En ceremonias el 14 de diciembre, los presidentes Fidel Castro de Cuba y Hugo Chávez de Venezuela firmaron acuerdos que llaman por la integridad de las economías de las dos naciones e iniciativas cooperativas en los campos de salud, educación y servicios sociales.
Este fue el décimo aniversario de la primera visita de Chávez a Cuba. En 1994 Chávez llegó a Cuba un teniente coronel de un batallón paracaidista. Él había acabado de recibir su libertar de la cárcel por el intento infructuoso de dirigir un golpe de estado contra el régimen corrupto de Carlos Andrés Pérez en 1992. En esa ocasión Castro lo recibió con honores de estado.
Esta vez Chávez llegó como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, poco después de recibir un mandato decisivo en un voto de destitución organizado por sus oponentes con apoyo estadounidense.
Los dos líderes se juntaron bajo los cuadros de Simón Bolívar y José Martí. Bolívar fue pionero del concepto de la unidad latinoamericana y dirigió la lucha para terminar con el yugo español en Sudamérica. Martí fue organizador y teórico de la lucha independentista cubana.
El presidente Chávez había propuesto la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) el 2001 en la Cumbre Latinoamericana de Jefes de Estados. Trabajo en el acuerdo había continuado desdes entonces.
En una declaración conjunta, los dos líderes anunciaron que la integración es un requisito para los países de latinoamericanos y caribeños para alcanzar el desarrollo. Procuraron la integración basada en la cooperación, solidaridad y propósito común, la solidaridad más amplia entre los pueblos de Latinoamérica y el Caribe. El objetivo de ALBA es la transformación de las sociedades latinoamericanas, haciéndolas más justas, educadas, participativas con la eliminación de desigualdades sociales, dijeron los dos líderes latinoamericanos.
Alba fue presentada como una alternativa al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) auspiciado por Estados Unidos, la que ha descrito como “la expresión más severa de los apetitos de dominación sobre la región. El ALCA de acuerdo a la declaración, crearía niveles de dependencia y subordinación sin precedencia.
Bajo los términos del acuerdo, las dos naciones intercambiarán “bienes y servicios que resulten más beneficiosos para las necesidades económicas y sociales de ambos países ... intercambiarán paquetes tecnológicos integrales”, y proverán servicios financieros de apoyo mutuo. Las barreras de impuestos y aranceles entre las dos naciones serán removidas, y en cada nación los honorarios y reglamentos que se aplican a los barcos y aviones de cada país serían los mismos. El acuerdo provee la ejecucion de proyectos conjuntos de comercio, industria y bancarios. También incluye la cooperación cultural. Las dos naciones juntas organizarán proyectos de alfabetismo para otras naciones y colaborarán en estudios de la diversidad biológica, telecomunicaciones y turismo.
Cuba mantendrá 15.000 médicos en Venezuela para que provean servicios médicos y enseñen a estudiantes de medicina. Está ofreciendo 2.000 becas a jóvenes venezolanos para seguir estudios avanzados en Cuba. Especialistas cubanos ayudarán a programas deportivos en Venezuela.
Venezuela abastecerá al menos 53.000 barriles diarios de petroleo a Cuba, al costo de acuerdo al mercado internacional, y no menos de $27 por barril. Venezuela también prometió a Cuba financiar proyectos de industria y desarrollo y abastecerá aporte técnico para facilidades energéticas en Cuba, también becas de ciencia a estudiantes cubanos en tecnología energética.
El departamento de Estado de EEUU expresó alarma por el nuevo convenio. “Estamos preocupados que un país como Venezuela con una tradición democrática quiera consolidar sus relaciones con el único régimen antidemocrático y de economía cerrada en el hemisferio”, de acuerdo al vocero Richard Boucher.
Venezuela y Cuba pacta alternativa al ALCA