Líder deportada dice seguirá lucha por inmigrantes

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Elvira Arellano salió totalmente de las sombras con el plan de estimular al movimiento pro derechos de inmigrantes a actuar en una forma de emergencia. En jaque queda la suerte de los 12 millones de indocumentados y sus familias. que presione al Congreso, especialmente a la Cámara de Representantes, a aprobar una legislación para regularizar el status de 12 millones de indocumentados.

“No podemos sentarnos con los brazos cruzados mientras que a nuestras familias las hacen pedazos durante los próximos tres años. Yo no puedo”, dijo Arellano el sábado 18 de agosto cuando apareció en la iglesia Católica “La Placita” para hacer un llamado para una campaña nueva pro legalización

Salió de su asilo en una iglesia en Chicago para venir a California para ayudar a fomentar un movimiento para instar a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y la presidenta de la subcomisión de Asuntos de Inmigración y Ciudadanía, Zoe Lofgren, ambas californienses, a que inicien nueva legislación de emergencia sobre inmigración.

El paso audaz de Arellano para hablar en público fue una respuesta a las declaraciones por políticos y en la prensa que de que ninguna reforma migratoria integral se iba a debatir de nuevo por lo menos por tres años. El mayo pasado el Senado llegó a un impasse bastante amargado sobre inmigración, y el anuncio del presidente Bush que va a intensificar a las redadas, deportaciones y despedidas basadas en las cartas discrepancias con el número de Seguro Social.

El día después de la rueda de prensa, un escuadrón de agentes de inmigración la arrestaron cuando iba saliendo de la iglesia para visitar a otras familias asiladas. Era un muy obvio intento de aplastar y desviar a su campaña.

Actualmente Arellano se encuentra en Tijuana, Méjico, con su hijo Saúl, un ciudadano norteamericano de 8 años de edad, quien regresará a Chicago para ir a la escuela. En forma inmediata, organizaciones laborales, de derechos de inmigrantes, religiosas y otras organizaron vigilias y denunciaron a su deportación.

La Cámara de Representantes no ha tocado al tema de inmigración este año, por lo tanto que Arellano y su partidarios están enfocando su atención a la cámara baja.

“El Congreso tiene que actuar en septiembre para poner fin a la separación de familias, las redadas, las deportaciones y las sanciones basadas en el número de Seguro Social. Tienen que actuar para parar al odio”.

Arellano tuvo planes de ir a la capital el 12 de septiembre para cabildear personalmente con los líderes demócratas de la Cámara de Representantes para que cumplan con sus promesas de introducir legislación pro-legalización. Activistas pro derechos de los inmigrantes se comprometieron a ir en su lugar y también para cabildear para un proyecto de ley especial para permitir que Arellano regrese a Estados Unidos para estar con su hijo.

En la rueda de prensa en Los Ángeles Arellano anunció su apoyo para unas propuestas básicas de legalización, que por lo pronto no incluyen ni el camino hacia la ciudadanía ni un programa nuevo de trabajadores temporales, que son cosas que deben considerarse más a largo plazo. “No son nuestras prioridad.es Nuestra prioridad es el de mantener juntas a nuestras familias. Creemos que estas propuestas proveen una solución interina para la crisis actual”.

Las propuestas incluyen:

•Una visa para padres de niños que son ciudadanos norteamericanos;

•Una visa interina para personas trabajando en Estados Unidos sin papeles;

•Renovación de la Sección 245 (i) permitiendo que esposos indocumentados de ciudadanos consigan la legalización sin tener que regresar a su país natal;

•El proyecto de ley “Protección de Niños Ciudadanos” para poder parar a la deportación de padres indocumentados;

•Los proyectos de ley DREAM y AgJobs que proveen una vía a la residencia legal para estudiantes universitarios, agricultores e integrantes de las Fuerzas Armadas.

El plan también exige una moratoria a las redadas, deportaciones y separación de familias.

El arresto y la deportación de Arellano en muchos sentidos puede complicar su misión y su lucha para regresar a su hijo Saúl. Pero , un poco antes de salir rumbo a Los Ángeles, el 15 de agosto, primer aniversario de tomar asilo en la iglesia, dijo “Dios me ha protegido durante todo este año pero no puedo sentarme cruzada brazos y observar como se destruyen las vidas de padres y madres como yo y niños como Saúl. Creo en mi corazón que el pueblo de esta nación, en su propio corazón, no desea destruir a nuestras vidas, nuestras familias y nuestras comunidades. Pero yo sí creo que tenemos que presentarnos como testigos de fe para traer una resolución a este crisis”.

Elvira Arellano se encuentra en el frente de la lucha de millones de trabajadores inmigrantes que están alzando sus voces y arriesgándose por el derecho de trabajar para soportar a sus familias con dignidad. Merecen el apoyo total de todas las fuerzas democráticas.