República Dominicana: Corrupción y futuro en la política

En la República Dominicana, nominalmente existen tres partidos políticos, de los denominados mayoritarios. Estos son el Partido Revolucionario Dominicano, el Partido Reformista, y el Partido de la Liberación Dominicana.

Estos tres partidos han ocupado el espectro político nacional, durante los últimos cuarenta años, sin que a ninguno lo haya distinguido una administración honesta, sino el fantasma de la corrupción y del latrocinio en la administración publica.

El gobierno del fenecido doctor Joaquín Balaguer, producto de la ocupación norteamericana del año de 1965, sembró de luto y miseria al país durante tres periodos consecutivos de gobierno corrupto, hasta el grado que él mismo afirmó una vez que la corrupción llegaba hasta la puerta de su oficina en el palacio presidencial.

Durante el periodo de gobierno del partido de la Liberación Dominicana, hubo corrupción, aunque no en el grado de los otros dos partido, y esto quizás, porque estuvo en el poder por un solo periodo 1996-2000.

De todos los tres partidos el que se ha ganado los premios de la corrupción, es el que actualmente estó el poder el PRepública Dominicana.

Para el lector que no estó familiarizado con el acontecer político dominicano, vamos a dar una breve información de los gobiernos que ha ocupado el PRepública Dominicana en cada periodo a partir de los años de 1978-1982.

Don Antonio Guzmán, como popularmente le llamaba la gente del pueblo, era un hombre hacendado, es decir era rico, pero un hombre con muchos principios morales de su conducta familiar.

El día de su juramentación, en su discurso de instalación como presidente, afirmó que en su gobierno, él no toleraría la corrupción administrativa, bajo ningún concepto, pero cuando le faltaban 41 días para cumplir su periodo presidencial, se descubrió un fraude en su gobierno, de proporciones incalculables.

Pero lo peor no era solo el robo que se había descubierto, sino que quien figuraba como el mayor responsable, era su propia hija, Sonia, y el esposo de esta.

Guzmán tomó la decisión mas dramática que pueda tomar una persona en tales circunstancias. Tomo su arma que tenía en la gaveta del escritorio en su despacho presidencial, se fue al baño que él como presidente usaba, y se disparó un tipo en la sien. Así termino su periodo presidencial.

Acerca del actual gobierno del República Dominicana al momento de su juramentación, el año 2000, Hipólito afirmó en su discurso de juramentación que el funcionario que durante su gobierno se pasara en rojo, lo iba a pasar muy mal.

Han habido muchos casos de corrupción durante el actual periodo: conocemos el caso de unos terrenos del estado que fueron sobrevalurados para robarse una parte del dinero, otros casos fueron el de la lotería nacional donde los funcionarios, daban los premios a los interesados, para luego compartir las ganancias; en la secretaría de educación en el instituto de la vivienda, y en bienes nacionales.

En todos estos departamentos, se descubrieron actos de corrupción, pero como siempre aun en el caso de que el gobierno de Hipólito Mejía los tradujo a la acción de la justicia, todos andan suelto bajo fianza y esto no pasa de ser más de lo mismo – mas en estos momentos cuando el primer mandatario está detrás, de su reelección, y como se ha de espera, no querrás buscarse enemigo gratuitos en estos que hacerse políticos – más aun cuando tiene una oposición tenaz dentro de las filas de su partido incluyendo a los más importantes dirigentes como es el caso del presidente del partido, Hatuy Dechamp, y la vicepresidente Milagros Ortiz-Bosch – quienes rechazan las pretensiones del primer mandatario en sus afanes reeleccionistas.

Con respecto a la situación política en general, no puede ser peor.

La población dominicana vive momentos de incertidumbre, porque en la República Dominicana no hay en estos momentos un liderazgo político capaz de conducir al país por un sendero de prosperidad y bienestar para las grandes mayorías nacionales.

Una de las características del actual gobierno, es la incapacidad para buscar soluciones a los problemas nacionales de los grandes mayorías, y la improvisación.

Porque los problemas arriba mencionados, eran ya en si graves antes de la presente administración, pero ahora en los último tres años se han agravado al máximo dando un brusco giro que tiene estancada la inversión por los malos manejos del gobierno dominicano en los asuntos bancarios y financieros en general.

Tanto es así, que una firma de mucha reputación acaba de comunicar que el país había tenido una brusca caída en la calificación que se ha establecido en es marco, de categoría B positivo a B negativo – otro ingrediente que mantiene nerviosos a los capitalistas y posibles inversionistas es los acuerdos secretos del gobernó con el Fondo Monetario Internacional, cuyo efectos al saber se, podrían ser de devastadores para la ya grave citación económica que atraviesa el país.

Como último ejemplo de la grave situación que se vive en la República Dominicana damos la siguiente información.

Las reservas internacionales del Banco Central son en este momento solo de 152 millones de dólares, y las obligaciones de pagos son por encima de los 400 millones – el acelerado incremento en la tasa cambiaría esta alrededor de 35 pesos por un dólar.

El gobierno dominicano carece de credibilidad – tanto en el país como en el extranjero.

En cuanto a los grupos de izquierdas, desde hace varios años se está gestando un movimiento de unidad, para luchar unidos por las objetivos mediatos e inmediatos que den al traste con el cambio de un gobierno con nuevas proyecciones en favor de las grandes mayoría nacionales.

En este concepto, se está luchando por la formación de una coalición de organizaciones donde estén representados todas las corrientes progresistas que propugnan por los cambios estructurales no solo necesarios, sino los cambios, sin los cuales no hay perspectiva de desarrollo en la República Dominicana.

Las mayorías de estas organizaciones plantean que para el proceso electoral del año próximo 2004, se busque por consenso un candidato de las misma organizaciones, mientras otras plantean la posibilidad de llevar a las elecciones a un candidato que sea una personalidad democrática, pero que no pertenezca a ninguna de los organizaciones de las izquierdas.

En esto estamos envueltas, todos los dominicanos que luchamos por los cambio que necesita nuestro país.