Somos parte de su sufrimiento, Somos parte de sus alegrías

Realizamos este acto para contarle a la gente, al pueblo, lo que ha ocurrido en el XXII Congreso del Partido Comunista.

Lo más importante es que el pueblo, los trabajadores, los obreros, los campesinos, los pescadores, los pobres, la gente más humilde, la mayoría del país puede seguir contando con un Partido Comunista que continuará contribuyendo a la organización y la lucha del pueblo para cambiar este sistema neoliberal injusto, para seguir luchando por que Chile sea democrático, sea para todos y no para un grupo de privilegiados. El pueblo de Chile puede seguir contando con el Partido Comunista, no sólo como un referente, sino como una organización real que se pone al lado, dentro, junto a los trabajadores para luchar en cada lugar, en cada población, en cada esquina para organizarnos.

Llegó el tiempo que los jóvenes, la gente, los trabajadores tomemos conciencia, no continuemos en la desesperanza, de que cuando los trabajadores y trabajadoras nos organicemos somos la mayoría que puede cambiar todo lo que quiera en este país.

Este modelo neoliberal, capitalista, impuesto durante la dictadura bajo la más brutal represión y el terror desatado, debe ser cambiado. Este modelo provoca las injusticias que conocemos, el hecho de que la concentración del poder económico esté reducido a un grupo de grandes ricos, que ni siquiera hacen un desarrollo económico dentro del país, sino que pasan a formar parte de los grandes grupos transnacionales en el mundo. La riqueza acumulada es una ofensa mientras en Chile, de los poco más de 15 millones de habitantes, 12 millones son pobres.

Hay miles de familias que no pueden mandar a sus hijos al colegio, miles que no pueden hacer atención de su salud, ni comprar medicamentos. Hay miles de jubilados que no tienen un ingreso decente.

Tenemos que cambiar Chile, cambiar el mundo. Llegó el tiempo de que en cada lugar exista el sindicato de trabajadores eventuales, temporales o cesantes, porque hoy la inmensa mayoría de los trabajadores tienen ese carácter. Se llega a una etapa donde el trabajo es cada vez más precario y el trabajador no tiene ninguna norma que lo proteja. Desregulados, trabajos temporales: hay que organizarse, fortalecer la Central Unitaria de Trabajadores, recuperar la herramienta democrática que es la huelga como presión.

Estuvo la Juventud Comunista con nosotros, y ahí los jóvenes trabajando en cada centro educacional de la Universidad de Chile, llevando la palabra, la idea, el convencimiento, con una plataforma para los estudiantes, en defensa de la Educación Pública. Por octava vez consecutiva la Juventud Comunista ha vuelto a conquistar la presidencia de la más importante federación de estudiantes.

Para eso hay que estar con la gente y el Congreso nos ha dado un mandato a todos los comunistas, y en primer lugar a los dirigentes: no puede haber ningún militante de este Partido que no esté trabajando en un organismo social, sindical, cultural, de la tercera edad, de la multiplicidad de organizaciones que existen en el pueblo. No nos sirve un Partido que trabaje hacia adentro, que se contemple a sí mismo, tenemos que romper todas las vallas que hay en nosotros mismos y salir hacia la gente. Un partido que tiene que estar abierto. Por eso es que hemos hablado del viraje que tenemos que provocar en la política del Partido Comunista, un viraje hacia los trabajadores ¿Y por qué hablamos de viraje?: porque nos hemos desgastado estos doce años de la llamada transición a la democracia en elecciones donde no hay espacio para la izquierda, para las fuerzas democráticas, porque el sistema que se aplica es el dejado por la dictadura. No vamos a abandonar los procesos electorales, siempre y cuando las elecciones sirvan para hacer lucha social y política, llegar a las elecciones con esa lucha y convertir los eventos electorales en confrontaciones sociales y políticas, de lucha y movilización, no como ocurre en Chile y el mundo capitalista, donde la política se ha convertido en un negocio.

Tenemos que hacer un viraje, tener los ojos muy abiertos, estar con el pueblo, ver que en el mundo está emergiendo un nuevo sujeto social por los cambios, donde están los trabajadores, pero están también todos los problemas que hoy agobian a la humanidad. El tema del medio ambiente: en Chile nos están robando todas nuestras riquezas naturales, depredando nuestros bosques, nuestros mares, nuestros lagos. Las mujeres; los jóvenes, deben pasar a componer este nuevo sujeto social. Ahí tenemos que estar, con otras fuerzas, trabajando ampliamente. No creyendo que nosotros tenemos toda la verdad: tenemos una parte de la verdad que debe ser completada con otros pensamientos, con otras opiniones, con otras organizaciones.

Todo eso discutió el Congreso del Partido Comunista y estamos para decir que salimos con más fuerza para estar con la gente, sintiéndonos muy contentos de la participación de otros partidos hermanos del mundo.

En Brasil ha triunfado Lula y ése es el triunfo de la esperanza contra el miedo. Nos están demostrando que la victoria es posible, que se puede avanzar cuando se crea un programa amplio, que contemple los intereses nacionales, en defensa de las economías latinoamericanas, con independencia en las políticas de Estados Unidos. El triunfo de Lula, y de toda su coalición en la que está el Partido Comunista de Brasil, es un triunfo inmenso que debemos saber valorar.

Nos alegramos de haber escuchado al compañero del Partido Comunista del Ecuador, que nos ha contado que este Partido forma parte de la coalición del coronel Lucio Gutiérrez, quien ganara en la primera vuelta y se apronta a triunfar en la segunda.

Han estado muchos partidos con nosotros, nos han dado una gran lección y esperanza, pero también hemos sacado otra conclusión: tenemos que afirmar la solidaridad, el conocimiento entre nuestros pueblos. Hoy la lucha tiene cada vez más un carácter internacional y, en primer lugar, un carácter latinoamericano.

Ha estado con nosotros el Partido Comunista de Cuba, y bien sabemos lo que Cuba significa para todos nosotros: resistir la guerra declarada por más de cuarenta años en contra de su pueblo, pero resistir creando, resistir avanzando, resistir a la ofensiva, con una política de principios humanistas y en defensa de la esperanza de todos los pueblos.

El Congreso ha dado un gran paso al elegir nuevas autoridades. Se ha elegido al compañero Guillermo Teillier como Secretario General del Partido Comunista de Chile. El compañero es un gran militante, ingresó a las Juventudes Comunistas muy joven allá en el sur, fue secretario regional antes del golpe. Luego vino la dictadura y fue encarcelado, brutalmente torturado, sabe lo que es pasar por la cárceles y las torturas del pinochetismo, permaneció todos los años de la dictadura en el país, luchando en forma clandestina luego de que salió de la cárcel, formando parte de la dirección del Partido Comunista. El compañero, que además es escritor y miembro de la Sociedad de Escritores de Chile, tendrá una inmensa tarea como Secretario General.

El Partido ha acordado también recrear el cargo de Presidente, que existió en otra época, el que los compañeros me han dado la gran responsabilidad de asumir. Yo lo asumo, naturalmente, como una tarea más, como parte de un colectivo, de ese ejército que, como dice Neruda, a veces puede equivocarse pero que camina sin tregua hacia la victoria.

Somos parte de ese ejército, que debe seguir creciendo. Decíamos cuando se inauguró el Congreso: el pueblo respeta al Partido Comunista por su consecuencia, su valor, inteligencia colectiva y honestidad, y nosotros respetamos al pueblo trabajando con él, día a día, intensamente, porque somos parte de ese pueblo. Aquí estamos, para reiterar que el Partido Comunista hará todo por conformar una nueva fuerza social y política como alternativa de izquierda. Desde aquí decimos que Chile no es Chile si no cuenta con el Partido Comunista, porque somos parte de su historia, somos parte de su cultura, somos parte de su sufrimiento y somos parte de sus alegrías.

Chile, como todo, es un mundo diverso y tenemos que romper los candados y las vallas que existen para que el Partido, junto a otras fuerzas de izquierda, tengamos representación en todos los planos, porque así solamente tendremos verdadera democracia.

Vamos adelante. Con confianza, luchando, organizando a la gente, con alegría, con más optimismo, cantando con los pueblos del mundo, porque todos los pueblos van a vencer.

Adelante, con Allende, mil veces venceremos

Tomado del semanario El Siglo y redactado por razón de espacio.