Rafael Correa, candidato de izquierda del partido Alianza País, ganó las elecciones presidenciales del Ecuador contra el millonario derechista Álvaro Noboa en la segunda vuelta celebrada el 26 de noviembre con 66 por ciento de los votos según la corte electoral.
“Recibimos este triunfo con dignidad y humildad”, dijo Correa. “Somos tan solo instrumentos de poder ciudadano”. Correa agregó que su victoria significaba que el pueblo ahora tenía el poder mientras las calles de Quito y otros lugares se llenaban con gente celebrando la victoria.
Kintto Lucas, director de la revista Tintají, escribió, “Es hora de conformar un gran Frente Social y Político de apoyo a Rafael Correa y por los cambios que Ecuador necesita urgente”.
Correa es un economista que fue ministro de Economía en el gobierno del actual presidente Alfredo Palacio. Muchos creen que Correa fue forzado a renunciar por presión del Fondo Monetario Internacional. Al FMI, dicen, le disgustaba su defensa fuerte de cumplir con las necesidades humanas y preservar el sector público, además de su rechazo de un acuerdo de “libre comercio” con Estados Unidos.
Noboa, el millonario más rico del Ecuador, dijo que hubo fraude electoral. No obstante, la Organización de Estados Americanos, que vigiló las elecciones, dice que la conducta de las elecciones fue normal y hasta ejemplar.
El próximo presidente del Ecuador tendrá que verse con un fuerte movimiento social de base. Este movimiento anticapitalista, de obreros y pueblos indígenas, solo ha permitido a tres presidentes terminar sus mandatos desde 1979.
En abril del 2005, Alfredo Palacio tomó poder de Lucio Gutiérrez, uno de los tres mandatarios que tuvieron que renunciar por las protestas populares contra sus políticas neoliberales. Ecuador ha tenido ocho jefes de estado en los últimos 10 años.
Antagonismo de clase, la emigración masiva, recesiones económicas, censura de la prensa, inflación alta, disputas raciales y la dolarización de la economía nacional han contribuido a las broncas políticas en el Ecuador.
Con más de 80 por ciento de los ecuatorianos viviendo en la miseria y gran parte de los recurso del país en manos extranjeras, los intentos de privatizar los servicios sociales públicos y un acuerdo de libre comercio con EEUU se encontraron enfrentados a una oposición fuerte. Gobierno tras gobierno que apoyaban estas posiciones se han visto forzados a retroceder.
La campaña de Correa estaba basada en luchar por la soberanía ecuatoriana y la integración regional. Su Alianza País firmó una alianza con el Partido Socialista y han llamado por una nueva constitución.
Él está comprometido con cerrar la base militar estadounidense en Manta y han dicho que está dispuesto a “renovar el convenio de la base de Manta si Estados Unidos nos permite poner una base militar ecuatoriana en Miami”.
Otro de los temas de su campaña ha sido el de cambiar la industria petrolera controlada por corporaciones extranjeras. Correa dice que se tiene que negociar de nuevos los convenios porque intereses extranjeros se llevan 80 por ciento de los recursos petroleros.
Progresista gana elecciones del Ecuador