad y justicia para todos.” Cuando la “Conferencia Nacional de la Bandea,” bajo control de la derechista Legión Norteamericana y las Hijas de la Revolución Norteamericana, cambiaron esto a “Juro lealtad a la bandera de Estados Unidos de América,” Bellamy, que no era gran admirador ni de la Legión, ni de las Hijas, ni de la administración del presidente Calvin Coolidge, ni de ninguna otra definición coercitiva del “americanismo,” protestó sin tener éxito ninguno.

Bellamy había fallecido cuando el Congreso adulteró aun más su juramento con la frase “bajo Dios” 30 años después cuando las fuerzas de la derecha otra vez estaban en la ascendencia en Estados Unidos.

Su nieta declaró cuando eso que definitivamente él se hubiese opuesto a este cambio y, en realidad, a todas las formas del macartismo, viendo que él fe botado de su púlpito por predicar el socialismo cristiano en 1981, décadas antes de que naciera Joe McCarthy.

Como nota final, Francis Bellamy pasó sus últimos años como muchos ancianos en la Florida, pero dejó de asistir a la iglesia completamente, por coraje a los prejuicios raciales que él encontró ahí. Si él estuviera vivo en los 1950s, los mismos políticos que pusieron la frase “bajo Dios” en el juramento que él escribió, probablemente lo hubieran puesto en la lista negra. Si él hubiera vivido para poder votar en las elecciones del 2000 en la Florida, él, como miles más, hubiese sido privado del voto por las papeletas baratas y la gente contratados por la campaña de Bush para depurar los registros de gente que podrían oponerse a Bush. Si él estuviera vivo hoy, estoy seguro que él estuviera defendiendo los derechos civiles de ambos, ciudadanos estadounidense y residentes del país que ha sido sujeto al arresto, registros y confiscaciones en violación de la Carta de Derechos en nombre de la guerra en contra el terrorismo.





Norman Markowitz es un historiador marxista en Nueva Jersey.