La propuesta del presidente Bush de usar el matrimonio para salir de la pobreza es indignante e insultante para las mujeres. Si el presidente Bush se preocupara en verdad con la condición de las mujeres y los niños ni siquiera pensaría en una propuesta así.
Pues el matrimonio es una decisión personal por amor no para salir de la pobreza. Eso sería prostituirse.
También es poner a las mujeres y a los niños en peligro. Pues todos sabemos de los casos de relaciones abusivas en que la mujer se encuentra y no la deja salir por necesidad económica. La propuesta de Bush le crea aun más presión a la mujer quedarse en relaciones abusivas.
Casarse no es la solución para salir de la pobreza. Usualmente uno se casa con una persona de nivel económico igual. Donde yo vivo las mujeres que están casadas viven tan pobre como las que están solteras.
Pues yo estoy casada, estudio y todavía necesito ayuda porque las rentas están muy altas en la ciudad donde vivo.
Yo trabajo como maestra preescolar. Varias de las madres de los niños tienen que trabajar un segundo turno porque no pueden conseguir trabajo de día o trabajan de día y estudian de noche para mejorarse. La verdad es triste ver a niños pequeños que se pasan el tiempo preguntando por sus mamas porque van del programa a la casa de una niñera.
Parece ser que el presidente ignora el alto nivel de desempleo. En realidad es algo frustrante en pensar que piensa emplear 300 millones de dólares para estimular a las mujeres a casarse, en cambio hacen recortes en necesidades básicas como salud, y programas de estudios. Lo mejor que puede hacer es implementar programas que vayan a crear empleo y entrenamiento.
Aquí en Massachusetts un colegio comunitario hicieron recortes y ahora hay lista de espera en el programa de enfermería. El colegio no tienen suficiente maestros para continuar el programa para el semestre que viene en el otoño. Lo estudiantes tendrán que esperar porque no tienen suficiente maestros.
Esa preocupación que el presidente dice tener por las familias de los niños pobres es una hipocresía.
– Martina Cruz es una lectora del People’s Weekly World/Nuestro Mundo y activista comunitaria y laboral en Lawrence, Massachusetts.
Matrimonio no es la solución a la pobreza