Los estudiantes buscan alivio
CHICAGO — Graduarse con un diploma universitario es hoy aun más importante. Los estudiantes y sus familias hacen lo que sea para costearse la educación avanzada, incluso cargar con una deuda excesiva.
Según el costo universitario se ha elevado, los niveles promedios de deudas del estudiante típico se han doblado en la ultima década, y casi dos tercios de los graduandos de las universidades de cuatro años ahora tienen préstamos, de acuerdo a sitio cibernético studentdebtalert.org. Un 39 por ciento de los que cogen prestado se gradúan con deudas inmanejables.
¿Si la gente no cogen préstamos, entonces como pagarían por su educación?, preguntó Paul Rockwood, 20, estudiante de tercer año que se especializa en justicia criminal en la Universidad de Illinois en Chicago (UIC por sus siglas en inglés).
Uniéndose a Rockwood mientras trabajaba en el puesto de información en el recinto estaba Hina Shaikh, 19, estudiante de tercer año de arquitectura. Ella agrego, hay mucha gente que quiere ir a la universidad pero no puede porque no tiene el dinero. Generaciones de estudiantes potenciales de la universidad terminan trabajando en McDonald’s y Burger King, comento. Ellos no pueden seguir adelante, están pegados ahí.
Philip Mosley, 19, estudiante afronorteamericano de tercer año que estudia contabilidad, dijo que asistir a UIC cuesta más o menos unos $10.000 al año si vive fuera del recinto, y $20.000 si vive en el recinto. Es caro, dijo, especialmente si no puedes recibir ayuda de sus padres, Mosley le dijo a Nuestro Mundo que esta seguro que tendrá una deuda de $27.000 por préstamos estudiantiles, sin incluir el interés después de graduarse. Quiere ir a estudiar la maestría en la universidad, que posiblemente serían otros $40 mil en préstamos.
“Estaré endeudado al menos por 25 años”, dijo Mosley. Pienso considerar solamente recibir la licencia y no la maestría”, agregó. “No hay suficientes fondos asignados para la educación”.
Ashley Ruggles, 22, estudiante de cuarto año que se especializa en psicología, dijo, “Mucha más gente se aprovecharían de la educación secundaria si el gobierno pagara por cada uno”. Sentada con un libro antes de su próxima clase, Ruggles le dijo a Nuestro Mundo que había considerado no asistir a la universidad porque era muy caro especialmente porque sus padres podían hacer poco para ayudarla. Ruggles dijo que el gobierno federal debe invertir más dinero en cosas positivas en vez de construir cárceles o la guerra en Irak.
Lauren Asher, directora asociada del Proyecto Sobre la Deuda Estudiantiles, basada en California, dijo en una entrevista telefónica que en los últimos años los costos de la educación universitaria están cargados por los estudiantes y sus familias, mientras la matrícula estatal y otros gastos han aumentado.
La organización de Asher trabaja para hacer la educación universitaria más disponible y asequible a toda la gente y es integrante de La Coalición Comprable de la universidad.
“La ayuda no se ha mantenido y las becas Pell se han desgastado”, dijo. Los prestamos a estudiantes pueden proveer oportunidades a los estudiantes, apuntó, pero cargar con préstamos estudiantiles como la única manera para pagar los estudios, especialmente para estudiantes de poco ingresos, “manda mensajes mixtos”, sobre la importancia que es la educación secundaria. Asher dijo que los estudiantes empiezan a hablar sobre este asunto y esto empieza a tener atención nacional.
Chris Lindstrom, director del Proyecto Comprable de la Educación Avanzada, le dijo a Nuestro Mundo, “Mientras más jóvenes van a la universidad mejor somos como sociedad. Y más probable que la gente vote”.
“Nuestra sociedad confía en ir a la universidad. Los estudiantes resuelven nuestro problemas y por esa razón la gente necesita ser mejor educada”, dijo. Sin embargo, las becas y la ayuda financiera no llegan a cubrir lo que cubrían hace 10 y 15 años atrás.
El procurador general del estado de Nueva York Andrew Cuomo ha expuesto los escándalos en la industria de $85 billones en préstamos a estudiantes, donde las empresas prestamistas han ofrecido regalos y pagos a oficiales de la ayuda financiera para promover el negocio entre los estudiantes que reciben los prestamos.
La Cámara de Representantes el mes pasado aprobó en forma aplastante una propuesta que requeriría a las universidades y prestamistas cumplir con códigos nuevos de conducta, la prohibición de regalos de prestamistas a oficiales de la ayuda financiera, requeriría información sobre las conexiones que existen entre las universidades y los prestamistas, y protegería a los estudiantes de la comercialización agresiva. Afectaría a los prestamistas más grandes como Sallie Mae, Bank of America, JP Morgan Chase y Citigroup. El Senado todavía no ha actuado sobre esta propuesta.
Lindstrom comentó, “Esta es una cuestión de como vamos a poner límites a los bancos y prestamistas que son antipopular y solo tratan de sacar más ganancias. Al fondo de todo necesitamos más ayuda”.
La presidenta Jennifer Pae de la Asociación Estudiantil de Estados Unidos dijo que la industria privada de préstamos ha crecido exponencialmente sobre el lomo de los estudiantes más vulnerables.
“La acción congresional se necesita ahora más que nunca”, Pae le dijo a Nuestro Mundo, “Necesitamos animar a los estudiantes y sus aliados a comunicarse con sus representantes”.
La raíz del problema es que los recursos no se están asignando a la educación avanzada, dijo Geoff Banks, un estudiante de maestría en sociología que debe al menos $30.000 hasta el momento. No “sientes el golpe hasta que las cuentas empiezan a llegar por correo después que te gradúes”, dijo.
plozano @pww.org
¿Como pagas por tu educación?