Usando información obtenida bajo la Ley de Libertad de Información, el Miami Herald hizo nombrar a 10 periodistas que recibieron dinero por su trabajo con Radio y TV Martí, las emisoras norteamericanas que transmiten propaganda a Cuba. El Herald dijo que tres de ellos, que escribían por su subsidiario en español, El Nuevo Herald, fueron despedidos.
Los pagos totales desde 2001 de parte de la Oficina Norteamericana de Radiodifusión a Cuba van desde $1.550 hasta $174.753 por periodista. La máxima cantidad se la pagaron a Pablo Alfonso, comentarista regular en cuestiones de Cuba con El Nuevo Herald. Olga Connor, escritora independiente sobre la cultura cubana, recibió $71.000, mientras que Wilfredo Concio Isla, que cubrió asuntos de la comunidad exiliada cubana, tuvo ingresos de $15.000 en el curso de cinco años.
Jesús Díaz hijo, editor del Miami Herald, dijo, “Personalmente yo no creo que podamos estar seguro de la integridad y la objetividad si alguno de nuestros reporteros reciben compensación monetaria de alguna entidad que él o ella pueda cubrir o pueda haber cubierto, pero más particularmente si se trata de una agencia gubernamental”.
Voceros del gobierno cubano han reclamado en varias ocasiones que muchos de los tal llamados periodistas independientes dentro de Cuba y en otras partes aceptan dinero del gobierno norteamericano. Dirigiéndose a periodistas el año pasado, el presidente de la Asamblea Nacional Cubana, Ricardo Alarcón reiteró la acusación de que muchos de los disidentes encarcelados en abril de 2003 fueron “mercenarios”. Los comentaristas dicen que estas últimas revelaciones sostienen a estas acusaciones.
Juan Manuel Cao, reportero del Canal 41 de habla hispana en Miami, aceptó $11.400 de pagos extra este año de sus patrones en Washington. Lo que recibe Washington por su dinero fue ejemplificado en la entrevista de Cao con Orlando Bosch el pasado abril. El pediatra terrorista respondió de esta manera a una pregunta sobre su papel en la explosión de un avión cubano de pasajeros cerca de Barbados en 1976, “No, chico, en una guerra como la que libramos nosotros los cubanos amantes de la libertad contra el tirano, tiene que derrumbar aviones, tiene que hundir barcos”.
En julio a la Cumbre MERCOSUR en Buenos Aires, Cao le preguntó a Fidel Castro sobre un disidente que supuestamente no pudo salir de Cuba. Respondiéndole, Castro le preguntó a Cao sobre quién le estaba pagando.
Aparentemente la conciencia de Cao está limpia. “No hay nada de sospechosa en esto”, declaró a reporteros. “Yo lo haría gratis, pero los reglamentos no lo permiten. Yo cobro simbólicamente, debajo de los precios de mercado”.
El Miami Herald todavía no ha indicado que va hacer con Carlos Alberto Montañer, otro de los que se benefició de los pagos del gobierno norteamericano. Montañer ilustra el uso del dinero de Washington para alimentar a los prejuicios que provienen de los medios noticiosos contra Cuba en el área de Miami. Este comentarista del Miami Herald defiende fielmente a las operaciones paramilitares anticubanas en el sur de Florida. Los analistas perciben la mano de Montañer en ayudar a crear un ambiente de prejuicio comunitario que infectó el proceso de los cinco combatientes antiterroristas cubanos arrestados en 1998.
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Periodistas de Miami reciben dinero gubernamental