CHICAGO — Seis sindicatos decidieron no participar en la convención nacional de la AFL-CIO celebrada aquí del 25 al 28 de julio. Dos de estas se desafiliaron de la AFL-CIO. Estas insinuaron formar una nueva federación sindical. Esta desunión laboral creó un ambiente de poco entusiasmo al empezar la convención, pero ambos, los delegados de base y los dirigentes, lucharon para contener su coraje y amargura para proyectar un plan de lucha contra los problemas que enfrentan la clase trabajadora del país.
Un delegado recibió la noticia diciendo, “Era como si hubieran sacado el aire del salón”. Leo Gerard, presidente del los Obreros Siderúrgicos dijo que “Fue como se me arrancaran el corazón del pecho”.
Pero ya para el segundo día los delegados empezaron a trabajar para hacer sus planes, incluyendo los problemas que enfrentan un movimiento sindical dividido. La convención llamó por un regreso rápido de las tropas en Irak. Hizo un mandato que se forme concilios de coordinación industriales para que los sindicatos puedan planear estrategias sindicales para organizar a trabajadores nuevos. También votó en favor de un día de fiesta nacional celebrando el natalicio de César Chávez. La convención adoptó un plan de entrenar a 100.000 delegados de talleres a ser guerreros por los derechos de los trabajadores a organizar y hacer campaña para ganar la Ley de Libre Escoger para los Trabajadores.
El anunció de la escisión escondió los acontecimientos de la federación. Hubieron cambios que dramáticamente avanza el desarrollo de diversidad en el liderazgo de la federación. La delegación de cada sindicato a las futuras convenciones tendrán que reflejar la diversidad racial y sexual de los afiliados a ese sindicato. Las enmiendas también aumenta el número de posiciones para mujeres y gente de color en la directiva de la AFL-CIO.
Estas propuestas vinieron de los grupos afiliados a la AFL-CIO que representan diversas partes del movimiento sindical como las mujeres, latinoamericanos, afronorteamericanos, asiáticos y homosexuales y lesbianas. Estas organizaciones se opusieron a las propuestas de reestructuración de algunos de los sindicatos que se fueron que hubiera reducido el número de la directiva de 51 a no más de 15 – todos presidentes de los sindicatos nacionales más grande. Esto hubiera quitado a los hispanos, mujeres y afronorteamericanos del liderazgo.
Durante el primer día de la convención Andrew Stern, presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, y James Hoffa, presidente del sindicato de Tronquistas, celebraron una rueda de prensa para la desafiliación de la AFL-CIO. Los sindicatos UFCW, que organiza a los empleados de supermercados, y UNITE HERE anunciaron que no enviarían delegados a la convención. Dos otras organizaciones sindicales, los Laborers y los Trabajadores Agrícolas, dijeron que no aceptarían puestos en la directiva de la AFL-CIO.
Stern habló de esta maniobra como algo positivo, llamando la desafiliación “una oportunidad enorme” para promover las prácticas que él dice han resultado en el crecimiento de su sindicato.
Hoffa dijo que la mitad de los $10 millones que su unión laboral pagaba a la AFL-CIO en cuotas se quedará con los Tronquistas para organizar y la otra mitad parael trabajo de la nueva coalición sindical llamada Cambiar para Ganar. Él dijo que la nueva coalición “contratará permanentemente a personal altamente capacitada que será el centro” de la coalición. El sindicato de carpinteros, que se desafiliaron hace varios años, está afliado con la coalición.
Stern enfatizó que la coalición se enfocará en organizar a trabajadores en empleos que no se pueden “digitar o moverse al extranjero”.
Como la mitad de los más de 800 delegados a la convención de la AFL-CIO vienen representando concilios locales (CLC). La mayoría de estos noo son funcionarios de los sindicatos, sino trabajadores que regresarán a sus sitios de empleo el próximo lunes. Uno de estos delegados dijo que los CLC es donde se prueban las estrategias de la AFL-CIO.
Estos delegados obviamente estaban muy preocupados por la escisión y el futuro de las coaliciones que formaron durante los últimos años.
Los estatutos de la AFL-CIO requiere que un sindicato esté afiliado al nivel nacional para poder afiliarse al nivel estatal o con los CLCs. La convención autorizó a la directiva estudiar esta situación en las próximas semanas para formular una manera de trabajar que esté en el mejor interés de la federación y los trabajadores del país. Un portavoz de la AFL-CIO dijo que el trabajo de las entidades estatales y será obstaculizado si los sindicatos no afiliados a la AFL-CIO no tienen que contribuir financieramente.
A pesar de escisión AFL-CIO traza nuevos proyectos