NACIONES UNIDAS – Sin posibilidades de lograr el apoyo del Senado para el nombramiento de John Bolton como embajador estadounidense a la ONU, el presidente Bush ha evadido el papal del poder legislativo, nombrando Bolton a dicho puesto en el receso del Congreso el 1 de agosto.
El apoyo que Bush ha mostrado hacía el ultraconservador Bolton ha provocado protestas tanto aquí como en el extranjero. Entre otras cosas, Bolton una vez comentó que el edificio de la ONU en Nueva York “podría perder 10 pisos y no haría ninguna diferencia”.
“El nombramiento de Bolton en realidad muestra el desdén y el cinismo que tiene la administración por la ONU, nombrar una persona que realmente no cree en la meta de la ONU”, dijo Kevin Martin, director ejecutivo de Acción Por la Paz. “Es una tremenda bofetada en la cara”.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se expresó en una forma diplomática. Dijo a la prensa que va a colaborar con Bolton como con cualquier embajador, pero advirtió, “creo que está bien que un embajador venga a dar un empuje, pero un embajador siempre tiene que recordarse que hay 190 otros a los cuales tendrá que convencer, o la inmensa mayoría de ellos, para que se efectúe alguna acción”.
Durante las audiencias senatoriales para su confirmación, Bolton fue criticado por su estilo chocante y acciones provocativas, incluyendo su oposición a la Convención sobre las Armas Biológicas del 1972, diciendo que minaría a la seguridad nacional norteamericana; el uso de lenguaje inflamatorio en contra de Corea del Norte durante negociaciones con aquel país sobre cuestiones nucleares; y diciendo falsamente que Cuba estaba produciendo armas biológicas.
Bolton jugó un papel en las preparaciones de Bush para invadir a Irak. De acuerdo al congresista demócrata por California Henry Waxman, Bolton promovió la idea de decir que la República de Niger (en África occidental) había vendido uranio a Irak, información falsa que fue incluido en el discurso sobre el estado de la nación que Bush presentó en 2003.
Los que critican a Bolton señalan que ahora es un momento especialmente malo para enviar esta clase de persona a la ONU, pues el cuerpo internacional está involucrado en conversaciones sobre su futuro. El tema será tomado en cuenta en la sesión de la Asamblea General en septiembre, lo que probablemente será la reunión más grande de jefes de estado en la historia.
La forma en que Bolton va a participar en este debate puede ser peligrosa, pues como Martin le dijo a Nuestro Mundo: “Él no toma en cuenta mucho la ley internacional, los pactos internacionales o la colaboración con otros países. Su linea es básicamente que la proyección del poder de Estados Unidos, especialmente poder militar pero también el económico y diplomático, es la única cosa en que podemos tender confianza. Trabajar con el resto del mundo le parece a Bolton un espejismo, a pesar de que la mayoría de la gente en este país sí cree que debemos trabajar con los otros países”.
Bolton, ex subsecretario de Estado para control de armamentos y seguridad internacional, se ha encarado a una oposición sin precedencias en el Senado. Su nombramiento fue referido al Senado completo por la Comisión de Relaciones Exteriores sin recomendación de que se aprobara o desaprobara. A pesar de que los republicanos tienen una mayoría en la Comisión, sus integrantes no pudieron ponerse de acuerdo, sobre todo por las profundas dudas expresados por el senador republicano por Ohio, George Voinovich.
El senador demócrata Christopher Dodd, por Connecticut, en un artículo en el diario Washington Post, dijo “el nombramiento durante el receso” [en forma interina, evitando así la necesidad de aprobación por el Senado] muestra que al presidente le preocupan mas lás batallas políticas en vez de enviar el mejor candidato a la ONU, y estas movidas ya han quitado legitimidad este candidato cuestionable en los ojos de los miembros de la ONU”.
A la vez, Martin dijo que el hecho de que Bush tuvo que recurrir a la maniobra de hacer un nombramiento interino durante el receso legislativo, es de hecho un tipo de victoria para los que se oponen al nombramiento de Bolton. Martin lo calificó como una muestra de la debilidad del presidente. “Muestra también que tan impopulares son las políticas exteriores del presidente actualmente”.
Para enfatizar este punto, Martin notó que cuando Bolton llegó por primera vez a la misión estadounidense ante la ONU, la gente alrededor lo abuchearon en forma espontáneamente.
Bolton será, simplemente, un mensajero, grosero y poco respetado, de la política exterior de la administración Bush, dijo Martin. Lo más importante ahora, agregó, es luchar para cambiar dicha política.
Nombramiento Bolton: Bofetada a la opinión pública mundial