Presupuesto de Bush Para ricos; no para el pueblo

El presupuesto presentado por el presidente Bush de 2,23 billones de dólares para el año fiscal entrante que empieza el primero de octubre, está lleno de más de un billón de dólares en recortes de impuestos para los ricos, aumentos en gastos para el complejo militar industrial y recortes de fondos para muchos programas sociales. Esto motivó fuertes críticas por el presidente de la AFL-CIO, John Sweeney. “La dependencia de la administración sobre la privatización y los recortes de impuestos para los ricos va a forzar a los ancianos, niños y trabajadores de la nación ponerse en dieta de hambre mientras las cuentas bancarias de los norteamericanos más ricos se inundan con miles de millones en recortes de impuestos,” dijo Sweeney.

El presupuesto para el 2004 hace cortes en los programas que mejor trabajan para pagar por los recortes de impuestos que hace posible que el presidente George W. Bush y el vicepresidente Dick Cheney le devuelvan más en impuestos que lo que gana un trabajador típico en un año, dijo Sweeney.

El dirigente laboral dijo que el presupuesto escatima a los estados, la educación, trabajo y la economía y no ofrece un programa agresivo para la creación de trabajo a través de la inversión en programas públicos tal como la construcción de carreteras, escuelas y hospitales.

El New York Times dijo que el presupuesto militar – que fue aumentado por $16,9 mil millones desde el año pasado – “está lleno de dinero para armamentos viejos que solo son necesitados por los contratistas de armas y los que construyen imperios militares.” El editorial del New York Times dijo que el déficit, que hace una transferencia de impuestos de hoy para los contribuyentes del mañana, es típico de la atittud de la administración de “hacer fiesta hoy para pagarla mañana” hacia las finanzas del gubernamentales.

Marian Wright Edelman, presidenta del Fondo para la Defensa de los Niños, se encontraba indignada. “La administración de Bush está haciendo guerra presupuestaria contra los pobres,” ella dijo, acusando a Bush de “escoger dar un promedio de $89 mil en recortes de impuestos a cada millonario este año mientras desmantela [los programas de] Head Start y Medicaid.”

Bárbara B.Kennelly, presidenta del Comité Nacional para Preservar al Seguro Social y el Medicare criticó duramente a los trucos que Bush usó en bregar con un plan de recetas médicas para los ancianos donde ellos tendrán que usar un seguro privado para ser eligible para las recetas.

“Poder escoger no vale mucho si ninguna de las opciones son buena,” dijo ella, expresando preocupación que los planes tradicionales de Medicare sean abolido dejando solo los planes privados. “El presidente lo quiere todo – un plan de impuestos, la guerra y la privatización del Medicare. Los ancianos quiere ver progreso de un plan de recetas médicas.”

La crítica en el Congreso vino de ambos partidos. El congresista demócrata por Nueva York, Charles B. Rangel, llamó el presupuesto “puro teatro, con fotos de niños pequeños y soldados valientes diseñado para distraer al público estadounidense para que no vean la verdad.”

Entre la gente que seré más observados en el proceso presupuestario está un grupo de republicanos del centro que pueden determinar el futuro de las propuestas de impuestos, y una de ellas – la senadora Olympia J. Snowe de Maine – lo hizo claro que ella estaba incómoda por los muchos números negativos en el presupuesto.

Otros republicanos centristas del Senado incluyen a Susan Collins de Maine, Arlen Hatch de Pennsylvania, y Lincoln Chaffee de Rhode Island. Juntos con los 49 demócratas, ellos pueden ser un obstáculo contra los peores aspectos del presupuesto.

Stephanie Robinson, una portavoz para el Centro por el Cambio Comunitario, dijo, “El plan de Bush para el crecimiento económico no provee ningún alivio para las familias trabajadoras, perjudican a los estados que se enfrentan a una crisis seria presupuestaria, y pone a los niños y familias vulnerables a más riesgos. El plan del presidente para recortes de impuestos no solo ignora a un sector entero de la población, sino que priva a los programas sociales que tanto se necesitan.”

Ron Pollack, director ejecutivo de Familias EUA, dijo que el presupuesto está muy lejos “del compromiso necesario para cumplir con su promesa de ‘servicios médicos de calidad, asequibles para todos’.” Las propuestas van a forzar a los ancianos a perder sus doctores y va a causar a muchos de los más vulnerables a estar sin seguro.”

El presupuesto de Bush está lleno de prácticas de contabilidad de “ahora lo ves, ahora no” donde una aumento en un programa se hace con recortes a otro. Un aumento de $200 millones para ayudar a familias de bajo recursos comprar casas, se paga con la eliminación de $574 millones para un programa para renovar a los edificios viejos de vivienda pública.

El costo del muy elogiado programa para ayudar a los países africanos luchar contra el SIDA es pagado con los recortes de fondos para el desarrollo de países pobres.

El presupuesto le tira a las familias pobre y de bajo recursos con nuevos requisitos para ser elegible que los hace más difícil para obtener los beneficios del gobierno que van de programas para créditos sobre impuestos a almuerzos para estudiantes. También corta varios programas que sirven para aliviar la falta de servicios médicos en comunidades que carecen de estos servicios.

Uno de estos programas, que cuesta $300 millones al año para pagar por entrenamiento y becas para futuros médicos, tuvo un corte de $81 millón mientras un programa que ayuda a hospitales con la compra de equipo costoso seré eliminado.