¿Quien es Miguel Estrada? Si uno hace esta pregunta a la administración Bush y al liderazgo del Partido Republicano, ellos pintarán un cuadro de un pobre niño hondureño (en realidad es hijo de un abogado y vicepresidente de un banco) que vino a Estados Unidos, estudió, aprendió inglés, y se convirtió en un éxito del sueño norteamericano. Que por su buen trabajo, y no por razones ni conexiones políticas, fue empleado por varios jueces, en las oficinas del fiscal para el sur de Nueva York, para el departamento de Justicia federal, y por bufetes prestigiosos de abogados pro corporaciones. Y finalmente, dirán que su nominación al Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia es otro escalón en la escalera del éxito basado en su méritos. (Se considera esta corte la segunda más poderosa en el país y muchos de sus jueces son candidatos para el Tribunal Supremo de Estados Unidos.)
Sin embargo, lo que la administración Bush, ni el Partido Republicano, ni el mismo Estrada le dirán es cual es su filosofía legal. En las vistas públicas ante la comisión Judicial del Senado, Estrada se a negó contestar preguntas sobre su punto de vista legal y la Casa Blanca se niega hacer público ningún memorándum escrito por Estrada durante sus cinco años en el departamento de Justicia como asistente al fiscal general, la oficina que representa la posición de la Casa Blanca ante las cortes.
Líderes y organizaciones liberales y progresistas acusan a la Casa Blanca de presentar un candidato con posiciones escondidas con el propósito de llenar las cortes con ideólogos derechistas. El senador Patrick Leahy de Vermont, el demócrata de rango más alto en la comisión Judicial, dijo que él tuvo “dificultad ... en obtener respuestas directas” de Estrada y la Casa Blanca.
Sin embargo, hasta un candidato escondido deja alguna huellas que se pueden usar para tener una idea de su pensamiento legal.
Estrada es socio de la Sociedad Federalista y el ultraderechista Centro para el Interés Comunitario (CIC) donde él ha formado parte de la Junta de Directores. Mientras estaba en la directiva del CIC Estrada votó en favor de que la organización presente un expediente que argumentaba en contra de la Advertencia Miranda que obliga a la policía decirle al arrestado que tiene el derecho a no incriminarse y mantenerse callado y de tener un abogado.
La Sociedad Federalista, que dice que es una “organización dedicada a traer ideas conservativas y libertarias a las facultades de derecho y colegios de abogados” y cree que “Las facultades de derecho y la profesión legal están actualmente dominadas por una forma de ideología liberal ortodoxa ...” El grupo liberal People for the American Way considera a la Sociedad Federalista, “la fuerza motriz del activismo derechista sobre la judicatura federal”.
El CIC, que anterior se llamaba la Alianza Norteamericana para los Derechos y la Responsabilidad, alabó un programa del Departamento de la Policía de Chicago que resultó en el arresto de más de 40 mil jóvenes en un periodo de dos años. La policía de Chicago estaba trabajando bajo una ordenanza municipal que lo hacía ilegal estar en un sitio público “sin ninguna razón evidente” después que el “agente [de la policía] razonablemente crea que hay un miembro de una pandilla en un grupo de holgazanes”. Cualquiera que no se vaya al ser ordenado por la policía entonces estará en violación de la ley. El Tribunal Supremo de Illinois, en el 1998, tomó la decisión que los arrestos bajo esta ley eran ilegales. Esa decisión fue sostenida por el Tribunal Supremo de EEUU el año siguiente.
Estrada hizo trabajo legal gratis en defensa de la ordenanza de Chicago cuando la ciudad fue llevada a la corte para ver si la medida era constitucional o no. Estrada argumentó contra los derechos de Primera Enmienda de la juventud minoritaria estar en la calle. Él hizo lo mismo poco después para la ciudad de Annápolis que había promulgado una ley similar. Irónicamente, después de entrevistarlo, el Grupo Hispano del Congreso apuntó que Estrada “jamás ha prestado servicio legal gratis a ninguna comunidad u organización latina”.
En un programa radial transmitido por la cadena National Public Radio, cuando se le preguntó a Estrada si la ordenanza de Chicago podía usarse para la práctica de perfil racial, él admitió que se podía y después siguió a descartar el problema diciendo que esos arrestos estaban tomando lugar en los vecindarios negros y latinos.
Por dos años Estrada trabajó como un fiscal asistente federal donde él concentró su trabajo en casos criminales y abogó en favor de más poderes a la policía para poder registrar y arrestar gente.
Esto ha causado que organizaciones tal como el Fondo Mejicoamericano para la Defensa Legal y la Educación, y el Proyecto del Suroeste para la Inscripción y Educación del Votante cuestionen si Estrada está comprometido a defender “los derechos de Primera Enmienda de los jóvenes latinos urbanos y los jornaleros, [y] justamente examinar acusaciones de perfil racial o seguir la Decisión Miranda del 1966”.
Mientras el liderazgo republicano acusa a los senadores demócratas de no respaldar a Estrada y usar la intervención parlamentaria para no llegar a un voto sobre la nominación, porque el candidato sea latino, el Fondo Puertorriqueño para la Defensa Legal y la Educación declaró después de entrevistar a Estrada, “Es realmente irónico que alguien a quien le hacen promoción por ser hispano no ha demostrado ningún interés en, ni ha tenido ninguna participación con ninguna organización o actividad hispana toda su vida en Estados Unidos. Ni ha estado envuelto con, ni ha apoyado, ni ha respondido a los problemas que preocupan a los latinos”.
Aunque hay poco en el récord, lo que hay señala que Estrada es un ideólogo derechista que dejará su punto de vista reaccionario influenciar sus decisiones judiciales. Esto ha motivado a muchas organizaciones latinas, afronorteamericanas, femeninas, laborales, de libertades civiles y derechos civiles oponerse a su nominación como un juez federal.
¿Quien es Miguel Estrada?