Álvaro Cunhal, revolucionario portugués muere a los 91 años

Álvaro Cunhal, ex secretario general y presidente del Partido Comunista Portugués (PCP), falleció el 13 de junio a los 91 años de edad.

“El mejor homenaje que podemos ofrecer a Álvaro Cunhal es seguir en la lucha que él condujo hasta los últimos días de su vida”, dijo el PCP en una declaración. Dijo el PCP que Cunhal siempre luchó por los intereses y derechos de los trabajadores, por una sociedad libre, por el bienestar del pueblo y del país, por el PCP como partido de todos los explotados, y por una sociedad socialista.

Activista del PCP por más de 75 años, Cunhal desempeño el papel de líder en la resistencia antifascista, la lucha por la libertad y la democracia, y en los cambios revolucionarios luego de la derrota de la dictadura fascista en 1974. Fue encarcelado por 12 años y durante muchos años trabajó en la clandestinidad.

Álvaro Cunhal nació en Coimbra en 1913. Comenzó sumilitancia revolucionaria como estudiante de la Facultad de Derechos en Lisboa. Se unió al PCP en 1931 y fue elegido secretario general de la Federación de la Juventud Comunista Portuguesa en 1935.

Cunhal fue arrestado en 1937 y otra vez en 1940 y sufrió tortura, pero regresó a la lucha en cuanto fue liberado. Sirvió como miembro del secretariado del PCP desde 1942 hasta 1949, cuando fue arrestado de nuevo.

Al tribunal que decidió su caso, entrego una denunciación fulminante de la dictadura fascista, y una amplia defensa de la política del Partido. Esta vez guardó 11 años continuos en las mazmorras del fascismo – 8 de ellos incomunicado.

El 3 de enero de 1960, escapó de la prisión-fortaleza de Penicha, junto con un grupo de militantes comunistas de alto rango. Nombrado una vez más al secretariado, fue elegido secretario general del PCP en 1961.

Después del derrocamiento de la dictadura en abril de 1974, Cunhal sirvió como Ministro Sin Portafolio en las gobiernos provisionales sucesivos. Fue elegido como diputado a la Asamblea Constituyente en 1975, y a la Asamblea de la República seis veces entre 1976 y 1987. También fue miembro del Consejo de Estado.

Mientras sus grandes dones como orador fueron ampliamente reconocidos por amigos y enemigos, solo fue en la última parte de su vida que Cunhal reveló algunos de sus otros talentos extraordinarios: Usando un seudónimo, escribió cuatro novelas “best-seller”, y creó varias obras celebradas de grabados y escultura.