A finales de agosto el presidente Hugo Chávez de Venezuela anunció una nueva etapa en la lucha por el cuidado de salud en su país. El gobierno gastará 2,5 mil millones de dólares. “El primer y más urgente uso [del dinero] es para comprar los equipos necesarios, los más modernos del mundo”, declaró Chávez. “Eso es Barrio Adentro III; revolución hospitalaria”.
Una revolución puede ser lo que hace falta para hacer cumplir con el cuidado de salud como derecho humano. Como declaró Fidel Castro en 1959, “A los hijos del campesino se los dejaba morir, porque no habían medicinas ni médicos para ellos. A las esposas de los campesinos se las dejan morir porque no había ni medicinas ni médicos para ellas. En rescatarles a los campesinos, la revolución toma su primer paso adelante para transformarse en una verdadera democracia, una democracia sin esclavos”.
El cuidado de salud está muy presente en la agenda de cambio democrático que se esta desarrollando en Venezuela. Utilizando a la experiencia y a los médicos cubanos, más dinero petrolero, la Revolución Bolivariana de Venezuela está en camino hacia una nueva era de servicios de salud.
A lo mejor, los pobres de Venezuela, que forman más o menos el 80 por ciento de la población total, tienen una vida mejor que la de los campesinos cubanos de 1959. En teoría, dos tercios de los venezolanos tienen
acceso a servicios de salud bajo el seguro social, y los índices de mortalidad infantil y de expectativas de vida son mejores que los de muchos otros países latinoamericanos.
Pero para la mayoría el cuidado de salud queda fuera de su alcance. Muchos pueblitos del campo y aldeas aisladas quedan muy lejos de las facilidades. La privatización ha cerrado muchas facilidades de salud pública y ha aumentado el precio de los servicios de salud. Hasta recientemente, se destinaba al cuidado de salud solo un 3 por ciento del producto nacional bruto, mientras la gran parte de los países industrializados gastan de 8 a 10 por ciento. Y hacen falta los médicos.
De los 55.000 médicos venezolanos, 10.000 no trabajan, y 22.000 son médicos de salud pública, muchos de ellos trabajando pocas horas. Cuba ha mandado a Venezuela a 20.000 médicos y dentistas, en cambio del petróleo venezolano a precio reducido al ritmo de 90.000 barriles diarios.
Venezuela les paga a los médicos cubanos 210 dólares al mes por comida y transporte, y Cuba les sostiene a sus familias en casa con 750 dólares cada mes.
Durante dos años, como primer paso, el gobierno de Chávez ha animado a comunidades en zonas pobres y remotas a construir sus propios centros de salud, y ha conseguido a médicos cubanos a prestar servicios en ellos. Bajo la Misión Barrio Adentro I, más de 8.000 de estos centros ya ofrecen cuidado primario, educación de salud, y prevención.
Las comunidades han llevado acabo encuestas por determinar las necesidades de salud locales y han desarrollado planes comprensivos para el cuidado de salud. Los centros dispensan medicinas gratuitas, otorgadas por Cuba.
El 10 de junio el presidente Chávez inició la Misión Barrio Adentro II. El gobierno construirá 600 nuevos centros diagnósticos por toda Venezuela, con todo y salas de emergencia, laboratorios y quirófanos. Algunas de las nuevas facilidades ofrecerán cuidado especializado y servicio de ambulancias. Serán construidos algunos 1.200 centros de rehabilitación, terapia física, acupuntura y educación de salud.
El ministerio de Salud ha reclutado a 1.500 médicos venezolanos para los nuevos programas. Ha ofrecido a 17.000 venezolanos la oportunidad de viajar a Cuba para la quirúrgica ortopédica u ocular.
Bajo Barrio Adentro III, habrá una reforma del sistema actual de hospitales. El gobierno comprará equipo de primera calidad de otros países para la renovación de hospitales y para el cuidado de pacientes que, en el futuro, será gratis. El dinero viene de un fondo de desarrollo de 6 mil millones de dólares que la Asamblea Nacional sacó el julio pasado de las reservas de divisas, que valen unos 30 mil millones de dólares.
En vista de la falta de 20.000 médicos practicantes, la educación médica es una prioridad. Este año unos 887 estudiantes de Venezuela estudian en la Escuela Latinoamericana de Medicina, de Cuba, y 1.050 médicos venezolanos estudian la medicina familiar en Cuba. Todos los médicos cubanos que trabajan en Venezuela van acompañados por dos estudiantes médicos, matriculados de una “escuela medica sin murallas” desarrollada por educadores médicos cubanos y venezolanos.
El programa comenzó el 3 de octubre con 20.000 estudiantes médicos venezolanos inscritos. Su curso enfatizará a los valores humanistas y a una integración estrecha entre las ciencias básicas y la medicina clínica. Los estudiantes reciben instrucción hasta en las zonas más remotas del campo, porque muchas veces la necesidad de ir a las ciudades para estudiar medicina les influye a los estudiantes a no volver a practicar medicina en sus distritos de origen.
Los educadores venezolanos y cubanos proyectan formar a 50.000 nuevos médicos venezolanos en el curso de los próximos 10 años, mas 30.000 otros de otras partes de América Latina. El presidente Chávez anunció recientemente planes para desarrollar en Venezuela una segunda Escuela Latinoamericana de Medicina.
La revolución en el cuidado de salud en Venezuela