Dos millones de venezolanos marcharon a través de Caracas el domingo, 8 de diciembre para defender la Constitución Bolivariana de su país e impedir un segundo golpe de estado contra el presidente Hugo Chávez.
Tribuna Popular, periódico del Partido Comunista de Venezuela (PCV), reportó que el pueblo salió a las calles con un coraje, alarmados contra un paro general que más bien se puede calificar de un paro patronal, instigado por empresarios ricos y respaldado por los medios privado de comunicación. La huelga estaba débil hasta que unos capitanes se apoderaron de siete buques petroleros venezolanos, así paralizando a la vital industria petrolera. Chávez envió a la infantería de marina para tomar los buques, nos informa Tribuna Popular, pero el equipo dijo que solo le entregaban los buques a personal capacitado. Miles de partidarios de Chávez, con el respaldo de la Guardia Nacional, rodearon la instalación en La Campina de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) para bloquear que elementos golpistas tomen el sitio. Miles también rodearon las oficinas de cinco estaciones de televisión comercial para protestar su papel subversivo contra Chávez y la Constitución.
Un desconocido abrió fuego contra una manifestación contra Chávez el 7 de diciembre, matando a tres y hiriendo a 28. Estas provocaciones proveen una oportunidad para que las fuerzas de la derecha llamen por la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA) dominada por Estados Unidos, contra Chávez. El secretario general de la OEA, César Gaviria, está en Caracas supuestamente para servir como mediador en la crisis.
En una declaración el 5 de diciembre, el presidente Chávez dijo que tienen que estar listo para defender la Constitución Bolivariana. Chávez denunció los planes para derrocar al gobierno que él dijo sería por cualquier métodos que los conspiradores consideren necesario. Él anunció que había ordenado a la Guardia Nacional a defender a las fuerzas patrióticas en la industria petrolera para seguir produciendo.
Una federación sindical en Carabobo advirtió que los sectores que quieren mantener la huelga por tiempo indefinido son los que quieren producir actos de violencia y escasez de comida para que el pueblo se rebele.
El grupo sindical exigió que el gobierno llame al pueblo a movilizarse contra los golpistas. También exigió que encarcelen a los principales instigadores golpistas incluyendo a Carlos Fernández, jefe de Fedecámara la organización de empresarios que dirigió el golpe del 11 de abril con el apoyo de la administración Bush. Millones salieron a las calles para derrotar al golpe y reinstalar a Chávez en el palacio presidencial Miraflores.
Heinz Dieterich Steffan, escribiendo en el Boletín Noticias Narco, que desenmascaró el papel estadounidense en el tráfico de droga en América Latina, señaló que la Constitución Bolivariana de Venezuela, la más democrática de Latinoamérica, permite un voto para retirar a Chávez el próximo agosto. Pero los planificadores de un golpe no pueden esperar. ¿Porqué? Steffan dice que las fuerzas contrarrevolucionarias temen que el movimiento bolivariano se pueda consolidar. Varias leyes van a tomar efecto el 1 de enero del 2003 incluyendo unas medidas de reforma a la Ley de Tierras.
El PCV, en una declaración, advirtió que la Constitución está en grave peligro y que nadie se debe hacer ilusiones de que buscar la conciliación con la derecha va a satisfacer a los elementos golpistas. “
“Debemos tener claridad en que este proceso refleja una guerra por el poder,” dijo la declaración del PCV.
El enemigo está usando el método de “Conflicto de Baja Intensidad” primero utilizado por la administración de Reagan para desestabilizar a Nicaragua y minar al gobierno sandinista, acusó la declaración.
Dicen los comunistas que el conflicto es uno del “Imperio Norteamericano contra la Patria de Bolívar,” en referencia a Simón Bolívar libertador de las Américas.
Los comunistas venezolanos notaron “Las reiteradas declaraciones injerencistas del asesino Otto Reich y su cómplice Charles Shapiro.”
Reich, responsable para América Latina para el departamento de Estado, estaba involucrado con el escándalo de Irán-Contra. En ese escándalo oficiales de la Casa Blanca, bajo Reagan, vendieron armamentos secretamente a Irán con el motivo de financiar una guerra contra el gobierno revolucionario sandinista de Nicaragua usando nicaragüenses antisandinista. Ninguna de estas actividades estaba sancionada por el Congreso estadounidense. Shapiro es el embajador norteamericano a Venezuela.
Los comunistas venezolanos citaron al documento Santa Fe IV como prueba de la intención estadounidense para destruir movimientos bolivarianos en América Latina bajo la apariencia de combatir el “terrorismo” y el “narcotráfico.”
La declaración también se dirigió a un carta enviada por el congresista republicano por Illinois Henry Hyde a Bush donde él habla de un “eje del mal en las Américas” compuesto de Cuba, Venezuela, Ecuador y Brasil. Todo esto “refleja claramente el objetivo de acabar en América Latina con la ‘amenaza’ del Bolivarianismo” dice la declaración.
La carta de Hyde fue enviada poco antes de las elecciones del 27 de octubre donde el 61 por ciento de los votantes de Brasil le dieron el voto al obrero sindicalista Luis Inacio da Silva, mejor conocido como Lula. Chávez también fue electo con una fuerte mayoría dos veces.
Hyde falsamente acusa a Lula de buscar convertir a Brasil en un poder nuclear. Él también mintió cuando acusó a Chávez de violar la constitución de Venezuela y aliarse con los “patrocinadores del terrorismo incluyendo a Cuba, Irak e Irán.” Hyde añade en su carta, “Es tiempo para que la administración Bush ... se declare en simpatía” con un segundo golpe de estado. La carta de Hyde aparentemente sugiere que si Bush tiene éxito con sus planes de invadir a Irak, entonces irá a invadir a Sur América.
Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, estaba sentando las bases para una intervención estadounidense durante una reunión de ministros de defensa del hemisferio occidental en Santiago de Chile, el 18 de noviembre.
Jorge Insunza, miembro de la Comisión Política del Partido Comunista de Chile, advirtió en el semanario El Siglo que EEUU se ha dado el derecho de enviar tropas a Latinoamérica. Insunza dijo que primero se hacía en nombre del anticomunismo, pero que hoy se hace en nombre del antiterrorismo.
“Así queda claro en el documento de ‘Santa Fe IV.’ Es continuación de una vieja política y, a la vez,un profundo cambio hacia un hegemonismo sin fronteras y concentrado en las solas manos de EEUU, decidido a subordinar a todas la naciones.”
Insunza señala que esta estrategia se ve en un reciente documento de la administración Bush titulado “Seguridad Nacional de Estados Unidos” que busca la “guerra preventiva.”
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2 millones marchan en apoyo Chávez; Republicanos EEUU impulsan golpe