Amnistía para trabajadores agrícola

Mientras 900 personas tomaban parte en las Caravana de Libertad para Trabajadores Inmigrantes haciendo actividades en cien comunidades de Estados Unidos llevando el mensaje sobre la necesidad de una nueva política inmigratoria, varios legisladores anunciaron un nuevo proyecto de ley que normalizaría la condición de inmigrante de los trabajadores agrícola indocumentados. El proyecto fue el resultado de largas negociaciones entre el Sindicato de Trabajadores Agrícola Unido (UFW por sus siglas en inglés) y los rancheros.

El proyecto (HR-3142), titulado Ley de Oportunidad al Empleo, Beneficios Agrícola y Seguridad, “crearía un programa de ajuste ganado para los trabajadores agrícola indocumentado que estaría elegible a aplicar por un status temporario de inmigración basado en su experiencia pasada de empleo, y que puedan adquirir residencia permanente una vez cumpla con los requisitos de trabajo agrario del programa”, dijo el congresista demócrata por California Howard Berman, coautor del proyecto de ley junto con Chris Cannon, republicano por Utah. Una proyecto exacto fue introducido en el Senado por Edward Kennedy, demócrata por Massachusetts, y el republicano por Idaho, Larry Craig.

El proyecto permite que los trabajadores indocumentados de la agricultura que han trabajado en EEUU desde antes del 31 de agosto del presente puedan aplicar para ser residentes temporarios. Si continúan trabajando en la agricultura, ellos pueden conseguir la residencia permanente para el 2009. La ley también hace enmiendas al programa de trabajadores temporario H-2A, aunque “preservando y mejorando las protecciones laborales” de acuerdo a Berman. El UFW se puso de acuerdo a esto aunque en el pasado se ha opuesto a los programas de importar trabajadores agrarios, diciendo que hay suficiente trabajadores del campo desempleados en EEUU. Antes de importar a trabajadores, los rancheros tienen que “certificar” que no pueden encontrar suficiente gente para trabajar en las fincas. Si la ley entra en vigencia, un cambio será que estos trabajadores temporarios importados tendrá el derecho de demandar ante los tribunales federales a los rancheros que abusan de ellos o le niegan sus derechos en relación a sueldo, horas de trabajo y otras condiciones de empleo.

Los niños y esposas o esposos de estos trabajadores agrícola indocumentados también serán permitidos quedarse en EEUU, aunque no tendrán el derecho legal de trabajar. Una vez el trabajador agrícola tenga su residencia legal, su familia también tendrá el mismo derecho.

Lupe Martínez, vicepresidente del UFW, le dijo a Nuestro Mundo, “Hemos trabajado por tres años” en esta propuesta. “Es la primera vez que se juntan los dos partidos” para una ley que beneficie a los que trabajan en el campo. Él agregó, “esperamos que sea para todos” los inmigrantes que buscan legalización.

Martínez dijo que “La palabra está saliendo” y que la unión laboral le está explicando a los campesinos que “no es ley al momento”. Los organizadores están hablando con los trabajadores en las fincas y explicándole que es necesario guardar todo papel que muestre que ellos han estado trabajando en la agricultura.

El campesino Guadalupe Quintero, hablando con este reportero durante su hora de almuerzo en las viñas de uvas, dijo, “Si se hace ley ayudaría a mucha gente que trabajan en el campo”.

Raúl Yzaguirre, presidente del Concilio Nacional de La Raza, alabó la propuesta, diciendo que “es importante porque nos permite enfocarnos en la situación de los trabajadores agrarios en América, 70 por ciento de los cuales son latinos”. Él advirtió que esto es solo un paso y que “nadie debe confundir este proyecto con las reformas más comprehensivas que son necesarias del sistema de inmigración”. Se estima que, al entrar en vigencia, esta ley pueda legalizar la situación de 500.000 de los 11 millones de inmigrantes que se piensa están viviendo en el país.

Rogelio, un trabajador mejicano indocumentado en camino a la manifestación de la Caravana de Libertad para los Trabajadores Inmigrantes en Nueva York el 4 de octubre, dijo que la ley era buena, pero que se tiene que aplicar a todos los trabajadores. Su esposa, María, hizo eco de este punto y le agregó, “Queremos la legalización para todos, especialmente los que tienen niños en las escuelas y necesitan papeles para progresar”.